Inventario
Cogió la caja para contar el contenido. Hacía horas que inventariaba su vida y, de nuevo, faltaba un recuerdo. ¿Cuánto tiempo hacía que había empezado todo?
Hizo un esfuerzo, pero no lo recordaba.
Volvió a contar, revisó la caja, repasó su listado y, derrotado, vio que ya no había palabras.
Las palabras que definen emociones. Excelente micro, a pesar de la pérdida. Saludos
ResponderEliminarDe las pérdidas más duras. Gracias Rosa.
EliminarHermoso e interesante relato. Lamentablemente, así es el día a día de los enfermos de Alzheimer.
ResponderEliminarMuy bueno, María.
Un saludo.
Duro día a día, también, para quien los va perdiendo. Gracias Vicente.
EliminarMaria yo opino c8mo Vicente, nos cuentas con tu micro la realidad de un enfermo de Alzheimer, intenta recordar y cada vez los recuerdos son menos.
ResponderEliminarBuen relato Maria.
Besos.
Efectivamente, cada vez su "vida" lo es menos. Gracias Javier.
EliminarEs muy duro, para el que lo vive en primera persona y para los que rodean a la persona que lo sufre, muy bien contado María, felicidades.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Pienso como tu, es de las más crueles para las personas que rodean al enfermo. Gracias Malu.
EliminarEl olvido, una pesada losa para los que recuerdan.
ResponderEliminarPrecioso, María.
Un saludo
Que somos sin recuerdos? Muy amable Margarita.
EliminarUn relato que puede tomar referencia al Alzheimer, pero bien puede acomodarse en otras situaciones cuando estamos faltos de memoria.
ResponderEliminarSí, tambien podría hacer referencia a la desmemoria pasajera. Buen apunte Ricardo.
EliminarPerder recuerdos queridos ya es triste. Perder las palabras es deshumanizarnos. Por eso hay enfermedades que nos resultan especialmente trágicas. Muy bello el relato, María. Un abrazo.
ResponderEliminarPerder la posibilidad de comunicarnos con álguien querido ,teniendolo físicamente tan cercano, es muy cruel.Estoy contenta de que te guste.Merci Carmen.
EliminarCuando la vida ya sólo puede empobrecerse; si llega un momento en el que ni siquiera es posible el pasado; si además, se es consciente de ello, se me ocurren pocas cosas más graves. Quedarse sin palabras, el peor de los infiernos, que tú has reflejado bien en las tuyas.
ResponderEliminarSaludos, María
Terrible el camino del olvido mientras se es consciente de ello. Y tienes razón pocas cosas más duras se me ocurren. Gracias por tu comentario Ángel.
EliminarMaría, has reflejado con tus palabras la crueldad del Alzheimer. Perder tus recuerdos es duro, pero no poder expresarte es peor todavía. Lo vivo muy de cerca y como familiar es muy duro ver su deterioro y su pérdida de identidad.
ResponderEliminarGracias por cómo lo has contado.
Enhorabuena!
Besos
Te entiendo perfectamente, ver a mi padre en el principio de la enfermedad me llevó a escrirbir este relato. Pocas cosa cosa más que acompañarlos en su perdida podemos hacer. Lo más duro? Que parte de mi se pierde también. Gracias y ánimo Pilar.
EliminarNarras, quizás, los momentos más difíciles y angustiosos de quienes aún son conscientes de que están perdiendo lo más valioso que les queda, los recuerdos. Un micro duro porque reflejas muy bien que lo que se pierde es todo, hasta las palabras. Felicidades, María. Un saludo.
ResponderEliminarGraias Matrioska. Como comentaba a Pilar, muy duro para quien va perdiondose día a día victima del Alzheimer, y tristisimo para los que perdemos tambien parte de nosotros. Yo daría qualquier cosa por volver a oir las palabras de mi padre explicar mi nacimiento. Y lo he perdido para siempre. Gracias por tu comentario.
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