Posibles efectos adversos
Sufrió una intoxicación aguda tras exceder la dosis recomendada. Después de aquel apasionado proceso quedó tan seriamente debilitado su ya delicado sistema afectivo que, desfallecida, tuvo que interrumpir bruscamente el tratamiento. Fue entonces cuando su maltrecho organismo acusó serias alteraciones cardíacas.
Definitivamente, nunca volvería a consultar a aquel atractivo farmacéutico.
Escrito por Chusa RH
Definitivamente, nunca volvería a consultar a aquel atractivo farmacéutico.
Existen muchos de mis colegas que en demasía pueden ser tóxicos, pero lo es más la automedicación.
ResponderEliminarYa me imagino yo a esta persona yendo y viniendo a la farmacia a comprar cualquier cosa para ver al "atractivo farmacéutico". Cuando se trata de estos asuntos del corazón, solo hay una medicina hay que pueda remitir los síntomas y es ser correspondid@.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Este relato lo entiendo muy bien y es que, todos los farmacéuticos somos muy atractivos. ;-)
ResponderEliminarLos problemas del corazón atravesado por las flechas de cupido tienen cura, a veces, pero la medicina no está en las boticas, como a mí me gusta llamarlas.
Saludos.
Pablo.
La solución podría ser comprar caramelitos sin azúcar, que son bastante inocuos, así podría hacer muchas visitas a ese establecimiento. De una manera o de otra la química podría curar a la protagonista, siempre que el profesional la comparta. Aparte, esa adicción que siente es comprensible si se trata de un boticario tan majete como nuestro amigo Pablo, que anda por aquí arriba.
ResponderEliminarSaludos
Saludos
A lo mejor logra 'contagiar' al farmacéutico y así podrán compartir la medicina.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Saludos, anónim@.
Quizás si se atreve a insinuar su atracción se dará cuenta de que es correspondida. El no ya lo tiene, solo debe ahora buscar el sí. A ver si se atreve y ya estará curada. Saludos de Gloria
ResponderEliminarVaya con los farmacéuticos. ¡Encima guapo!.
ResponderEliminarEnamorarse del farmacéutico está visto que es contraproducente.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos.
A falta de interés, de momento, por parte del señor boticario para elaborarle una buena y efectiva fórmula magistral que le alivie los males, yo que ella recurriría a las Juanolas. No mitigan el sufrimiento, pero al menos no acabará intoxicada y están muy buenas. Me ha gustado mucho el micro, es muy ingenioso. Un saludo.
ResponderEliminarSi es que las sobredosis siempre sientan mal. Yo me buscaría a un médico guapo que me ajustara la dosis.
ResponderEliminarBuen juego de palabras.
Besos
Divertido relato con un personaje entrañable. Me parece ideado con gran ingenio y muy bien construido. Me ha gusta sobre todo ese concepto, nuevo para mí, del "sistema afectivo".
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
El enamoramiento es como una píldora: nadie puede predecir exactamente sus efectos secundarios. Eso aseguraba Catherine Deneuve.
ResponderEliminarMil gracias a todos por vuestros comentarios.
Un abrazo.