Sexo débil
Se puso los guantes despacio, con gracia, sonriéndole pícaramente. Él, subestimando el despliegue de fuerzas del que es capaz una mujer entrenada para demostrar su valía, se rió a carcajadas. Ella, decidida a triunfar, dio el primer paso. Fue a su encuentro y, de un solo derechazo, lo dejó KO.
Patricia tu protagonista ha demostrado que de sexo débil nada de nada. Y el hombre como ocurre muchas veces ha actuado de forma chulesca despreciando la valía de la mujer, idea que creo que no solo ocurre en el boxeo, como en tu relato, sino en muchos aspectos de la vida, hay muchos hombres que desprecian a las mujeres por el simple hecho de ser mujer, y se creen superiores, y están muy equivocados, no todo radica en la fuerza sino en la inteligencia y en la capacidad de cada uno de demostrar su valía, sea hombre o mujer.
ResponderEliminarBuen relato Patricia, y espero que más de uno se aplique el cuento, todos somos iguales.
Un beso enorme.
Primer round para Javier. En el mundo laboral, mon ami, no todos son como tú. Y, de vez en cuando, qué bien sienta dejar KO a algún cretino sin necesidad de llegar a los puños... Con un trabajo bien hecho y sonriendo. Es mi especialidad.
EliminarGracias y ¡Feliz Navidad!
¡Toma ya! Ya se vio en "Million dollars baby" que las chicas cuando se ponen los guantes pueden ser de armas tomar. Aunque tengo que confesarte que al comenzar la lectura de tu relato pensaba que la temática iba por otros derroteros (no digo cuáles, por pudor), pero ahí está la gracia.
ResponderEliminarReivindicativo, simpático y bien escrito, un conjunto que golpea al lector en el mejor sentido.
Te mando muchos abrazos, al tiempo que aprovecho y también te deseo felices fiestas, que te las mereces
Ja, ja... Mejor no pregunto... Segundo round para mi querido Ángel. Confieso que este relato es un poco tonto, pero es producto de un arrebato ante ciertas actitudes de compañeros de trabajo que seguro que abundan por todas partes. Mi arma infalible, una sonrisa de oreja a oreja. Cuánto más bobos, más inocente y angelical, pero con carga de profundidad.
EliminarBesazos y buenas navidades.
Guauuuuuuu!!! Toma debilidad jajaajajja. Enhorabuena. Menudo Macro derechazo!!! Besitos
ResponderEliminarPues sí, Carmen. A veces no queda otra opción que el derechazo al orgullo. Sobre todo cuando no tienen ni idea de por dónde les da el aire y llega la funcionaria pequeñaja y medio lela y con su varita mágica saca lo que haga falta de su sombrero.
EliminarFeliz Navidad, Carmen, y un beso.
Armas de mujer las que utiliza tu protagonista al comienzo del relato para, en un vuelco inesperado por su rival, demostrarle que ella es más que eso.
ResponderEliminarExcelente micro, Patricia. Un abrazo.
Sí, Carmen. Armas de destrucción masiva: sonrisa y elegancia para demostrar lo que se sabe hacer cuando se tiene una buena gallina en la cabeza.
EliminarGracias y a disfrutar estas navidades. Besos.
¡Bravo! Que sepas que hasta le he puesto cara a la protagonista de tu relato. Me ha encantado, Patricia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Fina. Cada cual que le ponga cara y... ¡derechazo fatal! En realidad no es un combate de chicas contra chicos, sino de elegancia y savoir faire contra la estupidez, sea femenina o masculina.
EliminarFeliz Navidad y sé buena, que Papá Noel viene pronto.
En casa somos de los Reyes Magos, así que aún tengo tiempo para portarme bien (je, je, je).
EliminarFelices Fiestas, Patricia y todos los cincuentistas.
Y así les va a quienes subestiman el poder de un K.O. femenino; temibles derechazos que con la mayor de las sutilezas dejan a los incautos entre las cuerdas, en el mejor de los casos.
ResponderEliminarLos golpes de efecto, o los de las aparentemente simples palabras, son más intensos y duelen durante mucho más tiempo y parece que tu protagonista se desenvuelve con soltura en ese terreno.
