El alquimista
Tras la devastación sólo sobrevivió un hombre con conocimiento de lenguas muertas. Hurgaba en antiguos repertorios de información para experimentar con una mezcla de azufre, carbón y salitre que devolviera la juventud a su rostro. La mixtura no surtía efecto en sus mejillas y decidió calentarla un poco al fuego.
Escrito por Jerónimo Hernández de Castro
Un relato fantástico y desgarrador...
ResponderEliminarY muy bueno.
El final se presupone explosivo al calentar esa mezcla, y la extinción total.
ResponderEliminarBuen relato.
Madre mía la que va a liar. Al final la humanidad desaparece seguro Jejeje. Muy bueno!!!
ResponderEliminarLo mío no es la química, pero me parece que el final de este micro será explosivo. No pinta nada bien.
ResponderEliminarBuen micro. Enhorabuena. Besos
Me parece a mí que tras calentar la mezcla, ese tal conocedor de tantas lenguas muertas se va a quedar sin palabras. Y el mundo sin nadie.
ResponderEliminarMuy bueno,anónima (o anónimo). Va mi me gusta ya, antes de que saltemos todos por los aires.
Pues me temo que después de calentarla, la suya también sea una lengua muerta.
ResponderEliminarSimpático y ocurrente relato.
Un saludo
Un alquimista diabólico. Muy bien contada cada fase hasta llegar a las calderas.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo.
Ya lo decía mi abuela: "Zapatero a tus zapatos". Siento ser tan prosaica, pero es que me temo que este único superviviente, experto en letras puras (que decimos los antiguos), se pone a hacer experimentos y nos va a dejar a todos sin descendencia y, lo que es peor, nos va a impedir nacer y disfrutar de las lenguas vivas.
ResponderEliminarEn fin, "que Dios nos coja confesados".
Un saludo
Cuando yo era pequeño había un juego que se llamaba "Quimicefa". Como ha dicho Margarita, yo también soy de los de letras de antes, pero siempre me gustó hacer experimentos de todo tipo, aunque no entendiese mucho. No obstante, hay que hacer caso a la sabiduría de los refranes, ya se sabe que el que juega con fuego se acaba quemando, si a ello le añadimos química la mezcla puede ser apocalíptica, como se muestra en este relato.
ResponderEliminarSaludos
Vaya, vaya, cómo me huele a chamusquina tu alquimista. Además de lenguas muertas, ¿no sabrá bajar las escaleras a cuatro patas y haciendo el pino puente? Muy bien personificado ese creador del fuego eterno. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, al menos quedó alguien para contarlo, y bastante bien por cierto.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Es más fácil descubrir la pólvora que el secreto de la eterna juventud. Muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
No sé si sabía muchos idiomas pero sin mucho detalle, o si no buscó en los repositorios correctos, pero ... Ayyy!
ResponderEliminarSaludos!
Ufffffffffff, mal final. Lástima que nadie va a ver su rostro rejuvenecido y menos aún su rostro quemado.
ResponderEliminarBesos.
Malu.