Incompatibles
La relación con mi esposa se ha deteriorado. Antes, cualquier excusa nos servía para estar juntos y copular como salvajes una y otra vez. Pero desde que tuvo la caída y su cadera es de pega, siento que no encajamos, como si de repente los dos fuésemos unos completos desconocidos.
A mí se me deterioran las ideas cuando te leo, Nicolás.
ResponderEliminarUna cadera de pega que despega la relación y termina en desapego. Me dan ganas de pegarme por este comentario tan malo; valga como excusa que aún tengo la boca abierta y se me cae la baba.
Un abrazo
ResponderEliminarOcurrente el modo de presentar el deterioro de la
relación. Una cadera de pega, para una pareja de idem.
Saludos
Es inevitable que surjan averías y haya que poner remiendos en el cuerpo y en las relaciones, el problema es cuando ya ni con eso se encaja. A ti no te pasa eso al escribir, siempre ensamblas cada palabra en un todo armonioso.
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás
Muy ingeniosa la asociación entre la cadera desencajada y la relación deteriorada. Pero todo el relato encaja a la perfección. Un abrazo, Nicolás.
ResponderEliminarTodas las excursiones válidas cuando ya nada encaja. Una vez más enhorabuena Nicolás. Besitos
ResponderEliminarExcusas... También son una forma de excursiones si es cuestión de volar a otro lugar jajajajajaj
EliminarSi antes cualquier excusa les valía para amarse, ahora cualquier excusa les es valida para lo contrario.
ResponderEliminarBuen relato Nicolas, me ha gustado.
Un abrazo.
Nicolás, en esta pareja algo más que una cadera funcionaba mal. A la mínima dificultad todo ese amor y la pasión han desparecido.
ResponderEliminarBuena metáfora para el desamor entre la pareja.
Besos
A mí eso de la cadera de pega o prótesis, según entiendo, me provoca escalofríos. No hay más que leer el 'áspero' libro «Las partículas elementales» de Michel Houellebecq.
ResponderEliminarBuen cincuenta.
Saludos, Nicolás.
La excusa de una cadera mal encajada guarda todas las diferencias que han surgido con el tiempo en tu pareja.
ResponderEliminarMe gusta cómo escribes, Nicolás.
Un abrazo.
Pablo.
¿Sólo se rompió esa cadera? ¿Solo esa cadera era de pega?
ResponderEliminarCon solo cincuenta palabras, Nicolás, eres capaz describir y reflejar el deterioro conyugal de una pareja que ya, como dices, no encaja. Como tampoco lo hizo esa prótesis...
Va mi me gusta.
Un abrazo.
Supongo que cuando ya no queda nada donde agarrarse o acoplarse, cualquier justificación es válida. Me ha gustado mucho cómo está planteado el micro, Nicolás. Un abrazo.
ResponderEliminarSi es que las prótesis también tienen su lado malo. Me ha encantado esta visión tan surrealista, con su puntito de crítica a las relaciones humanas. Un beso, Nicolás.
ResponderEliminarDecir tanto con esa sencillez que te caracteriza es algo que me parece complicadísimo, Nicolás, fruto sin duda de un gran talento. Ninguna pega que poner a tu relato.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Parece ser que estaba esperando a la prótesis para echarle la culpa de que el amor la perdido su brillo. A veces, nos da miedo llamar a las cosas por su nombre. Muy interesante, Nicolás. Saludos
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