Un relato que va directamente a la mandíbula, pero para provocar una sonrisa de satisfacción y admiración.
Un abrazo.
Muchas gracias, Antonio. Eso espero, que os haga sonreír a todos y que nos permita recargar las fuerzas que nunca hay que perder. Y si le duele a alguien, allá él por provocar sin saber parar golpes.
EliminarUn abrazo y a por la Navidad.
Ya sé cuál es el sexo débil. Es aquel que, encumbrado en su torre milenaria de poder y autosuficiencia, subestima a la persona que, armada de elegancia y saber hacer, es capaz de derruir esos falsos valores que "esterotipan" nuestra sociedad. Un abrazo y golpea fuerte.. pisa fuerte... vive fuerte.
ResponderEliminarJusto, Salva. Esa es la intención del título. Y me gusta tu lema: golpear, pisar, vivir, respirar y cantar fuerte. Como tú.
EliminarUn abrazo muy fuerte y llenas de calor. Besos.
¡Certero el golpe! Tu relato que llega como un gancho al hígado, siempre envuelto con las palabras adecuadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Palabras y sonrisas, para envolverlo como una croqueta con sorpresa explosiva dentro.
EliminarTe he echado de menos en el número invernal, así que acepto contenta tu abrazo.
Fantástico golpe de 50. Un derechazo de lo más oportuno y con ganas. Un principio que parecía iba a ser dulce, amoroso y picante y termina con primer asalto y guante levantado a tu protagonista. ¡Ole el sexo débil!
ResponderEliminarUna maravilla leerte siempre. Un beso preciosa Patricia.
Gracias, Mª Belén. Pero hemos decidido por ahí arriba que los del sexo débil son los otros.
EliminarFeliz Navidad y un abrazo fuerte.
Cuando uno se enfrente a una mujer hay que valorar muy bien los riesgos, a no ser que te quieras llevar una sorpresa con la eficacia de un gancho a la mandíbula.
ResponderEliminarFantástica lección de autodefensa, Patricia.
¡Un abrazo y felices fiestas!
Son muchos años de entrenamiento y ya les atizo sin despeinarme.
EliminarUn abrazo fuerte, tocaya, y no seas muy mala, que el pajarito Pinzón nos observa.
Genial. Antes de hacer el comentario he tenido que esperar a que terminara la cuenta de protección. Bien merecido se lo tiene este paleto que, creyéndose 'macho alfa', no ha llegado ni a 'gamma'. De su gama, eso sí, estamos hartos.
ResponderEliminar¡Bien, Patricia!
Un abrazo.
Vicente
Ay, si yo os contara... Afortunadamente sólo conozco a los machitos esos en el entorno laboral y ahí somos mayoría femenina y no silenciosa.
EliminarFeliz Navidad, Vicente, y un gran abrazo.
El sexo débil es el de los que no saben apreciar a la mujer como se merece. Las mujeres suelen ser más inteligentes, más amables , más elegantes... Además, son capaces de hacer varias cosas a la vez y todas bien.
ResponderEliminarSe me olvidaba: también saben donde está todo. Buen golpe a ese pobre hombre chulesco que, al no respetar a la mujer, no sabe lo que se pierde.
Un besazo, Patricia.
Pablo
Pues yo soy una maestra del despiste, conste.
EliminarEspero que pases una Navidad feliz y entrañable, con el peque disfrutando de todo lo que se merece.
Un abrazo, Pablo.
La fémina en cuestión era del sexo débil... de Bilbao. O sea, pertenecía a esa raza donde las sardinas que nadan por sus mares son como buques, y donde a la gente le extraen las muelas sin necesidad de ponerles anestesia. Así que, el fanfarrón de marras recibió su justo merecido, algo que, en este mundo, no suele suceder con la frecuencia que sería deseable. Micro lleno de ironía, algo totalmente necesario para sobrevivir en los tiempos del cólera, la malaria, la escarlatina, el catarro y el resto de enfermedades que nos han acuciado desde la noche de los tiempos. Saludos, Patricia, y encantado de leerte.
