Las siete damas de un emigrante
Soledad lo acoge, lo protege de Indiferencia mientras Entereza cada noche lo alienta, lo levanta, lo endereza para atesorar en un cuaderno los tenues ecos de su tierra. Escribe con Esperanza al abrigo de Consuelo, engarzando versos sin Distancia, pero siempre anclado a un mismo suelo recién pintado de Nostalgia.
Escrito por Antonio Bolant - Twitter
Desde el título hasta las última palabra me parece un reelato magnífico. Esas siete damas del emigrante me han cautivado, 28.3. Ya que estamos con las apuestas... tengo dos candidat@s, pero bueno, con la gente que hay por aquí, podría equivocarme fácilmente.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo.
Gracias mi admirado Pablo. Un abrazo
EliminarUn relato aparentemente sencillo, pero con carga de profundidad en cada frase.
ResponderEliminarMe has recordado los nombres de los personajes de doña Ana María en "Olvidado rey Gudú". Mi preferida, Lontananza. Y con ella, cada una tirando de un extremo, te hago un reverencial saludo con mi sombrero de plumas.
Gracias Patricia por hacerle cosquillas al ingenio y hacerle derramar su magia.
EliminarUn besazo
EliminarSiete palabras: Soledad, Indiferencia, Entereza, Esperanza, Consuelo, Nostalgia y Distancia, que definen claramente el estado de ánimo en el que se encuentran las personas que tienen que emigrar.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Saludos.
Gracias Javier, por tu empuje y consideración.
EliminarUn abrazo
Cada palabra parece un hada madrina protectora y todas juntas una bondadosa comunidad dispuesta a sacar al personaje adelante, aunque eso sí, al final, aparece Nostalgia para recordarle sus raíces. Sin duda, ese cuaderno pergeñado en compañía de tan nobles damas le acompañará en sus peores ratos. Es probable que se convierta en un gran poeta si no lo es ya. En definitiva, todos estamos lejos de nuestra patria que, según dicen los más antiguos textos, era un paraíso, y todos llevamos dentro historias y versos que nos acompañan durante este peregrinaje lleno de inconcretas añoranzas. Magnífico microrrelato.
ResponderEliminarGracias Enrique, por condimentar mi relato con tus exquisitas palabras. Un abrazo
EliminarParecía que todo estaba dicho ya sobre las tristes circunstancias que envuelven al emigrante cada día. Pero aún estaba por aparecer este gran relato tuyo, en el que pareces haber condensado todo de la forma más bella. Enhorabuena y saludos.
ResponderEliminarGracias Enrique, por tu maestría y generosidad. Un abrazo.
EliminarA la manera de la mitología griega, en este relato se personifican las emociones, cualidades y luchas internas del emigrante. Se nota que ha sido escrito por alguien que no conoce a Indiferencia; te felicito por eso y la calidad de tu texto, anónim@.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Vicente, por tu apoyo y tu capacidad para crear historias. Un abrazo
EliminarMuy bien expresados los sentimientos de un emigrante. A partir de ahora espero que no nos deje Indifencia...
ResponderEliminarEnhorabuena!
Besos
Gracias Pilar, por tu buen hacer y por estar ahí. Un abrazo
Eliminar¡Oh,qué bonito! Es una belleza este relato, de principio a fin, pero me quedo con la última frase, "un mismo suelo recién pintado de nostalgia". Creo que cualquier emigrante se sentirá muy identificado con lo que has escrito.
ResponderEliminarPara este relato tengo en mente un chico y una chica de los que soy muy "fan", me apunto el nombre de los dos.
Besos fuertes.
Malu.
Gracias Malu, por tu ternura y por vestir de gala a las palabras cuando escribes.
EliminarUn beso.
Palabras contundentes, que merecen cada una esa mayúscula de nombre propio, que coexisten a la vez, conviven e interaccionan en unos semejantes azotados por una triste y continua actualidad, víctimas de las circunstancias, sin solución a la vista.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Ángel, por compartir tu capacidad y tu amor por las palabras. Un abrazo
EliminarPrecioso y triste relato sobre la añoranza. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Salvador, por estar ahí y escribir esas historias. Un abrazo
EliminarMagnífico... Poco más que añadir. Me encantó
ResponderEliminarEnhorabuena!!! Besitos
Gracias Carmen, por tu espontaneidad, frescura y la humanidad de tus relatos. Un abrazo
EliminarTodo un poema para la nostalgia, la soledad, la endereza y la pintura de las siete damas atesoradas en su cuaderno.
ResponderEliminargenial. Un abrazo.
Gracias Belén, Por sacar poesía de mi relato cuando la poesía se siente tan cómoda en tu regazo. Un abrazo.
EliminarQué bonito, qué triste, qué sentimientos, qué dura vida, ...
ResponderEliminarqué bien escrito :-)
Un abrazo
Gracias M Carmen, Qué bien me siento con todos esos qués que me brinda tan buena tejedora de historias. Un abrazo
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY a ti qué decirte, viejo amigo...
EliminarMuy bonito contado esa vorágine de sentimientos que acompañan al desarraigo. Me ha gustado mucho. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska, por lo importante que es para mí que le guste a quien escribe con tan exquisito gusto.
EliminarHau un detale en tu relato que seguramente se te ha pasado, pero que me encanta, y si es voluntario e intencionado, mejor, me gusta que escribas la nostalgia con mayúscula.
ResponderEliminarHe conseguido escapar un rato hacia el anonimat, y voy a escribir.
Saludos.
Sí que es intentencionado, José María. Es una de las 7 damas del título y todas ellas están escritas con mayúscula, tratando de realzar su humanización.
ResponderEliminarmuchas gracias por tu comentario