El centro
Miro a mi hijo, asustada. Observo sus ojos: pupilas dilatadas, inyectadas en sangre. No me atrevo a decir nada, su mirada delata irritación.
La ventana está abierta, siento aun así calor. Mañana estará en el centro, la droga corre por mi niño. Elevo una plegaria al universo: que lo sane.
Escrito por María - Twitter
La ventana está abierta, siento aun así calor. Mañana estará en el centro, la droga corre por mi niño. Elevo una plegaria al universo: que lo sane.
Terrible drama el que nos traes en tu relato, anónim@. La drogadicción es un calvario para el propio enfermo y los seres que lo rodean.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un saludo afectuoso.
La droga es una lacra que afecta a toda la sociedad y que se lleva la vida de nuestros hijos.
ResponderEliminarOjalá alguien le ponga fin.
Un abrazo.
Fuerte el sentimiento de esa madre que espera su hijo sea sanado.
ResponderEliminarFelicidades, transmitiste en solo 50 palabras.
¡Qué duro! Muy bueno, desgarra en solo cincuenta palabras. Felicidades.
ResponderEliminarEl amor de una madre por su hijo y al mismo tiempo el miedo que le causa por culpa de la droga. Este relato muestra esas dos ideas de una forma genial.
ResponderEliminarBuen relato, me ha gustado.
Saludos.
Bastante duro el tema de las drogas. No me puedo imaginar el dolor que siente una madre al tener un hijo drogadicto y no poder hacer nada para sacarle de ese pozo.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Ufffffff. Tremendo. Qué dolor debe sentirse. Bien contado. Besitos
ResponderEliminarTerrible historia y muy bien contada. Un saludo.
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