La cola
La cola parecía interminable, Vladimir calculó que tendría varios kilómetros. Preguntó a algunos de quienes allí estaban, pero nadie supo explicarle para qué era aquella cola. Llegó hasta el individuo que estaba en primer lugar, le preguntó lo mismo. Él le dijo: "El resto no sé, yo espero a Godot".
Escrito por Enrique Angulo - Twitter
Una cola sin sentido, sin saber para que, a que pase la vida, o es la vida misma una cola en la que estamos todos esperando.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos.
Supongo que has querido hacer un homenaje a " Esperando a Godot ". La verdad es que el absurdo es un estilo literario que me fascina, al igual que el realismo fantástico, ciencia ficción, terror fantástico, etc Y todo lo que genere desconcierto.
ResponderEliminarComparto las palabras del compañero Javier. ¿Y que es la vida sino un absurdo total? Muy buen relato.
Me gusta la agilidad de la narración. Original homenaje a Samuel Beckett, con esa cola infinita.
ResponderEliminarSaludos.
Fina ironía metafórica. Intuyo que el autor puede ser un pescador de angulas, por ese toque absurdo.
ResponderEliminarAbrazos de parte de Godot que dice que ya va.
La situación que describe el microrrelato nos remite directamente al absurdo, y los nombres de Godot y Vladimir, a la obra de Samuel Beckett, Esperando a Godot. ¿Por qué hay tanta gente en una cola que no sabe para lo que es? ¿Será lo del dicho aquel?: ¿Dónde va Vicente?: donde va la gente. (Aprovecho para saludar a Vicente Varas) ¿El Vladimir que anda interrogando a todos es el personaje de Beckett? ¿Quién es el primero de la fila que dice estar esperando a Godot? ¿Es, quizá, Estragon?, uno de los dos protagonista principales de la obra de Beckett. Y si no lo es ¿no ha leído a Beckett y no sabe que Godot jamás se presentará? Todo muy absurdo, todo desconcertante como en un juego de espejos.
ResponderEliminarPero, a poco que se mire y se reflexione, el absurdo está presente en todos las ámbitos de la vida, incluso de nuestra pequeña y cotidiana vida. ¿No es absurdo un país como Corea del Norte?, por poner un ejemplo palmario; porque si te vas a la historia de la humanidad ya es que te hinchas a ver situaciones absurdas y, lo que es mucho peor, horrorosas y trágicas. Me he quedado un poco tarumba después de leerlo, no sé si agradecérselo al autor o amonestarle.
Saludo recibido y correspondido, Enrique. Un abrazo.
EliminarAbsurdo pero impecable.
ResponderEliminarPues sí que ha estado la jornada soberbia. ¡Otro espléndido microrrelato!
Va, para este también, mi modesto me gusta.
Saludos, anónimo o anónima cincuentista.
Hay tanto de absurdo en nuestra rutina diaria que nos pasa desapercibido. Excelente relato, anónim@.
ResponderEliminarSaludos.
Un guiño a "Esperando a Godot", que viva lo absurdo de vez en cuando, no hay que tomarse la vida tan en serio.
ResponderEliminarUn beso.
Malu.
Qué pena que no sepa que Godot nunca llegará.
ResponderEliminarQué pena que la cola no sepa que el cabeza de cola espera a Godot.
Qué pena que esta situación se da frecuentemente cada día y en muchísimos lugares.
Qué pena que no se prodigue más el género de lo absurdo, porque a mí me encanta desde siempre.
Qué pena no poder felicitar personalmente al autor/a, porque el micro es genial.
Va mi me gusta y mi abrazo a ciegas.
Siempre esperando algo que nunca termina de llegar, siempre detrás de alguien que no está capacitado para guiarnos. Un homenaje que capta bien la esencia de la obra que se cita.
ResponderEliminarSaludos
Esperar que ocurra algo, aunque no sepas ni lo que es. A veces, con ponerse a la cola, es suficiente, aunque parezca absurdo.
ResponderEliminarVoy a ponerme a la cola para felicitarte.
Un saludo
Esperando a Godot, que núnca vendrá. Eso es la vida, esperar lo inesperado.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Enhorabuena!
Besos
Poco queda ya que decir, yo también estoy en la cola esperando a este autor/a para felicitarle, como Margarita. Espero que este sí que venga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues nada, esperaremos pacientemente todos en la cola a recibir lo que sea, que si no viene hoy, mañana seguro que sí. Me ha gustado el micro. Un saludo.
ResponderEliminarIncalificable relato que navega entre el absurdo y el existencialismo y del que no sé qué decir, excepto que me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos.
Creo que Beckett no esperaría a la cola para felicitar al autor de este micro. Felicidades. Un saludo.
ResponderEliminarGodog: "El que pasea a los perros", es eso? Es una cola de perros esperando a que los paseen? jajaja. Supongo que no, que será mas complicado. Ya nos contarás.
ResponderEliminarBesitos
Hermoso y absurdo como la vida. Me parece un excelente relato.
ResponderEliminarUn beso.
Gran homenaje al teatro del absurdo, y un reflejo de cómo el aborregamiento se ha instalado en nuestra sociedad. Un abrazo.
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