La primera experiencia
(¿Qué pasa? ¿Por qué me empujan? ¡No me empujen! ¡Me duele! ¡Me hace daño! ¡Me está aplastando la cabeza! ¡No sigan! ¡Van a aplastarme! ¡Me están retorciendo toda! ¿Qué es ese brillo? ¡Me ciega! ¡Y qué frío hace! ¡No me golpeen! ¡Me estoy mareando! ¡Ahhhg!).
—¡Enhorabuena! Ha tenido una niña.
—¡Enhorabuena! Ha tenido una niña.
Genial forma de contar un parto, desde el interior.
ResponderEliminarMuy bien parido esté 50 palabras.
Me ha gustado Joaquín.
Saludos
Muchas gracias. Esta Primera experiencia es mi primera experiencia aquí. Me alegro de que te guste
Eliminar¡Y vaya experiencia! (También para la madre). ¡Y no te cuento lo que viene después! ¡Ahí sí que hay experiencias! ¡Y tan dolorosas e inesperadas como esta primera!
ResponderEliminarBuen relato, Joaquín. Va mi me gusta por delante y con este mis saludos más cordiales.
Muchas gracias.
Eliminar¡Ah! Y bienvenido a la comunidad cincuentista. Deseo que esta primera experiencia no sea la última.
EliminarUn abrazo.
La verdad es que me ha hecho mucha ilusión ver mi primera publicación, y tengo la intención de que no sea la última. Gracias.
EliminarUn abrazo
Se dice que en esos primeros momentos se tiene conciencia, pero no uso de razón. Esa niña recién nacida no habría sabido expresar con tanta intensidad el acontecimiento, sin duda traumático, pero de haberlo hecho, habría sido como se ha descrito en ese párrafo entre paréntesis. El dolor físico y la alegría de la madre merecerían otras cincuenta palabras por lo menos. El resto de esa vida que ahora empieza, al menos, una novela.
ResponderEliminarUn saludo
Con lo a gusto que se debe estar ahí dentro, si tuviéramos uso de razón no saldríamos ninguno. ;-)
EliminarGracias por el comentario
Mantenido la tensión hasta el final. Muy bien contado. Con final feliz, aunque con lo que le espera aquí fuera ahora que lo pienso... no sé. Ojalá que sí. Seremos optimistas.
ResponderEliminarGran estreno. Bienvenido, Joaquín.
Pablo.
¡Claro que sí. Siempre optimistas!
EliminarMuchas gracias
Quise decir al principio manteniendo, no mantenido. Ciudad del móvil. Yo también espero que publiques muchos más.
EliminarEspero que, como ya comenté una vez por aquí, esa no sea la primera experiencia ni sensorial ni emocional en este mundo, lo que parece claro es que ninguno la recordamos. Si fuese de otro modo, seguro que sería bastante aproximado a lo que has escrito. Bienvenido a Cincuenta, Joaquín. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska
EliminarPor ahí hemos pasado todos. Pero menos mal que no lo recordamos, porque yo creo que estaríamos traumatizados.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, Jaoquín. Un beso.
Otro punto de vista sería el de los "Cesáreos", algo menos traumático físicamente ;-)
EliminarGracias Olga
Has relatado muy bien la experiencia traumática del parto para la niña. El de la madre lo he vivido, me ha encantado vivirlo desde la otra protagonista de la historla.
ResponderEliminarTe doy la bienvenida a la familia Joaquín. Enhorabuena!
Besos
Muy bien elegido el punto de vista de la niña, y el cambio al final que informa del parto. Buen comienzo y suerte. Saludos.
ResponderEliminarVamos leyendo sin saber dónde está la protagonista... hasta la sorpresa final.
ResponderEliminarPues debe ser una experiencia muy dolorosa, ya dicen que no recordamos nada de bebés, con tantos problemas y sin entender nada...
Un saludo.