El cuerpo del delito
Era noche cerrada cuando sacó el pesado bulto del maletero. Al arrastrarlo oyó que gritaban su nombre y un halo de luz le iluminó la cara.
Mientras volvían a casa suplicaba a su mujer que le perdonase por intentar deshacerse de la cinta de correr que ella le había regalado.
Mientras volvían a casa suplicaba a su mujer que le perdonase por intentar deshacerse de la cinta de correr que ella le había regalado.
Encarna, ingenioso y muy divertido. Excelente tu estreno.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Besos.
Encarna, lo han pillado con las manos en la masa. Tendrá que pensar en un plan B si quiere que su mujer le perdone y librarse del cuerpo del delito.
ResponderEliminarMuy bien llevado hasta el final.
Enhorabuena!
Besos
Buen relato Encarna, al empezar a leerte he pensado en un asesino y un cadaver, pero tu final me ha sorprendido.
ResponderEliminarBienvenida a 50plabras.
Besos.
Felicidades, Encarna, has creado la escena fantásticamente. Me ha parecido un micro muy visual y original. Un saludo y bienvenida.
ResponderEliminarEs que hay regalitos de los que más vale deshacerse. Pobre hombre, yo creo que ya no se libra de usarlo.
ResponderEliminarUn buen giro, Encarna.
Visto lo visto, el cuerpo que tiene delito es el del protagonista, al que imaginamos lleno de excesos. Mucho tiene que quererle su mujer para haber tenido ese detalle con él; más tendrá que quererle a partir de ahora para perdonar ese acto ejecutado con nocturnidad y alevosía. Simpático relato.
ResponderEliminarSaludos y bienvenida
Qué tiempos aquellos en que se nos regalaba corbatas y colonia. Muy cómico este relato, Encarna. Me ha divertido.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Me alegro de que OS guste mi relato
ResponderEliminarMuy gracioso tu relato. Me gusta como empiezas metiéndonos en lo que creemos que es un crimen, para acabar con la cinta de correr. ¡Es que ocupa mucho! jajaja.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué bien has conseguido engañarnos, Encarna! Puedo entender perfectamente al marido intentando deshacerse del artilugio, aunque también a la mujer, ya que supongo que se habría gastado una pasta en el regalito...
ResponderEliminarMuy logrado y divertido. Saludos.
Ja, ja, ja ... ¡Ay, Encarna, qué relato tan visual y tan divertido!
ResponderEliminar¡Ese cuerpo, que no quiere tener tipazo, qué le vamos a hacer!
Un beso.
Malu.
Encarna, me arrancaste una sonrisa y la promesa de hacer dos kilómetros más de cinta esta semana. Saludos.
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