Libertina
Esa tarde, una novela de aventuras deambulaba por el parque ataviada con su rústica encuadernación. La frescura y viveza de sus páginas suscitó el cotilleo entre dos vetustas ediciones de lujo:
—Ni siquiera se pone una sobrecubierta.
—Dicen que trabaja en una biblioteca pública. Ha estado en manos de muchos.
Escrito por Vicente Varas - Twitter
—Ni siquiera se pone una sobrecubierta.
—Dicen que trabaja en una biblioteca pública. Ha estado en manos de muchos.
Genial metáfora con el mundo de los libros 'humanos' como telón de fondo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un saludo.
Pablo.
Muy buena esta conversación de libros, tan real como la vida misma.
ResponderEliminarMuy buen relato, me ha gustado.
Saludos.
Asombroso el juego de palabras :) Un micro delicioso.
ResponderEliminarAbrazos!
Es muy bueno este 50, te felicito por tú "Libertina"
ResponderEliminarMucha suerte, besicos
¡Pero cuánto cotilla hay! Je, je, je.
ResponderEliminarIngenioso y divertido micro. Aplausos a su autor/a.
Ay, pobres vetustas que no tienen una triste mano que acaricie sus lomos ni nadie que les pase página. Seguro que están mal escritas ;)
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un saludo
Ja, ja, ja, ja, ja!!!
Eliminar¡Muy bueno! Siempre hubo clases, y las seguirá habiendo (por desgracia). ¡Hasta en los libros!
ResponderEliminarVa mi me gusta y mi enhorabuena, amiga anónima (o amigo anónimo).
Ay, ay, ay, desde luego, las viejas cotillas siempre poniendo pegas a la sabia fresca y diferente.
ResponderEliminarGenial micro, comparando la vida de los libros lo la de los seres humanos. Tan real como la vida misma.
Besos.
Malu.
No las quiero yo escuchar entonces, hablando de algún Best seller de moda
ResponderEliminarArtillería pesada. Y es que siempre ha habido clases... de libros
Un saludo
En este caso, haber ido de mano en mano es la mejor carta de presentación, algo que nunca entenderá quien está hecho sólo de presencia pero carece de contenido. Muy simpático
ResponderEliminarSaludos
Real como la vida misma. Una metáfora genial.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Enhorabuena!
Besos
Pues muy bien también este relato, volviendo a los libros personas, con todo lo (malo) que ello representa.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Un excelente relato, mezcla de dos viejos cuentos:la zorra y las uvas, y la bella y la bestia.
ResponderEliminarPomposas ediciones que pavonean con orgullo su académica apariencia, que seguramente no invita a la lectura popular, sin considerar que lo importante siempre está en el interior.
Además, todo queda ingeniosamente aderezado con ese tufillo a cotilleo de patio de vecinos del siglo XIX que nunca reconocerán emplear tan excelsas ediciones.
Muy buen relato.
Un saludo.
Muy buena historia y buena metáfora plasmada en 50 palabras.
ResponderEliminarSaludos anónimos.
Tu novela popular gana más simpatías que otros libros aristocráticos, orgullosos, solitarios y, muchas veces, vírgenes.
ResponderEliminarBuen relato.
Esa novela de aventuras encuadernada en rústica levanta pasiones en las estanterías de la biblioteca pública donde trabaja, y esas dos criticonas no tienen a nadie que les meta mano, de lo aburridas que son.
ResponderEliminarUn saludo.
Has hecho una muy buena personificación de esas lujosas y distinguidas obras maestras frente a la casquivana y licenciosa novelucha del montón. Me ha gustado mucho. Un saludo.
ResponderEliminarMuy ingenioso y divertido. Qué bien logrado ese paralelismo con la realidad social de los humanos. Perfecto.
ResponderEliminarEnhorabuena y suerte. Saludos.
Originalísima metáfora sobre el cotilleo, el bulo y la hipocresía. Un abrazo.
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