ResponderEliminarMás que de Bilbao, mañica de pura cepa. Ahí es ná. Ya sabes que aquí no necesitamos mucho para sacar los cañones a la calle.
EliminarGracias, Enrique, y feliz y próspera Navidad.
Cierto, qué carácter doña Agustina, una mujer de armas tomar, y nunca mejor aplicada la expresión. Ahora recuerdo también el chiste del maño que iba montado en su burra por mitad de la vía, y el maquinista del tren que se le acercaba no hacía más que pitar, mientras el maño decía: -Chufla, chufla, que como no te apartes tú... Te deseo igualmente felices fiestas y un próximo año lleno de fantasía, creatividad, lecturas, amistades y amor. Un abrazo.
EliminarCuanto más tontunos, más fácil es noquearlos. No hacen falta puños ni bravuconadas, como tu protagonista, con una sonrisa y un quiebro con gracia al intelecto, es suficiente para dejar a algunos gallitos con las orejas gachas. Me ha gustado mucho cómo describes la escena, Patricia, nada nuevo por otra parte. :) Un besico, hermosa.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matri. Es que entre nosotras nos comprendemos. Entre ellos, también. Eso es lo malo, aguantar sus sonrisitas cuando creen que te han hecho algo... Angelicos. Yo creo que algunos ni se enteran de que les noqueamos.
EliminarUn abrazo fuerte y que pases unas buenas navidades risueñas.
Se vale sobar jajajajaja, y a tu protagonista le aplaudo y me pongo en pie. Muy buen relato Patricia, saludos y muchos besos.
ResponderEliminarGracias, Geyna, pero siéntate, mujer.
EliminarBesos también para ti y que Papá Noel te llene el saco de regalos.
Patricia, tus 50 palabras reflejan una situación que se repite con demasiada frecuencia. Lo que a un hombre se le supone, una mujer debe demostrarlo cada día. Pero ellos no contaban con nuestra astucia. Muy bueno, con tu micro les has dado un buen repaso. Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarJa, ja, como el Chapulín Colorado, nuestra astucia sonriente y elegante, preparada para triunfar. Ya he comentado por arriba que el relato fue fruto de un arrebato vengador, pero en el fondo soy buena y compasiva.
EliminarFeliz Navidad, Pilar, y un montón de besos.
Yo por eso soy tan feminista. Por el fondo, por las formas, por el riesgo, por interés, por objetividad y realismo... Espero que seas siempre mi amiga y así podré presumir un montón con tus buenas letras.
ResponderEliminarBesicos
Ay, Luis, ¿no serás como mi jefe? que jamás se moja cuando hay lío pero se troncha con mis tontadas y sólo me lo dice con su mirada cómplice. Y luego, me chivan por ahí, que presume de ser mi jefe...
EliminarReitero nuevamente mis buenos deseos y abrazos.
¡Vaya! Pues hoy le han soltado un derechazo a un político (no quiero hacer propaganda), ¿no habrá sido la misma?
ResponderEliminarAhora, en serio. No soy partidaria de ningún tipo de violencia, pero me da la impresión de que tu protagonista tenía muchos motivos para demostrar su "debilidad". Muy ocurrente, y aleccionador para algunos. Felices Navidades y un beso.
Acabo de verlo. Me despido de todos vosotros antes de que me encierren en Guantánamo. Ha sido un placer y un privilegio compartir letras con vosotros.
EliminarFeliz Navidad, Juana, y un abrazo con el corazón.
Querida Patricia, me encanta como arrancas, con el título y la primera frase de los guantes. Y después, vas calentando motores para acabar con un derechazo que deja K.O. hasta al más pintado.
ResponderEliminarBrillante como siempre e impecable. Eres muy grande "mañica"
Como veo que ya estamos con ambiente festivo, aprovecho para mandarte un beso navideño y desearte todo lo mejor para 2.016.
Malu.
Ahora me siento culpable por incitar a las masas. Propongo una tregua navideña de paz y amor. Unamos las manos y cantemos alrededor del árbol.
EliminarVamos a poner cara de buenas, a ver si alguien se lo cree.
Un saco de besos grandes y espero que pases unas navidades geniales.
