Buenos días
Y fue entonces cuando el sol se durmió. Se cerraron los bares, y dejamos de buscarle el porqué a todo. Entonces acabó la canción. Ya no me debías más bailes. Dejé paso al juego de pensarte. Y entonces, como siempre que juego contigo, perdí la partida cuando despertó el sol.
Escrito por Elena Romero Vargas
Otro poético relato el que nos traes, que a mí, me recuerda a una bella canción de Sabina, aunque sólo sea por darle vida al sol.
ResponderEliminarMe gustó.
Saludos.
Pablo.
¡Oh!...
ResponderEliminarUn sueño de enamorado que tiene en la noche su mejor cómplice, campo de simulación donde todo parece posible. Por desgracia, sólo es cuestión de unas pocas horas, las primeras luces imponen la machacona realidad, una lógica que aplasta las quimeras.
ResponderEliminarSaludos
Estoy con Pablo, esta historia tiene muchos elementos típicos de Sabina: el alcohol, la noche, el juego, el alba, el amor y el desamor. Todo a ritmo de una canción honesta y rasposa como una voz.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
Me encanta. Sencillamente.
ResponderEliminarUn saludo.
Tienen razón los compañeros, sólo nos queda ponerle la voz rota de Sabina,y ya tenemos una magnífica canción. Muy poética anonim@. Un abrazo fuerte. Gloria
ResponderEliminarEse "Ya no me debías más bailes" me ha encantado. Buen relato/poema/canción, :).
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Amargo final cuando el pensamiento es el próximo baile, cuando el guiño del sol no puede hacer que esa canción lata sincronizadamente mientras las palabras se levantan como abismos.
ResponderEliminarAunque siempre quedará el siguiente amanecer.
Hermoso relato, desconocid@29.3
Todo es posible en el mundo de los sueños hasta que amanece y la luz nos hace ver la realidad.
ResponderEliminarMuy bonito y poético.
Besos
¡Oh, qué bonito, por favor! Coincido con algún comentario de aquí arriba, tiene tintes "Sabineros".
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Sensacional. Un micro precioso. Me encanta ese estilo tan peculiar con el que está escrito. Un saludo.
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