Emancipación
La sumisión a padre y hermanos quedó en África. La violencia desapareció junto con Habib, quien le dejó casa puesta con plasma, freezer y microondas.
Hoy es una mujer emancipada, pronto será una europea más. Antes, debe renovar vestuario, mejorar su francés y acabar los tuppers de tagine de Habib.
Escrito por Georges
Hoy es una mujer emancipada, pronto será una europea más. Antes, debe renovar vestuario, mejorar su francés y acabar los tuppers de tagine de Habib.
Amiga, coge los tuppers y dónalos a un refugio de animales, que hay mucha necesidad.
ResponderEliminarMagnífico relato, real y esperanzador.
Un abrazo.
Gracias, Patricia. Es una buena idea. Sólo que no es fácil deshacerse de lo que uno ha cocinado con mimo. Jaja
EliminarUn abrazo para ti.
«No hay plazo que no llegue, ni deuda que no se pague». Al parecer, ha llegado el momento en que la vida habrá de saldar sus deudas con esta dama.
ResponderEliminarMuy bonito. Saludos, anónim@.
Gracias, Vicente. Ojalá siempre se cumpliera el refrán como en este caso.
EliminarCordiales saludos
Fabuloso micro en el que se libera una mujer africana de todos los rasgos culturales de tinte machista y de su pareja que la maltrata.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Saludos
Gracias, Pilar, eres muy generosa
EliminarCordiales saludos
Mientras hay vida, hay esperanza y para esta mujer ha llegado el momento de emanciparse y liberarse. Lo de los tuppers, pienso lo mismo que Patricia, que los lleve a algún sitio donde tengan hambre.
ResponderEliminarEsperanzador relato, felicidades.
Besos.
Malu.
Sí, Malú, a esta mujer le ha llegado el momento y el coraje de hacerlo. Por lo de los tuppers, te digo lo mismo que a Patricia.
EliminarGracias por tu comentario.
El título lo resume todo, una mujer libre por fin, se logra liberar de su padre, de sus hermanos y del marido maltratador.Seguro que logrará ser ella misma por fin.
ResponderEliminarMuy buen relato, me ha gustado mucho.
Saludos.
Hola, Javier. Me alegro que te gustara, y gracias por comentar
EliminarUn cordial saludo
¿Lo he entendido bien? Los “tagine” no son de cordero, ni de pollo, ni de… ¿son de Habib? Espero que no sea muy corpulento y termine cuanto antes con los tuppers para dejar atrás y para siempre, su esclavitud “cultural”. Me ha gustado mucho. Un saludo.
ResponderEliminarLos tuppers contienen tagine de cordero preparada por Habib y a ella le apena tirarlos, pero está deseando que se acaben porque le recuerdan a su querido esposo.
EliminarEsta es la interpretación para personas sensibles, como tú, Matrioska.
Me alegra que te gustara.
Cordiales saludos
O bien los cocinó Habib o fue cocinado... En cualquier caso muy buen micro. Besitos y buena suerte para ella Jeje
ResponderEliminarMe alegra que el micro te gustara, Carmen. En cuanto al contenido de los tuppers, el mismo es a gusto del consumidor (del micro, no de la tagine)
EliminarGracias por tus deseos de buena suerte para ella. Besitos para ti.
Me ha gustado: vida nueva que tiene aromas a feminismo, a dejar atrás una cultura mucho más patriarcal y comenzar en el país de la liberté, egalite y fraternite.
ResponderEliminarUn saludo
Es muy bueno tener la oportunidad de volver a empezar y especialmente en Francia. Por lo que tú dices, y por el champagne. Jaja
EliminarMe encanta que el micro te haya gustado, Raquel.
Cordiales saludos.
Brindo por esa mujer valiente que ha logrado liberarse de la opresión machista. En nuestro mundo occidental resulta difícil entender hasta qué punto se puede anular a una persona por el simple hecho de haber nacido la mujer, la única salida es huir de esos países, las posibilidades de cambiarlo desde dentro son prácticamente nulas y casi siempre acaban mal.
ResponderEliminarMuy buen relato, da mucho que pensar.
Un abrazo.
Lamentablemente es tal cual lo dices, Asun. Parece que la humanidad no termina de salir de la edad media.
EliminarUn abrazo para ti.
ojalá todas las mujeres del mundo que están bajo el yugo salvaje de esa especie de esclavitud a la que la somete la incultura o la religión, puedan liberarse.
ResponderEliminarUn saludo
Ojalá, Pablo. Coincido totalmente con tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Sin duda todas las culturas tienen algo que aprender de las demás, y este es un claro ejemplo de lo que habría que erradicar en algunas de ellas. Tu relato es muy esperanzador en ese aspecto.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Gracias por tu comentario, Enrique.
EliminarRecibe mis más cordiales saludos.
Primero se ha emancipado de su lugar de origen, donde no fue bien tratada. Después lo ha hecho de un compañero que, por su violencia, más parecía su señor, por muchos electrodomésticos que hubiera comprado. No sé si será tan fácil que se convierta en una europea más en poco tiempo, lo que está claro es que los continentes están obligados a entenderse, fusionarse, mezclarse y globalizarse.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Ángel.
ResponderEliminarYo no tengo tan claro como tú lo del entendimiento, la fusión y la mezcla. Hay demasiados intereses y diferencias culturales y religiosas que trabajan en sentido contrario. Pero ojalá tengas razón.
Un cordial saludo
Cuando se acabe los tuppers se habrá comido su pasado y su conciencia estará saciada; una nueva vida comienza. Muy bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Salvador. La tuya es una muy buena forma de exponerlo.
EliminarUn abrazo
Con esos tuppers se va todo su pasado. Que sea bienvenida a su nueva vida. Lejos de las cadenas.
ResponderEliminarMuy bonito. Un beso.
Gracias, Olga. Un beso
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