Al principio imaginé a Rita Hayworth en Gilda, obnubilando a un inexpresivo Glenn Ford. Pero cuando compruebo que el tortazo se lo da ella a él... Seguí imaginándome la escena y me gusta más tu versión 2.0.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Gracias, Fernando. Yo también me imaginé a Rita Hayworth mientras lo escribí y, ciertamente, siempre he pensado en que yo le hubiera contestado como se merecía. Pero no quiero ser políticamente incorrecta, visto el panorama, y me voy a limitar a desearte unas muy buenas navidades.
EliminarUn abrazo.
¿Débil? Pues menos mal que es débil, que si fuera fuerte..., entonces ya ni te cuento.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Patricia, por lo bien que nos has narrado cómo una mujer se reviste de fortaleza y decisión ante la injusticia machista.
Aprovecho para desearte unas muy felices fiestas y que en 2016 nos sigamos leyendo.
Besos.
Igualmente, J.A. No he tenido más intención que provocar unas risas y poder desearos a todos unas felices navidades con mucha paz y amor del bueno.
EliminarUn abrazo fuerte.
Tocaya: Rita, Rita, y Rita, con guante y guantazo. Es lo que he visto en tu micro, tan elegantemente erótico.
ResponderEliminarFelicidades mil.
Ja, ja, es que, de vez en cuando, sienta bien ser un poco gamberra.
EliminarUn abrazo, MJ y te deseo una Navidad feliz y llena de regalicos, que hemos sido muy buenas.
Vengo de probar el matarratas de Fernando da Casa y me encuentro con el guantazo que nos tienes preparados. ¡Y eso que estamos casi en Navidad, jaja! Bromas aparte, un micro genial con "gancho". Muchos besos.
ResponderEliminarPues sí, ya has visto el menage à trois con Luis y Fernando, qué chiquillos. Ha sido muy divertido que nuestros relatos hayan salido seguidos.
EliminarGracias y te deseo una Navidad muy feliz, Belén.
Genial esa luchadora que lo mismo seduce con su guante (a lo Hilda) y luego deja K.O a su contrincante masculino que subestima su fuerza.
ResponderEliminarMe ha encantado, Patricia, un beso y felices fiestas.
Muchas gracias, Asun. Las injusticias de la vida con humor, siguen siendo injustas, pero nos reímos un rato.
EliminarFelices fiestas también para ti.
Un beso.
No hay mayor derechazo que la ironía y la palabra para dejar K.O. a ciertas personas. Original y muy divertido, Patricia. Un abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminarMuchas gracias, Salvador. Así es, nada como la ironía para desarmar a los mentecatos.
EliminarUn abrazo navideño muy fuerte.
¡Bien por tu protagonista, Patricia! Creo que voy a tomar un par de clases con ella para ver si me enseña cómo hacer algunos K.O. O mejor contigo que, según he leído más arriba, sin necesidad de golpe alguno sabes cómo dejar todo O.K.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu micro, y espero que lleguen con el viento mus aplausos.
Un abrazo y que pases unas ¡muy felices fiestas!
Gracias, Sandra. Son las armas que te va regalando la vida, pero cuesta mucho dominarlas. Yo sigo en ello, a pesar de mi edad venerable. Tú, tranquila, que te falta muuuuuucho.
EliminarUn besazo y pásalo muy bien estos días.
Ya lo dicen, quién da primero, da dos veces.
ResponderEliminarMe declaro muy fan de tu protagonista, brava y decidida, capaz de sonreir con picardía, mientras arma su brazo para arrearle un trompazo al engreído antagonista.
Muy bien, Patricia.
Besos con mercromina.
No, hombre, besos con calorcito navideño. Estos golpes son sólo para los cabezas de chorlito que frecuentan otros ambientes menos selectos que el Club de las Cincuenta Palabras.
EliminarUn abrazo fuerte y navideño, Notinc.
Eso si que es un genero extraño de violencia, y eso si que es un relato bien hecho, sigue.
ResponderEliminarsaludos de los dos
Gracias a los dos. Es la violencia de la ironía, más letal que la de un tifón.
