Unidas
Ella amaba las mariposas, cada vez que encontraba una sentía que compartía sus alas.
Una tarde de lluvia encontró una, enredada entre las ramas del jazmín. Sin dudarlo la tomó entre sus manos, y un tatuaje de alas dobles se dibujó en su piel, junto al nombre de su madre.
Una tarde de lluvia encontró una, enredada entre las ramas del jazmín. Sin dudarlo la tomó entre sus manos, y un tatuaje de alas dobles se dibujó en su piel, junto al nombre de su madre.
Hola Princesa, precioso y mágico relato.
ResponderEliminarMe ha gustado y espero no tardar tanto en volverte a leer por aquí.
Un beso.
Una historia llena de fantasía, belleza y ternura.
ResponderEliminarMuy bonito.
Saludos.
Princesa, cuanto me alegro de leerte por aquí! Tu micro lleno de magia y fantasía me ha gustado. Interpreto que su madre se había reencarnado en mariposa y le regala sus alas. Precioso! Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarUn relato que evoca mundos oníricos pero que al final se cierra con algo tan humano y terrenal como el amor a una madre.
ResponderEliminarBonita mezcla, Princesa.
Saludos cordiales.
Precioso relato con una forma muy elegante de rematar un final tan poético.
ResponderEliminarUn beso, Princesa de Agua.
Pablo
¡Qué historia más bonita! Enhorabuena, Princesa de Agua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Princesa, muy bonito relato, una alegría leerte nuevamente en 50 palabras.
ResponderEliminarSaludos!!!