La senda del dinosaurio
Convencido de que su relato llegaría a ser conocido en todo el mundo, visitó, con él bajo el brazo, a quince editores ofreciéndoles su publicación. Aun reconociendo su ingenio, ninguno quiso asumir el riesgo de lanzar un libro con una sola página. Decepcionado, Augusto Monterroso lo incluyó en una antología.
Grande, Rafa. Homenaje al microrrelato más famoso de todos los tiempos y que aparece en multitud de antologías: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí", es el ejemplo de las miles de interpretaciones que puede tener un texto tan corto. Gran homenaje al micro, al gran Monterroso y, de camino, al lugar donde se hizo la última quedada cincuentista.
ResponderEliminarEnhorabuena, Rafa. Me ha encantado.
Pablo.
Gracias, Pablo. Todo microrrelatista, en algún momneto de su vida, debe hacer un alto y una reverencia a Monterroso. Esa es la mía.
EliminarAbrazo.
Muy bueno Rafa, me ha encantado. Te contesto aquí, porque todo lo que quería comentarte ya lo ha hecho Pablo el primero.
EliminarUn saludo,
Pues te didico también a tí mi respuesta a Pablo.
EliminarGracias, Raquel.
Un beso.
muy bueno. Un finalista, espero.
ResponderEliminarMás que finalista, terminal jajaja.
EliminarGracias, Luisa.
Besos.
Buen relato Rafa,en el cual rindes homenaje a Monterroso, y por lo que leo en el comentario de Pablo a muchas más cosas.
ResponderEliminarEs tan difícil que publiquen un libro de una sola página para un microrrelato, pero siempre nos quedaran estas 50palabras donde leer relatos tan buenos como el tuyo Rafa.
Un abrazo.
Aquí, en Cincuenta Palabras, como el mío y mucho mejores, por supuesto.
EliminarGracias, Javier, por tus comentarios.
Abrazo.
Si Monterroso levantara la cabeza, te pediría que también fueras su padrino.
ResponderEliminarGenial como siempre, pero no me lo tengas muy en cuenta porque sabes que te tengo enchufe, jejeje!
Abraçada amic, com tu dius.
Jajaja, aunque me lo pida de rodillas, ahijado no hay más que uno.
EliminarForta abraçada, company i amic.
Estupendo, desde el título al punto final.
ResponderEliminarIntentaré escribir para ti el comentario más pequeño del mundo, Rafa:
«Gracias».
Enorme, ese comentario más pequeño del mundo. Va otro de retorno un poco más largo: muchas gracias.
EliminarAbrazo.
Estos editores a veces no tienen buen ojo, es lo que sucede con los verdaderos innovadores. Menos mal que, a veces, la vida parece que hace justicia a los que saben abrir una senda que luego es seguida por muchos.
ResponderEliminarUn abrazo, microrrelatista
Qué absurdo, poner en manos de tales tiranos el monopolio de la difusión del talento. A ver si la revolución tecnológica lo arregla.
EliminarAbrazos, amigo Ángel.
Espléndido homenaje a Monterroso y a su micro del famoso dinosaurio, Rafa. Enhorabuena. Saludos
ResponderEliminarGracias, Juana.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Grande!
ResponderEliminar¡Enorme! tu comentario.
EliminarGracias, Margarita. A ver si nos volvemos a escuchar en ReC.
Besos.
Rafa, una magnífica forma de dar valor al microcuento.
ResponderEliminarVa mi me gusta.
Enhorabuena!
Besos
Gracias, Pilar. Celebro que lo percibas así.
EliminarBesos.
Creo que Pablo lo ha clavado, al leer tu micro, he pensado exactamente lo mismo que él. Felicidades, Rafa. Un beso.
ResponderEliminarPues reitero lo dicho a Pablo pero esta vez con la gratitud para Matrioska.
EliminarBesos.
¡Que infravalorado está el micro! De repente he pensado con tu relato en Jorge Luis Borges.
ResponderEliminarUN beso
¡Cuánto honor, que mis letras te lleven a Borges!
EliminarGracias, Olga.
Un abrazo.
A muchos editores sólo los mueve el dinero y aunque reconozcan lo novedoso no toman el riesgo. Rafa buen homenaje de un grande a otro grande. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
No exageremos, Beto, entre él y yo hay dos grandes pero los dos se llaman Augusto.
EliminarGracias, amigo.
Rafa, me ha encantado tu homenaje a Monterroso. No todo el mundo valora como se debe a los microrrelatos. El tuyo me ha encantado. Te felicito.
ResponderEliminarPor lo menos los que transitamos por aquí sí los valoramos. Gracias, Alma.
EliminarAbrazo.
No solo estaba allí, sino que se iba a quedar para recordarnos la magia que puede haber en las palabras (elegidas y ordenadas adecuadamente, claro).
ResponderEliminarMuy bueno, Rafa. Un abrazo.
Ya, y para siempre, inolvidable.
EliminarGracias, Enrique,
Abrazo.
Buen 50 y buen homenaje a ese dinosaurio. Es una gozada leerte siempre. Acertado y con una maestría en tus historias que gusta perderse en ellas o ser mero lector en modo "disfrutando".
ResponderEliminarUn abrazo Rafa.
Todos los que nos movemos por aquí tenemos una deuda de gratitud para con Monterroso. Excesivas tus palabras hacia este humilde juntaletras. Pero encantado.
EliminarBesos, Mª Belén.
El dinosaurio ha dado ya la vuelta al mundo y con comentarios como el tuyo continuará su andadura.
ResponderEliminarEse dinosaurio ya es inmortal. Fíjate que aún sigue ahí.
EliminarGracias, Crispín.
Abrazo.
¡Mastodóntico cincuenta (tan descomunal como ese dinosaurio y la senda que pisa)!
ResponderEliminarExcelente recreación de la más que probable odisea que el gran Monterroso tuvo a buen seguro que hacer para dar luz editorial a sus creaciones, las breves.
Va mi me gusta (¡muchísimo!), Rafael, y me descubro ante tu ingenio (aquí y en otros foros literarios). ¡Enhorabuena!
Un fuerte abrazo.
Para descomunal tu comentario, José Antonio. Si uno ya disfruta escribiendo "cosicas", que encima encuentre a quien le gustan y se entusiasme ¡¿qué más se puede pedir?!
EliminarAbrazo fuerte.
Me gustan mucho los libros sobre libros, la metaliteratura. En el caso de tu fantástico micro podríamos hablar de un metamicrorrelato. Has creado una gran historia alrededor del famoso micro de Monterroso.
ResponderEliminarSaludos, Rafa.
Creo que la metaliteratura siempre conlleva cierto riesgo o su alcance puede ser limitado. Pero también es cierto que este foro es terreno abonado y el riesgo se disipa.
EliminarGracias, José.
Un abrazo.
Normalmente me haces sonreír, pero hoy me has arrancado una lagrimita, bandido.
ResponderEliminarAbrazos, Rafa.
Te he pillado con la guardia baja.
EliminarAbrazo fuerte, Carles.
Una genialidad que nos traigas a Monterroso y nos cuentes su periplo com el dinosaurio.
ResponderEliminarMe encantó.
Un beso Rafa.
Malu.
Un periplo para descubrir los límites físicos que encuentra el talento.
EliminarGracias, Malu.
Besos.
Genial homenaje a Monterroso. Un micro que nos inspira y que bien merece un libro con cubierta de oro y lomo de alabastro. Enhorabuena, Rafa. Un abrazo.
ResponderEliminarSi no lo tuvo Don Augusto no quedan muchas esperanzas.
EliminarGracias, Salvador.
Abrazos.