El asesino de la cinta de Moebius (Relatos circulares II)
Se acercó al hombre que, despreocupado, fumaba frente a la ventana. Le rodeó el cuello con la cinta estrangulándolo hasta la muerte. Tomó sus cigarros, prendió uno y disfrutó de la vista pensando en la recompensa. Un destello rojo cruzó sus ojos antes del miedo, el dolor y la asfixia.
Jean, me parece un relato magnífico. Ese destello rojo, que proviene del cigarrillo, no le hace suponer que e el mismo final que su antecesor, le viene de camino. Todo un relato circular con un gran argumento y muy bien escrito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.
Gracias Pablo, tus palabras me alegran mucho, ya que te considero un experto critico de 50 palabras.
EliminarUn gran abrazo.
Jean me parece que ese cigarrillo llevaba algo que acabó con la vida de tu protagonista también. Como pasa algunas veces aquí muere hasta el apuntador.
ResponderEliminarBuen relato Jean, me ha gustado.
Un abrazo.
Hola Javier,como siempre un gusto saludarte.
EliminarLa clave del relato la da el nombre de la cinta, aunque tu interpretación también es muy valida.
Saludos!!!
Jean, muy buen relato. Está claro que el tabaco mata o te matan por el tabaco.
ResponderEliminarEnhorabuena Jean!
Besos.
Hola Pilar, gracias por comentar.
EliminarReleyendo el relato, también se da la posibilidad de que la muerte sea por el cigarro, creo que se le llama a eso Justicia Tabaquina.
Saludos!!!
Hay que ver lo que dan de sí 50 palabras. Una síntesis muy buena del asesinato. Un beso.
ResponderEliminarHola Olga,un gusto conocerte, gracias por tu comentario y rus palabras.
EliminarOtro beso para ti.
Al acabar de leerlo me han venido dos frases/refranes ala cabeza:
ResponderEliminar"Donde las dan, las toman" y "Cuando quieras vuelves"
Buen relato y muy explícito.
Un abrazo Jean.
Hola Isidro (acabo de darme cuenta que antes te leía como Isidoro, jajaja), agradezco tu comentario y la generosidad para considerarlo un buen relato.
EliminarUn abrazo.
Pues yo no estaría muy tranquila si fuera el segundo asesino...
ResponderEliminarJjajajaja, toda la razón Patricia, muy buena observación.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
¡Magnífico, Jean!
ResponderEliminarComo bien sabes, le tengo una estima especial a las matemáticas y, desde ahora, a tu relato. Sospecho que esta víctima/asesino es incapaz de tratar con gente "doble cara".
Un abrazo de Moebius.
Vicente
Jajajaja, ya me imagino el abrazo de Moebius. Estupendo Vicente,se de tu afición por las matemáticas y es una alegría que disfrutaras el relato.
EliminarUn abrazo de Escher para ti.
Sin costuras, con toda la acción concienzudamente dosificada y ondeando el vértigo sobre la cinta del asesinato inagotable. Esta historia, que me la imagino en el anochecer de cualquier suburbio de 'Sin City', es a la vez crimen y castigo, y que, entre muchas interpretaciones, podría tener la de una amarga crítica al bucle infinito que genera la violencia.
ResponderEliminarDe sobresaliente, Jean. Enhorabuena.
Un abrazo
Hola Antonio, me gusta la forma que la imaginas (también soy fans de Sin City,sobretodo los comic de Miller) y la lectura de crimen y castigo, así como lo del bucle infinito que genera la violencia, yo no podría haberlo dicho mejor.
EliminarUn gran abrazo.
Si se trata de Moebius... ¿el segundo asesino es el primer asesinado?
ResponderEliminarSi es el caso, se pueden tirar así la vida entera (la de otro, no la suya que se acaba a cada cigarro ;-)
Un beso Jean
Hola M. Carme Marí.
EliminarExacto!
Te has ganado una cinta para el pelo de regalo (no de Moebius).
Un beso y un abrazo.
Sí, muy circular y buena esta historia, me gusta la naturalidad de cómo la cuenta.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
Hola Beto, gracias por lo da naturalidad, mis tuercas y engranajes se aceleran haciendo hoy un androide feliz. :S
EliminarSaludos!!!
Gracias Juanjo, me honras con lo de cine negro.
ResponderEliminarUn gran saludo.
¿Puedo copiar el comentario de Antonio Bolant? ¿No? Bueno, pues... confesaré que en una ocasión intenté hacer una cinta de Moebius, pero las manualidades huyen de mí antes, incluso, de preparar los materiales. ¡Cómo podía imaginar yo entonces que dicha cinta se podía escribir!
ResponderEliminarEntonces no te conocía, Jean; ahora que te conozco, o que te "vislumbro a nivel subatómico" en mi imaginación (como tu pareja de científicos del mes pasado), ya me lo creo todo, y, además, lo disfruto.
Abrazo con beso con abrazo con beso con...
Me imagino con tu vestido de princesa Disney, en la torre del castillo tratando de hacer títeres para contar el amorío entre la Primavera y el Invierno, y ofuscada al no lograrlo, mandando a cortar la cabeza de 20 peones titiriteros de Margaritalandia.
EliminarPor mi parte me doy mas que pagado por que disfrutes los relatos y creas que todo es posible (que lo es!).
Un abrazo - beso en formato cubo Rubick.
Matemático no soy pero me gusta la ciencia en general, más aún cuando se sabe combinar con el arte, como esos dibujos imposibles de Escher, o este relato. Pensar que toda acción tiene reacción en alguna parte, antes o después, no es tanto justicia como una consecuencia inevitable dentro de un formato circular, un laberinto borgiano del que tu protagonista parece que no va a salir bien parado en la segunda parte, aunque apuesto porque nos sorprenderás, quizá esa secuencia lógica termine rota de alguna forma. Esperaremos con interés. Tus propuestas son originales y, si me lo permites, también eruditas. No sé cómo me perdí la del mes pasado, algo que acabo de subsanar.
