Luz de gas
Tenías razón. Te he traicionado y no he agradecido todo lo que has sacrificado durante estos años. Sin ti el mundo me habría devorado. Me convenciste y quiero que me perdones porque, como dices, "siempre la cago cuando tomo una decisión".
Reza por mí porque, tonta de mí, me marcho.
Escrito por Ignacio Urtiaga
Reza por mí porque, tonta de mí, me marcho.
Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas...
ResponderEliminarNo, no lo estoy matando. Son aplausos.
Lo único, que mejor no te quedes a decírselo. Mándale un burofax.
Hay gente que se cree el centro del universo y piensan que todo lo que hacen: sacrificio, consejos... es lo correcto. Incluso te dan opinión sin habérsela pedido. Y por supuesto, siempre la cagan los demás. En fin, que me parece muy bien que lo abandone tu protagonista.
ResponderEliminarUn saludo. El título me ha encantado.
Pablo.
Sospecho que en esta ocasión ha dado justo en el blanco con su decisión y que el "sabiondo" tendrá mucho tiempo para lamentarse.
ResponderEliminarSaludos, anónim@.
¡Qué inteligentemente planteada la estructura narrativa de este bien contado relato sobre las degradación y el maltrato! Con una afilada ironía, tu protagonista deposita toda su amargura en esa despedida en la que nos hace compartir su alivio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, desconocid@13.2
Un saludo.
Ahí se queda con sus consejos, a la espera de otra víctima, porque esta le ha salido respondona. Al final lo ha visto claro, después de desmontar esa muralla psicológica en la que la tenía encerrada. Una decisión correcta y liberadora la suya, además de una despedida con estilo.
ResponderEliminarSaludos
El título es muy cinematográfico. Al igual que en la película, a la protagonísta la han intentado engañar. Un maltrato psicológico en toda regla. Al final toma la mejor decisión de su vida.
ResponderEliminarMaravilloso relato.
Enhorabuena. Besos
Muy valiente y acertada la decisión de la protagonista, ya está bien de estar sometida ha esa presión e intolerancia.
ResponderEliminarMuy buen relato, por el tema y como está contado, enhorabuena, me ha gustado.
Saludos,.
¡Toma! Me encanta la forma en la que está contado, sin pena, sin temor, sin resentimiento.
ResponderEliminarBravo por la decisión de la protagonista y felicidades por el texto. Me encanta el título.
Besos.
Malu.
Me parece ver tras este relato a una mala madre, una mujer frustrada de esas que le pasan factura a los hijos por la vida que no pudieron o no se animaron a tener. Sea éste el caso, o el de cualquier otra persona que haya torturado psicológicamente de ese modo a tu protagonista, su decisión final es excelente y el micro también. Me gusta!! Saludos
ResponderEliminarRectificar es de sabios, y "cagar" (con perdón), también.
ResponderEliminarUn saludo
Esa es la mejor y más inteligente manera de apartarse de ese tipo de seres tóxicos, dándoles la razón a las cosas que ellos mismos saben que no son más que patrañas para tener a la otra persona sometida. Muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminarRelato amargo. Suerte que lo has aderezado con unas gotas de sarcasmo, que no deja de ser un primo segundo del humor.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Me habría gustado ver la cara del interlocutor. Gran entereza y seguridad, envidiables ambas, las de tu protagonista.
ResponderEliminarEnhorabuena para ella y para el autor@.
Saludos.