Días aquellos...

Julio llegó tres días tarde. Agosto tardó una semana en aparecer. Con setiembre empeoró la situación. Octubre fue un desastre.

Hoy, que hace un año que es hoy, padre ha recordado cuando era niño y lo primero que se hacía en la escuela era escribir la fecha en la pizarra.
Escrito por Dídac Marín Hernández - Web

40 comentarios :

  1. La memoria puede ser tan fugaz como el tiempo. Triste micro que me ha dejado una sensación de melancolía y ternura que va a durar todo el día. ¡Me ha encantado!

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    1. Ya llega el final del día Raquel, tiempo de memoria fugaz. Gracias.

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  2. El tiempo pasa, la memoria empeora, los recuerdos que quedan siempre son los más lejanos, y sin embargo hoy no saben si es hoy.
    Buen relato Didac.
    Un abrazo.

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    1. Por los recuerdos que se quedan, gracias Javier.

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  3. ¡Extraordinario, Didac! No tardes tanto en volver.

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  4. Didac, los tiempos han cambiado, nada es como antes y para el padre el tiempo se ha detenido y sus problemas de memoria lo llevan a recordar su infancia. Muy tierno y real.
    Enhorabuena!
    Besos

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    1. Pilar gracias, porque el tiempo no se detenga.

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  5. Buen relato el tuyo, Didac, en el que el presente se desfigura con imágenes del pasado, cuando la memoria no es capaz de discernir entre uno y otro.
    Va mi me gusta y también mi enhorabuena.
    Saludos.

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    1. Gracias José Antonio, que la memoria siempre sea capaz.

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  6. Después de haber caminado tanto y ya, seguramente, en la recta final, no está mal ese regreso involuntario al principio. Una forma muy original de contarlo.
    Un beso.

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  7. No he podido evitar dar un suspiro, lo has contado tan bonito que me ha entristecido recordando a una persona que pasó por lo mismo. Me encantan los micros cargados de sentimiento y que provocan emociones.
    Felicidades Didac.
    Besos.
    Malu.

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    1. Gracias Malu, que nunca falten las emociones.

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  8. Con la mente perdida en el calendario, se buscan apoyos en un pasado borroso. Para ciertos enfermos, las horas no pasan, golpean desde dentro y derriban los recuerdos como un castillo de naipes que se convierten en un montón de cartas mezcladas y confusas. Y cuando el tiempo deja de tener sentido, sólo nos queda el aroma de la infancia.
    Has sabido reflejar con ingenio y destreza todo ese sentimiento de devastadora ternura que acompaña a esa terrible enfermedad que es el cáncer del alma.
    Gran relato, Dídac. Enhorabuena.
    Un saludo

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    1. Por el aroma de la infancia. Gracias Antonio.

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  9. Me gusta mucho como cuentas el progresivo deterioro de las facultades psíquicas de tu personaje y la comparación que haces con la medición de un tiempo, que para él ya no encaja en el calendario convencional. Me sugiere la imagen de un viejo y bello reloj, que cada vez atrasa más, al que nos vamos acompasando y no podemos renunciar.
    Saludos, Dídac.

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  10. En la vejez, los recuerdos que más vivos suelen estar son los de los primeros años de la vida, es algo que he observado en las personas de mi familia que han llegado a la senectud, no sé si ocurre lo mismo con los enfermos de Alzheimer y otras enfermedades mentales que van borrando con alevosa goma los recuerdos que la vida ha ido dibujando en ese magma de nuestras circunvoluciones cerebrales.
    Lo cierto es que el padre del narrador se agarra a aquel recuerdo de infancia para luchar contra el naufragio que ha sufrido en las oceánicas aguas del tiempo, para caminar por esa confusión de las horas similares a edificios anodinos que no destacan los unos de los otros.
    El final hacia el que se dirige ya sabemos cuál es, y eso hace aún más estremecedora la historia que con cuatro pinceladas –las que hacen posible cincuenta palabras- tan bien has perfilado.
    Enhorabuena y un saludo.

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    1. Enrique, muchas gracias por estas preciosas palabras. Un saludo.

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  11. El cuerpo que se deteriora hasta el final irreversible conduce a recordar el pasado con añoranza, en medio de un presente cada vez más penoso y con vistas a un futuro de lo más incierto. El principio del fin es mirar atrás. Triste y emotivo.
    Un saludo

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  12. Muy bueno. Sí, señor. Original, diferente.
    Felicidades!

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  13. Un bucle en el tiempo que nos trae el pasado. Me ha gustado tu microrrelato, Dídac.

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  14. ¡Qué bueno, Dídac! Con esa definición del olvido del primer párrafo, me has conquistado.
    Enhorabuena.
    Un saludo

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    1. Gracias Margarita, mi primera conquista en 50!. Un saludo.

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  15. Tratas de un modo bello y singular un tema triste. Me ha gustado todo, pero especialmente, ese fantástico segundo párrafo. Felicidades y un saludo, Dídac.

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  16. "Hoy, que hace un año que es hoy", muy acertada forma de definir la pérdida total de percepción del tiempo que pasa, y en medio de esa laguna de olvido, un destello de memoria, un recuerdo de niñez recuperado inesperadamente. Triste, pero muy emotivo y bien expresado. Saludos, Dídac.

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  17. Qué bien contado... Me encantó el relato. Enhorabuena. Besitos

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  18. tu forma de narrar me ha transportado de una forma muy suave del presente al pasado. Me ha gustado, Didac.
    Un abrazo.

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