ResponderEliminarUn abrazo
Mi muy estimado Ángel, me has dejado con una enorme sonrisa con tu comentario. Que mis propuestas sean originales y eruditas es uno de los mejores premios que me han dado, los agradezco inmensamente.
EliminarUn abrazo.
Creo que el día que explicaron en la escuela lo de la cinta de Moebius no fui a clase, quizá estuve con los colegas fumando cigarrillos y jugando al futbolín, así que tengo una vaga idea al respecto de lo que en realidad es el curioso objeto.
ResponderEliminarPor lo que he podido informarme, parece ser que, en según que circunstancias, podría ser algo así como un bumerán utilizado por un inútil, el cual, acabaría dándose a sí mismo en las narices con su propia arma. Es decir, algo similar a lo que le ocurre al protagonista de la historia.
El microcuento tiene el sabor del cine negro, de los sicarios, del cazador cazado, de las conspiraciones inacabables y de esos mundos siniestros donde los problemas se resuelven de forma violenta; y en los que, en la mayoría de las ocasiones, se cumple la sentencia bíblica de quien a hierro mata a hierro muere.
No sé si la escena sucede en Sin City, como apunta Antonio, o en Con Village, pero hay mucha historia para rascar, no sé si el asesinado quería morir y, a su vez, llevarse a su asesino por delante, no sé si utilizaba esos cigarrillos para matar a sus víctimas, sicario también él. Sea como fuere, seguiré dando vueltas por la cinta de Moebius a ver si se me aclaran las ideas.
Un saludo afectuoso y enhorabuena, Jean.
Hola Enrique, en resumen una cinta de Moebius es una tira de papel en donde se gira para que las puntas A y B de un lado sean pegadas a las puntas B y A del otro extremo. De esta forma se obtiene una cinta con un solo lado.
EliminarMe gustan las interpretaciones que se da a la historia y el detalle de los cigarrillos, me gusta mucho además el toque negro que le imprimes.
Un gran saludo y que tengas buena semana.
Yo lo interpreto como una continuación del acto en un bucle, como la cinta, y en la que víctima y verdugo se convierten en uno. Un micro y una serie muy interesantes, Jean. Felicidades y un saludo.
ResponderEliminarEsa es la interpretación que también le di al escribirla.
EliminarMuchas gracias Matrioska, que tengas excelente semana.
Bueno, supongo que así estarán hasta que se acabe el tabaco o que empiecen a preocuparse.
ResponderEliminarMuy buen relato, Jean. Consigues, además de hacernos persar (hasta bloquearnos), que estas cincuenta palabras se conviertan en infinitas.
Saludos y enhorabuena.
Gracias por tus palabras Enrique, pensar hasta doler la cabeza es uno de mis objetivos con esta serie.
EliminarUn gran saludo.
Tienes un estilo muy particular Jean. Estoy expectante por si hay o no, tercera parte.
ResponderEliminarUn saludo,
Gracias Raquel por tu comentario, lo recibo muy feliz.
EliminarSi hay un tercer micro en la serie.
Saludos.
¿Solo dos asesinados? Bueno, es verdad que cincuenta palabras no dan para mucho más, pero con tu ingenio y tu espléndida manera de narrar, en tu relato dejas, Jean, muy bien formada un sin fin, esa cadena o correa, cerradas, que pueden girar de forma continua y que, como bien indica su nombre, no tiene final. De hecho, ya se intuye en tu texto que hay un tercer asesino que, seguramente, también será asesinado. ¡Esto es un carrusel de la muerte! ¡Y con el tabaco de por medio!
ResponderEliminarVa mi me gusta y también mi enhorabuena por tu circular historia.
Un fuerte abrazo.
Gracias José por tu comentario, agradezco los halagos que me haces.
EliminarY si, los muertos podrían ser o bien infinitos o bien un solo asesinado que muere infinitas veces.
Que tengas un muy buen fin de semana. Un gran abrazo.
Con una atmósfera propia muy bien recreada, has vuelto a hacer presentes las palabras de Rubén Blades: "Pedro Navaja, matón de esquina, quien a hierro mata, a hierro termina".
ResponderEliminarEstupendo relato y estupenda serie circular, Jean. Adelante con ella.
Muchas gracias Carles, un gran placer que te gustara.
EliminarLa próxima entrega sera la ultima de la serie circulares y luego: "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...".
Saludos navajeros.
Después de que el señor Google me ha informado sobre la cinta de Moebius, he entendido mucho mejor el relato circular, querido Jean.
ResponderEliminarPero una de dos, o escoge otro tipo de cinta o deja de fumarse los cigarrillos de su víctima, porque si no esto no va a acabar nunca.
Genial, besos.
Malu.
Hola Malu, pues al parecer esto va a eterno, ni la cinta y ni dejar de fumar lo piensan cambiar...
EliminarSaludos y otro beso para ti, que tengas bonita semana.
El concepto de eterno retorno pero con un hecho puntual. Desde luego, es un relato circular, como la cinta, de una sola cara, pero de infinitas interpretaciones. Muy bueno, Jean. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Salvador, esto es lo que llaman los orientales la rueda del Samsara (posiblemente equivalente a la rueda de la fortuna de tarot), el eterno retorno, la repetición incesante de las mismas cosas, ya sea cada día, cada 10 años, cada miles o cientos de miles.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, un gusto hablar contigo, un gran abrazo.
Saludos.