EliminarFeliz Navidad para toda la familia.
¿Me prestas los guantes, Patricia? Son para usar con una compañera, fémina ella, ignorante, caradura, inepta y... tonta, vamos a dejarlo ahí. Cada vez me queda menos paciencia y me temo lo peor. Porque noquear a un hombre es fácil, bueno, casi fácil, pero ¿qué hacer con un especímen así?
ResponderEliminarAl final me voy a ir a trabajar contigo, ¿me haces un hueco?
Besos navideños para ti y para tu gallina.
No desesperes, Marga, que tu buen hacer es el mejor par de guantes y tú sonrisa, el mejor airbag contra la envidia. No en vano perteneces a la estirpe de los Brezo, los mejores criadores de gallinas de la Comarca, ¿o no?
EliminarUn besazo con mis deseos de una feliz Navidad y un montón de éxitos radiofónicos el próximo año.
Muy buen relato Patricia. Como de profundas deben de ser las raíces del machismo, que hasta casi el final de tu relato tenía en mente a una especie Rita Hayworth en la escena de los guantes, de sonrisa picarona y entrenada en el arte de seducir, claro esta, al hombre. Horrorizada me quedo con mi propio subconsciente. Y resulta que me había equivocado de escena, que era otra película, que era million dólar baby.
ResponderEliminarMe quito el sombrero Patricia. Enhorabuena por tu reflexión de género.
Un abrazo
Ya me gustaría poder hacer de Rita, pero es que soy muy brutica y no pasó de Hillary.
EliminarMuchas gracias, Raquel, y te mando un abrazo especial de Navidad y un vale para los Reyes.
Eso sí que es dar una torta con gracia, aunque puestos a elegir, yo casi prefiero un beso, por muy desabrido que pueda ser.
ResponderEliminarMuy bien contado, Patricia.
Un fuerte y gracioso abrazo.
No sé yo... Es que tengo un trauma infantil porque yo quería apuntarme a ballet, pero la Profe me mandó a jota, por mis finas maneras y eso marca. Te mando el beso y el abrazo, pero allá tú si no los encuentras graciosos.
EliminarFeliz Navidad, Enrique.
Feliz Navidad, Patricia, y, viniendo de ti, acepto ese abrazo junto con el beso sin mirarlos y con mucho gusto.
EliminarEs que yo creo que ya antes de dar el golpe, el hombre había quedado KO con la protagonista y su femineidad... jajaja...
ResponderEliminarGran micro Patricia, genial como siempre.
Un abrazo, un beso y muy felices navidades.
(obviamente te doy el abrazo y el beso después de que te saques los guantes).
Te voy a contar un secreto: soy yo la que se ha quedado noqueada por vuestros comentarios y voy a necesitar una cura de urgencia para revivir.
EliminarUn abrazo, sin guantes, y apretando fuerte.
¡Feliz Navidad, Jean!
Ese final me ha dejado K.O. En cualquier caso, creo que la mujer tenía que se descalificada por propinarle a su contrincante un golpe bajo psicológico.
ResponderEliminarJa, ja. Y el ganador del combate, a los puntos, es ¡Plácido!
EliminarAbrazos navideños, de esos que no se dan a los "otros".
A este tipo, que no saber hacer el sexo (es un débil) definitivamente una chica como ésta lo va a dejar K.O. Patricia, me he puesto a elucubrar con el título y esto es lo que me sugiere. Muy bueno, feliz 2016
ResponderEliminarSaludos.
Ay, Beto, ya no me esperaba más comentarios y me has provocado un ataque de risa.
EliminarUn abracico, fuerte, fuerte, sin debilidades, y mis mejores deseos para el 2016.
JAJAJA Patricia, qué bien me sientan unas risas a estas horas, eres genial, y mi total apoyo al sexo ¿débil? me encanta hacer corporativismo...
ResponderEliminarUn besote y gracias...
Feliz año nuevo, preciosa
Calla, loca, no les des pistas. Lo nuestro no es corporativismo sino empoderamiento, más cool para pronunciarlo con los tacones de 12 centímetros.
EliminarBuenas letras y risas para el 2016.