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Amiga: aquí le envío mi foto. Después de chatear un año, podrá atribuirme una fisonomía. Un contraluz con varias líneas de fuga (al fotógrafo del periódico no le importaba esa evasión). Me verá entre el follaje. Lamento si mi cara está desenfocada pero, comprenda, ocultaba el cuchillo entre las hojas.
Pues sí, creo que finalmente podrá atribuirle una fisonomía... y un crimen. ¡Qué miedo!
ResponderEliminarUna buena historia que al mismo tiempo nos deja una valiosa lección (más en estos tiempos de redes sociales): «No todo lo que parece es, ni todo es lo que parece».
Saludos, Susana.
Gracias por la bienvenida, Vicente
EliminarSusana, bienvenida a la familia cincuentista.
ResponderEliminarNos traes la foto de un asesino que se esconde tras las redes sociales. Hay que tener mucho cuidado a quién le entregamos la amistad y la confianza.
Buen comienzo!
Besos
Gracias, muy amable bienvenida.
EliminarSusana bienvenida a 50palabras.
ResponderEliminarRedes sociales, fotos, nunca sabemos quien está detrás, y en tu relato el protagonista no se atreve a dar la cara ya que oculta un cuchillo, porque y para qué.
Buen relato Susana.
Besos.
Gracias, Javier. Te agradezco el comentario
ResponderEliminarBienvenida a 50 palabras. Aunque esto forma parte de las "redes sociales", aquí no tenemos escritores con cuchillo. Creo.
ResponderEliminarAl menos de momento... pero hay algun@s que cada mes afilan sus plumas... imagino que es sólo para escribir sus próximos relatos de 50.
Un abrazo susana. (no llevo armas).
La tecnología es una vía de comunicación formidable, , casi milagrosa, impensable hasta hace bien poco. Gracias a ella podemos leer, escribir y comunicarnos desde cualquier lugar del mundo, pero también es susceptible de enmascarar detalles para alguien que se esfuerce en hacerlo y tenga algo que ocultar. Como ha dicho mi amigo Isidro, en 50 P encontrarás buenas personas, con la única pretensión de compartir y disfrutar las letras.
ResponderEliminarBienvenida y un saludo
Pues después de llevar un año chateando creo que no va a querer conocerlo en persona, más que nada por el detalle sin importancia del cuchillo ...
ResponderEliminarBienvenida Susana.
Malu.
La aventura del "Chateo", esconde distintas intenciones, maravillosas o terribles, aunque no se porten cuchillos.
ResponderEliminarCreo que nos has planteado una historia bien construida y con visos de realismo.
Suerte, Susana
Nunca sabemos con seguridad quién se esconde tras un avatar. Puede ser un asesino, algún taimado corazón o unos locos por las letras como estos cincuentistas de los que ya formas parte. Un abrazo, Susana.
ResponderEliminarBienvenida, Susana. Que forma tan original de presentarnos a un asesino. En las redes sociales, con casi de todo puedes encontrar. Me gustó lo del cuchillo entre las hojas.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.