Valoraciones del cambio
Debo admitir que he disfrutado, y mucho, del reencuentro con los viejos amigos, de esta nueva sensación de no tener nada que hacer por obligación y del privilegio que supone disponer de todo el tiempo del mundo; aunque reconozco que me sigue resultando complicado conjugar el pasado del verbo morir.
Parece ser que el protagonista ha muerto en esta vida y ha pasado a vivir en la otra. Lo de que le resulte complicado conjugar el verbo morir en pasado, no sé si es por nostalgia de la vida anterior o porque nunca pensó en verse en tal situación y le cuesta adaptarse. De todos modos, es un micro esperanzador, porque ya que nos tenemos que ir sí o sí, no está mal encontrarse con los viejos amigos. Muy imaginativo, Ignacio. Felices fiestas y lo mejor para el 2016. Un abrazo.
ResponderEliminarSupongo que es la primera persona de la conjugación la que se le atraganta un poco. Mismo deseo para ti el próximo año.
EliminarTu protagonista se encuentra en una situación compleja, no sólo por el cambio de dimensión, al que tendrá que acostumbrarse, sino también porque aunque se ha vuelto a encontrar con viejos amigos muertos, también ha dejado de tratar a los vivos. No me cabe duda de que se habituará a ese nuevo mundo y todos terminarán allí, quieran o no. Igual también hace una gran amistad con Napoleón, o con Einstein, quién sabe, tiene una eternidad para lograrlo.
ResponderEliminarQue nunca estamos conformes y que el tiempo todo lo cura, sabias nociones que se pueden extraer de tu relato, como bien dice Juana, "esperanzador" e "imaginativo".
Que despidas bien el año y entres mejor aún en el siguiente.
Abrazos
Pues las valoraciones son bastante positivas, ¿no? Solo le queda por resolver el tema de la conjugación del verbo morir, pero al fin y al cabo tiene todo el tiempo del mundo para hacerlo.
ResponderEliminarUn beso fuerte, señor Bueno, extensivo a la buena gente que le rodea. Espero seguir leyendo sus buenas letras en 2016.
Malu.
Pues a pesar de sus iniciales comentarios en positivo, con ese adversativo final me ha parecido ver que al protagonista no le acaba de gustar esa nueva vida en la que, básicamente, no tiene nada que hacer.
ResponderEliminarSuerte, Ignacio y saludos cordiales.
No nos aclaras si estás arriba o abajo, cuestión fundamental para el aburrimiento que parece llevarte a repasar la gramática de la ESO.
ResponderEliminarEstés donde estés, ¡feliz año!
Pues mira, vista así la muerte, parece que no hay nada que temer. Muy ingenioso tu relato, Ignacio.
ResponderEliminarFeliz 2016, artista.
Pablo.
Al principio me engañaste, Ignacio. Ya imaginaba un jubilado, pero con una alusión gramatical me has abierto los ojos. Muy bueno, espero que desde allí donde estés tengas la posibilidad de conectarte a internet y seguir regalándonos tu arte eternamente. Tiempo no te va a faltar.
ResponderEliminarUn abrazo desde el más acá.
A todos, de alguna manera, nos afectan los cambios y para adaptarnos entramos en un proceso de aprendizaje. Al protagonista de este relato le toca, mientras tanto, volver a repasar la gramática. De este micro me gusta la agilidad en la narración y la sutileza del cierre, muy ingenioso.
ResponderEliminarSaludos.
A mí me ha recordado una de las conversaciones más habituales de la gente mayor, cuando dicen aquello de "yo nací", "yo me casé", "yo cumplí", etc, en la que naturalmente nunca se conjuga el pasado, ¡en primera persona! del verbo morir. Por lo que veo, el más allá viene a ser una prolongación de la jubilación. No está mal, ¿no? Muy simpático y ocurrente tu micro, Ignacio.
ResponderEliminarEnhorabuena y Felices Fiestas. Un abrazo.
Si, es un verbo bastante complicado de conjugar, sobretodo en pasado. Pone los pelos de punta cuando lo ves que se acerca- Es un relato sugestivo y mordaz, o al menos a mi me lo parece, dentro de los buenos.
ResponderEliminarSAludos y feliz año.
Feliz año. El relato es intrigante ya desde el inicio. Vas dando pistas, aunque no se noten. Bien hecho.
ResponderEliminarEsperemos que tu protagonista sea la excepción y una vez pasado el último e ineludible trámite, el pasado del verbo morir sea tan inocente como el del verbo nacer en esta vida. Muy original perspectiva del otro lado, Ignacio. Saludos.
ResponderEliminarUna hermosa manera de ver/vivir la propia muerte. Muy bueno y... gracias
ResponderEliminarEn su nueva realidad el verbo carece de sentido, pero tendrá que conjugar otros y aprender su significado. Mu bueno, Ignacio. Un abrazo y feliz 2016.
ResponderEliminarMe alegra la idea de saber que una conjugación será el mayor problema.
ResponderEliminarOye, Ignacio, ¿allí también se puede estar en las nubes? Es que me gusta a mí esa sensación, casi tanto como tu relato.
Un saludo y Felices Fiestas.
Ignacio, con tu micro nos aclaras la duda de que hay más allá de la muerte. Lástima que al protagonista le falle la gramática. Muy bueno. Besos
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