Otros
Otros caen bien al profesor y sacan las mejores notas. Otros hablan con las más guapas de la discoteca. Otros consiguen mejores trabajos. Otros cobran más. Otros tienen bodas fastuosas. Otros viajan a sitios de ensueño. Otros tienen hijos, hijos que caen bien al profesor y sacan las mejores notas.
Placido tu relato es redondo, primero por lo bien escrito y narrado que está, y segundo porque tu protagonista entra en un bucle de pensar que los "otros" siempre consiguen mejores cosas. Creo que en la vida hay que mirar menos a los "otros" y pensar que uno por si mismo es capaz de conseguir lo que se proponga y sobre valorar lo que uno tiene.
ResponderEliminarPlacido me ha gustado mucho, un abrazo enorme.
Magnífico. Mi enhorabuena!!!!!!!
ResponderEliminarQué sutileza, Plácido. Cada frase parece una vuelta más sobre la espiral de la exclusión en la que es tan fácil caer y tan difícil salir.
ResponderEliminarAplauso.
Muy buen relato sobre el tema de la envidia. El envidioso no vive su propia vida, solo contempla con rencor la de los otros.
ResponderEliminarHas elegido unos cuantos ejemplos muy bien enlazados.
Enhorabuena, Plácido. Tus relatos siempre invitan a pensar. Un abrazo.
Otros viven su vida sin envidiar la vida de los demás y sin pensar que son menos privilegiados.
ResponderEliminarQué tristes esas vidas que están tan pendientes de las vidas de los demás.
Fantástico relato-crítica a las envidias.
Besos.
Malu.
Tú protagonista nunca será feliz. Nunca vivirá su propia vida ni valorará lo bueno de la misma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Tiene sus riesgos vivir siempre pensando lo que hacen y lo que tienen o no tienen los otros. La clave está en enfocar en otra dirección y valorar lo que cada uno tiene.
ResponderEliminarEnhorabuena, Plácido.
Un saludo.
«El jardín del vecino siempre parece más verde».
ResponderEliminarPoco se puede agregar a lo que atinadamente te han comentado ya, Plácido. Empiezo a darme cuenta que otros escriben mejores relatos que los míos, je, je, je.
Buenísimo.
Un abrazo.
Me has hipnotizado con ese ciclo eterno que propones en el que el fin es el principio y vuelta a empezar. Qué difícil es interrumpir la lectura. Así que, perdona pero... ¡Álexxxx, Plácido ha hecho trampas, su relato tiene muchas más palabras!
ResponderEliminarMuy tuyo. Muy bueno.
Un saludo
Una vida basada en la observación mal entendida de los demás, sin querer asumir que nadie se salva de carencias y desgracias, pero esas no quiere verlas. Tampoco es capaz de discurrir que si se aplicase podría variar las tornas y convertirse en la envidia de muchos; él sólo sufre, con eso ya tiene bastante.
ResponderEliminarLa aparente monotonía narrativa casa muy bien con el sentir y actuar de este protagonista, persistente en su pecado capital y monocorde en su color verde de envidia.
Un saludo
Muy bien descrito ese ciclo vital en el que el protagonista encuentra un motivo para envidiar a otras personas en cada fase de su vida, y parece que nunca se sentirá satisfecho con lo que hace, porque ahora incluso envidia la vida de los hijos de los otros. Un relato muy bueno, Plácido, en el que resumes la vida amarga de las personas que siempre ven el lado negativo de su existencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojalá tu protagonista se dé cuenta de que él también forma parte de los otros.
ResponderEliminarMuy bueno, Plácido.
Un beso.
Plácido, que triste vivir sin estar contento con uno mismo. Tu micro reproduce ese descontento del protagonista, que le hace ser infeliz. Muy bien expresado, hace que nos pongamos un poco en el lugar del que sufre de envidia. Muy bueno. Enhorabuena. Besos
ResponderEliminar¡Qué fácil resulta colgarle el sambenito a los demás! Y qué triste que alguien permita que la envidia lo ciegue hasta tal punto de ser incapaz de ver lo bueno que tiene sin necesidad de estar constantemente compitiendo. Magnífico micro, Plácido.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias a todos los que han comentado mi micro.
ResponderEliminarEsa es una de las maneras más absurdas y estúpidas de malgastar la vida, estar siempre pendiente de lo que los otros hacen o tienen y lamentarse, lamentarse… Me gusta el mensaje y lo bien que lo has resuelto, Plácido. Felicidades.
ResponderEliminarEstos "otros" dan más miedo que los de Amenábar y, de no haberle hecho un nudo al final, tu historia bien podría tener el mismo desenlace que la conocida película. Como ya te han dicho, una historia redonda, que me ha gustado mucho. Enhorabuena y saludos, Plácido.
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