Sin fulgor
Delia sigue aún en el mirador, encenderá la luz muy pronto. La noche llega con un opaco cielo que no deja ver el fulgor de las estrellas. Mientras, cavila que, cuando la Luna se enreda, tiene su explicación. La negrura se torna sobre su mesa de camilla, un sinsentido más.
ResponderEliminarBuen relato Carmen, al leerte se ve como la oscuridad va cubriendolo todo, incluso a la protagonista, que la veo yo como pesimista.
Me ha gustado Carmen.
Un abrazo.
Gracias Javier, a veces la negrura y el pesimísmo van unidos...
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A veces la noche resulta especialmente oscura, al igual que el interior de una casa, pero a menudo no suele deberse tanto a un fenómeno climatológico, como a las penumbras que son las que realmente pueblan en ese momento nuestro interior. Nadie puede ser ni sentirse brillante las 24 horas de todos los días del año, hay que asumirlo, sin dejarse llevar por la melancolía.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen
Ay, Ángel el fulgor de las palabras anula la melancolía...
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Se ve claramente al leer tu micro que a la protagonista le cubre la oscuridad y ella se resigna sin hacer nada por cambiarlo.
ResponderEliminarLo has contado Carmen con bellas palabras.
Enhorahuena!
Besos
Muchísimas gracias Pilar por tu comentario
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Toda oscuridad tiene su lado de tristeza. Si te abandonas en ella ni el fulgor de la luna podrá iluminar una sonrisa.
ResponderEliminarUn 50 en tono poético, bello y sentido.
Un beso grande Carmen.
Da gusto tener a lectores tan sabios, gracias MªBelen.
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Carmen, poético relato en el que la oscuridad interior de Delia, es mayor que la de la noche.
ResponderEliminarMuy bonito.
Pablo.
Me alegra que te haya gustado Pablo, un placer tus comentarios...
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Me he quedado enredada en la luna. Me gustaría oír la explicación.
ResponderEliminarTriste, denso y asfixiante. Objetivo conseguido.
Un saludo, Carmen.
Me gustan tus calificativos, Margarita. Muchísimas gracias escritora...
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¡Fulgurante historia! Me ha deslumbrado esa imagen de la luna enredada (y también enredadora).
ResponderEliminarVa mi me gusta, Carmen, porque nos dejas un microrrelato de esos que gustan por lo bien escrito que está y por esa sucesión de sugerentes imágenes visuales y poéticas.
¡Enhorabuena, mucha suerte y saludos muy cordiales!
¡Oh, muchas gracias! Estas cosas que me dices, dan ánimo para seguir escribiendo. Y sí, han sido sugerentes mis imágenes en palabras, todavía me alegra más
EliminarBesicos, José Antonio
Me gusta cómo fijas en el micro esa atmósfera oprimente que embelesa a tu protagonista. Me ha gustado mucho, Carmen. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Matrioska por tu amable comentario...
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Me da la sensación de que fuera un eclipse. La luna se oscurece y deja todo en penumbra, cubierto de sombras.
ResponderEliminarMuy bonito tu relato.
Un beso.