La huella del carmín
Abrí la cartera. Todo el color de mi cara desapareció de repente.
A lo lejos oía gritos que me pedían explicaciones mientras me zarandeaban violentamente. Bloqueado, observé el billete marcado por aquellos labios rojos.
En ese momento lo recordé todo y mi mundo cambió para siempre, aunque yo fuera inocente...
En ese momento lo recordé todo y mi mundo cambió para siempre, aunque yo fuera inocente...
Parece que las explicaciones de tu protagonista no fueron convincentes pese a su inocencia, el carmín es peligroso.
ResponderEliminarBuen relato JuanMa.
Un abrazo.
JuanMa, me parece que el protagonista no es tan inocente... demasiado evidente para su mujer.
ResponderEliminarBien contado.
Besos
La huella del carmín y luego la tormenta. Cuando llueve no hay explicación que sobrepase al hecho de mojarnos.
ResponderEliminarPues quizás era lo mejor que le podía pasar. A los/las que zarandean violentamente, mejor tenerlos bien lejos.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Buen relato, JuanMa, aunque la historia se queda un poco huérfana con ese final. Inocente o no, me temo que se ha caído con todo el equipo. Un saludo.
ResponderEliminarNos dejas con la duda, de que pasó con ese billete. Porqué era inocente...
ResponderEliminarYa nos contarás. Un beso.