Pluma divina
Era el escritor del momento. Sus novelas románticas eran traducidas a centenares de idiomas. Su prosa causaba admiración en el mundo entero. Su mujer e hijos lo adoraban. Los lectores lo idolatraban. Sólo él sabía la verdad: cada línea escrita, cada historia de amor iba dedicada a su mejor amigo.
Cuanta gente se oculta, muestra una imagen que no es la suya verdadera, y en el tema de la homosexualidad pese a la época que vivimos aún hay muchas barreras que vencer.
ResponderEliminarBuen relato Stbn, me ha gustado.
Un abrazo.
Stbn, has escondido muy bien la homoxesualidad del protagonista hasta el final, donde descubrimos lo que oculta en su vida. Veo que has dado un dible sentido al título. Muy buena idea.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Besos
Como dice Javier, a pesar de estar en el siglo XXI, queda mucho por hacer para vencer las barreras sobre determinados temas como el de la homosexualidad, para que todas las personas puedan hablar y definirse libremente en lo que respecta a sus tendencias sexuales.
ResponderEliminarMuy bueno también el título.
Besos.
Malu.
Stbn, has escondido para el final, como los buenos narradores, la sorpresa de la musa, o muso, de tu escritor. Me parece un relato muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.
Una historia de secretos y caretas muy bien condensada en tan sólo 50 palabras. El título es "divino" igual que el final. ¡Me ha gustado mucho!
ResponderEliminarUna pluma mágica que cambia de significado a medida que escribe.
ResponderEliminarQué buen uso le has dado.
Un saludo, Stbn
Una magnífica historia que no deja de tener algo de triste, la aparente imposibilidad de ser abiertos ante un amor tan grande.
ResponderEliminarSaludos, Stbn.
No hay nada más inspirador que el amor. No existe mejor salida para las inquietudes y los sentimientos que la literatura, que puede cumplir, además, una misión de mensaje encriptado en clave casi epistolar. Seguro que el destinatario sabe leer entre líneas lo que ese escritor le dedica y no quiere que nadie más conozca. Un juego arriesgado y, sin duda, no exento de mérito literario.
ResponderEliminarSaludos, Esteban
Buena denuncia de los prejuicios sociales. El escritor muere de éxito, pero no puede vivir con amor. Muy bien contado, desde la ambigüedad del título hasta la palabra final. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarPues si hay mucha pluma y muy divina, tu título no engaña. Me ha gustado esa ilusión de "familia perfecta ", carrera de éxito y luego, lo que no se ve , lo que está en bambalinas.
ResponderEliminarUn saludo,
Un secreto tan difícil de confesar puede hacer que el hombre más exitoso se sienta miserable.
ResponderEliminarMuy bueno, Stbn.
Un beso.
Micro a lo Proust, pues éste escribía Albertina cuando quería decir Albert. Muy bien escogido el título. Saludos.
ResponderEliminarA veces, bajo el brillo del éxito se oculta una amarga verdad. Muy bien tratado el tema de la homosexualidad, que a muchas personas, obligadas a vivir bajo una falsa apariencia les ha impedido mostrarse tal como son, con lo que lleva de dolor y frustración. El título, muy acertado. Saludos.
ResponderEliminarPerfecta simbiosis entre título -muy bien escogido- y lo que se cuenta. Mantienes el desenlace oculto hasta el final, lo que hace de tu historia un magnifico relato.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Stbn. Te doy también la enhorabuena por narrarnos una historia de relación homosexual con tanta delicadeza.
Saludos.
Los amores, pero sobre todo los desamores, son la mejor inspiración para sacar los más profundos sentimientos, y es bien sabido que los hombres con una buena pluma, son extremadamente sensibles. Un micro muy bien estructurado de principio a fin. Me ha gustado mucho, Stbn, felicidades y un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos. Un placer escribir para vosotros y un honor muy grande vuestros halagos. Besos y abrazos
ResponderEliminarEsa es la historia de muchas personas, y no me imagino lo que puede ser el calvario de las mismas en los países más retrógrados.
ResponderEliminarHace poco hemos visto por televisión esas terribles escenas de homosexuales lanzados al vacío desde lo alto de una muralla por fanáticos que no se quitan a Dios de la boca.
Aunque el protagonista está casado y tiene hijos –un compañero mío de trabajo estaba exactamente en esa situación siendo homosexual, acabó separándose, claro-, su éxito como escritor me recuerda la peripecia vital de Marcel Proust, que camuflado como narrador en su obra En busca del tiempo perdido, se hace pasar por heterosexual, cuando era homosexual, y convierte a su chófer ocasional, Alberto, del que estaba enamorado, en Albertine.
Así que mucho camino todavía por recorrer en la normalización de la orientación sexual de las personas.
Mis saludos, y enhorabuena por el microcuento.
Muchos grandes escritores tienen asociada a su excelencia literaria un aura de fatalidad (unas veces en forma de amor imposible o incomprendido, otras de enfermedad, otras de guerra, etc.). Quizás sea eso, como a tu protagonista, lo que nutre su genio.
ResponderEliminarLo que el relato no revela es si, más allá de las apariencias, su amor es correspondido y pleno.
Saludos, STBN.