Ausencia
Llevaba años luchando contra la hoja en blanco. La inspiración le encontró frente a ella. Y escribió los versos más hermosos aquella noche. Los leyó hasta que los ojos y la voz le pidieron clemencia. Se sentó de nuevo a escribir y comprendió que había perdido su bien más preciado.
¡Hola, amigo Luis María! Qué alegría encontrarte por aquí. Me ha encantado tu debut, ya se nota cuando me decías que eres poeta. Es un relato lleno de magia. Bienvenido a esta casa.
ResponderEliminarEs que te caigo bien, y me tratas con cariño. Muchas gracias, compañera :)
EliminarCiertamente es muy difícil escribir. Ponerse ante una hoja en blanco (o una pantalla) es más fácil, pero perder las ganas de enfrentarse al reto de la escritura es lo que, creo, finalmente nos hace ausentes.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Luis, y, por supuesto, mi cálida bienvenida personal a la familia cincuentista.
Saludos.
No hay que dejar pasar el tren!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Esto es nuevo para mí, relatos como Haikus. Una buena oportunidad para aprender.
ResponderEliminarBienvenido, Luis. Tu relato define a la perfección el estado del escritor ante la ausencia de su inspiración, o musa.
ResponderEliminarBienvenido.
Pablo
Un precioso relato. ¡Y qué más decir!,¡que enhorabuena!
ResponderEliminarBienvenido, Luis María.
Un saludo.
Esa inspiración caprichosa, que nos tiene a merced de sus idas y venidas, más remolona aún a la hora de aparecer si se trata de un género tan difícil como la poesía.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido, Luis María
Muy original tu propuesta. La inspiración es muy esquiva y hay que pillarla en cuanto asoma. Un abrazo. Gloria
ResponderEliminar¡Mecachis en la mar! Cuando ya había encontrado la inspiración, se recrea en sí mismo y la vuelve a perder.
ResponderEliminarMe lo apunto, no sea que un día me pase a mi.
Saludos cordiales
Bienvenido Luis.
ResponderEliminarEstá claro que la inspiración hay que aprovecharla cuando llega, nunca sabes cuando y como volverá.
Buen relato.
Un saludo.
Es cierto que la inspiración es esquiva. Le gusta vivir tranquila, sin depender de la prisa ni de la ansiedad y cuando menos te lo esperas derramarse con suavidad para descorrer las cortinas de la belleza. Pero también odia la autocomplacencia y cuando la jactancia ocupa su puesto, se marcha de un portazo dejándonos a merced de la repetición y la mediocridad.
ResponderEliminarLuis, tu relato describe muy bien que la inspiración es búsqueda y agoniza con el encuentro. Enhorabuena.
Un saludo.
¡Oh, vaya comentario!
EliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarPues eso digo yo.
EliminarEs un micro muy aleccionador,Luis María. Procuraré tratarla como se merece, si aparece por mi casa, a la amiga inspiración. Muy original. Bienvenido y saludos.
ResponderEliminarNo es fácil ponerse ante una hoja de papel o una pantalla en blanco, cuando en ese momento se abandona la inspiración. Sólo se necesita una idea, aunque sea pequeña, para empezar. Luego esa idea lleva a otra..., así se consigue que no se vaya la "Musa".
ResponderEliminarMuy acerado tu relato.
Un beso.
Muchas gracias a todos, sois muy amables. Un abrazo.
ResponderEliminarAlgo así les debió pasar a todos esos artistas catalogados como one-hit wonder.
ResponderEliminarMe parece un relato muy sensible, agudo y excepcionalmente bien escrito.
Saludos, Luis María.
Bienvenido Luís María!
ResponderEliminarHay veces que la inspiración se resiste a llegar y cuando aparece y escribimos nos queda como un vacío que cuesta volver a llenar, de ahí tu título.
Muy bien contado!
Enhorabuena!
Besos
La autocomplacencia es la aniquiladora de la inspiración. Bajo mi punto de vista, un creador no ha de estar nunca plenamente satisfecho de sus creaciones, de lo contrario, el tiempo que malgasta contemplándolas, es tiempo perdido para seguir creando. Me ha gustado mucho cómo lo has planteado en tu micro. Felicidades y bienvenido, Luis. Un saludo.
ResponderEliminarYo me voy a quedar con la constancia de esos años de lucha.
ResponderEliminarBienvenido. Y un saludo, Luis María