El retrato de Mona Lisa Gray
Había un vigilante en el museo del Louvre, donde trabajaba desde hacía más de veinte años. Cada día parecía igual que otros, pero no lo era. La dulce sonrisa de aquella Mona Lisa cada noche se demacraba. Esta era la prueba de la decadencia de una humanidad enferma de avaricia.
Escrito por William Che - Twitter
Como estarán las cosas en el mundo que hasta la Mona Lisa va perdiendo su sonrisa. Triste realidad.
ResponderEliminarEspero que el vigilante le haga compañía cada noche cuidándola y haciéndola recuperar su misteriosa sonrisa.
Bonito relato.
Besos
Pobre Mona Lisa, es la prueba fehaciente de lo que sucede en el exterior de ese museo. Tal vez la gente se olvida de apreciarla en vez de ser tan egoístas en sus vidas.
ResponderEliminarSaludos!
Un retrato, símbolo de la civilización occidental y de la humanidad entera, que sirve de termómetro para reflejar el verdadero estado de la misma, como a Dorian Gray para evidenciar el suyo. Interesante relato, con su dosis de denuncia y autocrítica.
ResponderEliminarSaludos
Igual el vigilante le pone crema facial cada noche, para que no se vea tan demacrada...
ResponderEliminar¿Está la humanidad perdiendo la sonrisa? Hemos de recuperarla! aunque sea a trocitos
Saludos.
Pues en el mundo actual creo que ya habrá perdido toda la sonrisa, que incluso se haya puesto a llorar y la pintura comience a desaparecer.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un saludo.
El arte es una huella, una impronta del autor y en este caso no dudaría que Leonardo, valiéndose de su técnica privilegiada y sabiduría, nos hubiera dejado un mensaje acorde con la decadencia de nuestros tiempos.
ResponderEliminarOjalá que La Gioconda vuelva a reír pronto.
Muy original.
Saludos, anónim@.
Me gustan los ingredientes de este relato: la mezcla de personajes, el tacto del cuadro, el silencio del museo, el paso del tiempo sobre los pies cansados del vigilante y el olor a pócimas secretas que intentan salvar al mundo de la enfermedad.
ResponderEliminarUn saludo
¡Cómo está el mundo que hasta la sonrisa más famosa se va borrando!
ResponderEliminarMe parece genial la forma de contar y hacer una crítica de la situación actual de la sociedad.
Besos.
Malu.
Me ha gustado mucho la mezcla de retratos, el pictórico de Leonado y el literario de Oscar Wilde. En la soledad nocturna del museo Mona Lisa se va entristecido por lo que intuye que ocurre afuera a través de las miradas de sus numerosos visitantes. Excelente crítica. Un abrazo.
ResponderEliminarMona Lisa debe escuchar por boca de los visitantes como evoluciona el mismo y cada vez estará más triste.
ResponderEliminarBuen micro.
Pablo.
Cuando leo estas cosas, no puedo evitar relacionarlo con las pesadillas. ¡Qué alivio cuando despiertas y compruebas que ha sido una pesadilla!
ResponderEliminarPodéis ir al Louvre y comprobarlo. ¡Menos mal! es un consuelo y también la gracia de la pintura y la fotografía, captar el momento para siempre. Me quedo con eso.
Buen relato, Va mi me gusta y mi abrazo.
Un micro muy interesante, la sonrisa de la Gioconda como termómetro de la civilización. Me ha gustado. Un saludo.
ResponderEliminarAl paso que va el mundo la sonrisa se transformará en un rictus de dolor. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
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