Misión cumplida
Vuelve a despertarse. Esta vez la almohada está seca. Busca en su interior, y ya no encuentra nada. Se palpa el pecho izquierdo, y descubre la causa. "Cerrado por obras, vuelvan otro día". Y encuentra la causa. Suspira una última vez. Ahora el viento no susurra ningún nombre. Misión cumplida.
Bienvenida, Elena. Llega en momento en que las penas de amor se olvidan, y ya no se vuelve a llorar más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bienvenida Elena, Me ha encantado tu relato, seguro que tienes aquí mucho que aportar. Te animo a seguir. Un beso.
ResponderEliminarMuy buena entrada, Elena. Llegar al momento en el que el corazón cierra un desamor es,sin duda, una misión vital. Y tú la has cumplido con este interesante micro.
ResponderEliminarUn abrazo de bienvenida.
Siempre he imaginado que un corazón supera un desamor a base de parches, pero nunca que se dedicara a hacer reformas. Me ha gustado esta nueva perspectiva. Bienvenida, Elena.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero se espera su reapertura, mientras yo espero otro relato.
ResponderEliminarQué bien has contado esa sensación de libertad que se siente al superar un desamor.
ResponderEliminarUn beso, Elena.
Pablo
Has sabido reflejar perfectamente ese ansiado momento en el que el desamor deja de atenazar el corazón regresando a él la calma. Buen estreno, Elena. Un saludo y bienvenida.
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