El cambio
Con precisión de cirujano comenzó a marcar, justo en el medio de la eme, una línea un poco más ancha y profunda. Ni siquiera la primera gota de sangre que brotó de la palma de su mano izquierda lo acobardó. Esta vez estaba dispuesto a cambiar para siempre su futuro.
Si confía en la lectura de manos esta claro que va a modificar su futuro, aunque pienso que es más profundo el cambio que quiere dar a su vida, o incluso acabar con ella.
ResponderEliminarBuen relato Tati.
Besos.
Muchas gracias Javier. La desesperación, sin duda, no suele ser buena consejera.
EliminarUn abarazo.
No sé si conseguirá engañar al destino, pero creatividad, y ganas, no le faltan. Le deseo una buena ventura.
ResponderEliminarSaludos, Tati
Gracias por tu comentario Margarita. Besos.
EliminarPodrá cambiar su futuro pero, para empezar, el presente ya le está resultando doloroso y sangriento. Un sacrificio que tiene que hacer si quiere que la buenaventura le sea propicia.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Tati, junto al deseo de que tengas mucha suerte. Pero eso sí, sin forzar el destino...
Un saludo muy cordial.
Gracias por el apoyo y el aliento José Antonio. Un abrazo.
EliminarBueno, en este caso, bien puede decirse del protagonista que cambiar el destino lo tiene a mano.
ResponderEliminarBuena historia, Rosa.
Suerte.
Esa cicatriz en la mano no sé su le valdrá para que su destino cambie, aunque si así lo cree él, pues adelante.
ResponderEliminarQue relato más ingenioso. Me encanta la idea que tuviste, Tati.
Un beso.
Como suelen decir "la suerte está en tu mano", por eso tu protagonista quiere cambiar su destino. Espero que al hacerlo en la mano izquierda, que es la del corazón, consiga al menos ser feliz.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Tati.
Enhorabuena!
Besos
Magnífico Tati. Me ha encantado, aunque reconozco que he tenido que repetir la lectura Jejejeje. Enhorabuena. Besitos
ResponderEliminarBien narrado hasta que punto puede llevarnos la desesperación, y la ignorancia. No sabremos si conseguirá esa ansiado cambio, pero seguro que ahora, coma antes, el destino está en sus manos.
ResponderEliminarUn saludo, Tati
Puede que la quiromancia sea una superchería, pero si a tu protagonista le sirve marcarse a cuchillo las líneas como panacea para el cambio, pues mira tú qué bien. Un micro original, Tati. Un beso.
ResponderEliminarQuien crea que el destino está definido por las líneas de la mano, es lógico que piense que puede modificarlo si dibuja nuevas rayas. Si lleva esta creencia al extremo y lo hace muy profundamente podría llegar a desangrarse, con lo que el cambio sería total, que quizá sea lo que busque tu protagonista.
ResponderEliminarSaludos, Tati
No me cabe duda de que esa determinación de tu protagonista cambiará su sino.
ResponderEliminarMe gusta bastante la idea y el modo en que la has contado, Tati.
Enhorabuena y saludos.
Dada su forma de pensar, creo que el protagonista del microcuento podría haber hecho algo menos drástico que rajarse la mano para modificar la línea de la vida, si su intención era cambiar el destino. Por ejemplo, taponar el agujero del reloj de arena, o darle un mazazo al péndulo del reloj del salón, o quemar los calendarios, un suponer.
ResponderEliminarPero lo que trasluce el microcuento es algo realmente serio y profundo: nuestras ansias de trascendencia y de inmortalidad.
De ahí la búsqueda de la fuente de la eterna juventud, la reencarnación, la invención de paraísos donde viviremos una vida eterna y feliz. Todo menos diluirnos en la nada.
Así que tras lo que puede parecer la estupidez de un botarate o la locura de un enfermo, subyace el tema central de la existencia.
Enhorabuena y mis saludos, Tati.
Tiene determinación pero... ¿apunta en la dirección adecuada? Quizás debiera de usarla de otro modo. Quizá.
ResponderEliminarMe gustó porque hasta el final no descubrí lo que estaba haciendo.
Soy muy respetuosa con los desesperados porque representan el sufrimiento llevado al límite. Además, puedo pensar que si el protagonista piensa en el futuro, quizás ese acto de apariencia suicida sea una forma de "comprar el billete" para viajar a otra vida. Otra vida en la que alcanzar ese cambio que persigue y que titula este estupendo micro. Felicidades y saludos, Tati.
ResponderEliminarEl destino nunca está marcado, nunca depende de otros, y mucho menos de las lineas de la mano. Gran sacrificio está haciendo, para nada. Debe tener un destino horrible, para que le lleve a hacer estas cosas.
ResponderEliminarMuy intenso. Un beso.
A muchas personas les encanta hacerse trampas en el solitario. Hasta, los hay que eso les va muy bien.
ResponderEliminarAllá ellos, oye!
A mí me ha gustado el relato (Y hasta la idea. ¿Quién sabe? Si un día me veis una cicatriz en la mano, pedidle cuentas a Tati Jurado).
Jejeje!
Va mi me gusta. Jurado
Por algo se empieza. A lo mejor ese cambio sea superficial, pero no por eso menos radical. A veces, necesitamos creer en algo, aunque más no sea un talismán, para tomar coraje y emprender ciertos caminos.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un beso, Tati.