Antes que amanezca

—¡Siempre que regresas estás un poco más gordo! ¡Te quejas de los viajes, pero sigues y sigues en lo mismo!

Ella continuó gritándole mientras él, tras contemplar la familiar silueta, recordó el motivo de sus ausencias. Tomó la oportunidad y descubrió un deseo largamente acariciado:

—Hay que comprar otra cama.
Escrito por Ruperto

7 comentarios :

  1. Carmen Hinojal10/2/16, 17:50

    Gracioso micro, pero de carácter habitual en las familias que tienen un compañero gordito. Hubiera sido mejor comprar primero la cama, y luego, contárle la verdad, sin que se ofendiera, claro. Además, si él estaba engordando también...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. No sé si tu protagonista quiere otra cama por su aspecto físico o por que está harto de su mujer.
    Buen relato Rupeeto, me gusta.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Ruperto, tu protagonista sólo buscaba una excusa para dormir separado de su esposa. Al fin lo va a conseguir.
    Típico entre parejas que ya no se aman y no se atreven a decirlo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. A grandes o gordos males, grandes remedios. Al final todo se reduce al volumen. ¿O no? Simpático micro, Ruperto. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Un cuentito divertido.
    Suerte, Ruper

    ResponderEliminar
  6. A lo mejor lo que tiene que hacer es comprarse otra casa e irse a vivir sólo.
    En fin, él sabrá...
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  7. Yo conocí a un tipo, que viajaba mucho y cada vez que le veía estaba más gordo. No sé que será de él, creo que se habrá ido vivir a USA, como era su deseo, a seguir comiendo hamburguesas. Creo que simplemente no le gustaba su vida... Apatía.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!