Amor eterno
El camino hasta el acantilado donde, 57 años atrás, se prometieron amor eterno era angosto. Aquella mañana el silencio invadía el coche. Ella estaba fría. Ausente. Con la mirada perdida. Llegaron hasta el borde. Él le cerró los ojos con ternura. Cogió su mano y aceleró hacia una eternidad juntos.
Ay que ver que difíciles son las relaciones de pareja y angostas :) jeje
ResponderEliminarMuy bien narrado Stbn. El mes de Abril empieza fuerte.
Saludos,
Para muchos la vida no tiene sentido sin el ser amado, tal es el caso de los valientes protagonistas de esta historia.
ResponderEliminarBuen micro, Stbn.
Saludos.
Stbn, toda la vida juntos hace que sea muy dificil seguir viviendo sin la persona amada.
ResponderEliminarLo has contado con tanta ternura que emociona.
Besos
Bellísimo Stbn, me ha puesto sensible... imaginar hasta que punto privarse de la vida porque ha sido más valioso vivir con el ser amado tantos años y si éste ya no está, no vale la pena seguir viviendo. Imagino que al haber vivido 57 años juntos, es una pareja que sobrepasa los 75 años de edad; ella amaneció muerta, la sube al auto, se dirige al acantilado para hacer el viaje juntos... Saludos a todos, siempre los leo y es la primera vez que escribo. Yoli
ResponderEliminarYoli, bienvenida a la familia cincuentista, anímate y participa, que te recibiremos encantados. :) Un saludo.
EliminarGracias Matrioska por tu bienvenida. Me encanta venir a leerles, así como los comentarios de cada micro y se siente la unión en esta página. Veré si me animo a participar :) Saludos!
EliminarHay amores para siempre, en donde no pueden soportar la ausencia de umo de los integrantes de la pareja. Y que mejor lugar que donde se prometieron amor eterno, para hacer eso su amor eterno.
ResponderEliminarTriste, romántico y bello relato Stbn, me ha gustado.
Un abrazo
Stbn, has escrito tan buen micro que he llorado. No he podido evitar pensar en mis padres. El murio joven, mi madre lo espero 24 eternidades . Abrazos.
ResponderEliminarHay que ser muy valiente para apretar a fondo el acelerador, como tu protagonista, y también para afrontar cada nuevo día llevando sobre los hombros el peso de la ausencia.
ResponderEliminarDe cualquier modo, y si me lo permites, ¡qué bonito es el amor!
Saludos, Stbn
Dicen que la vida sigue, pero hay casos en que una ausencia deja sin sentido el continuar en ella. El drama de las parejas que se quieren de verdad cuando alcanzan la vejez y llega el desenlace inevitable, es que no se pueden ir los dos a la vez, salvo que se propicie, como es el caso. Has tratado un tema delicado como la eutanasia con maestría, haciendo que lo que perdure sea una prueba de amor donde las haya.
ResponderEliminarUn abrazo, Esteban
Hay parejas en las que cuando faltan uno, el otro anda perdido y desmembrado. Como si la vida no fuera con él o ella. Tu protagonista decidió no ser un muerto en vida y decidió tomar la dirección que el corazón le indicó.
ResponderEliminarBonito relato, Stbn.
Un abrazo.
Pablo.
¡Oh, pero qué bonito! Ya con el título me vale para saber que el micro va a contar una gran historia.
ResponderEliminarEnhorabuena Stbn.
Besos.
Malu.
¡Qué belleza en este final sobre el acantilado! Él escoge el lugar y el modo ideal para hacer juntos el último viaje. Hermoso micro y hermosa historia de amor.
ResponderEliminarUn abrazo, Stbn.
Me recordó el final de la cinta Thelma y Louise.
ResponderEliminarMuy fotográfico.
No parece que haya sido una historia de amor tortuosa, en absoluto.
ResponderEliminarAhora... tengo que decir una cosa: las números en una historia así chocan, hubiese preferido que estuvieran en letra.
Buen micro
Una decisión bastante drástica, pero sin duda, efectiva para seguir el camino juntos. Me ha gustado mucho porque dibujas muy bien toda la escena en tu micro. Un beso, Stbn.
ResponderEliminarMe ha encantado, Stbn, tu historia de amor que busca seguir viva en la eternidad. Está muy bien narrada y la sitúas perfectamente, encauzándola hacia un final que, con todo lo trágico que resulta, es el único que parece quedarle a esa pareja de enamorados, de cierta edad ya. Precisamente, en relación con el final, permíteme (y no quisiera incomodarte) que te sugiera que yo lo habría dejado en "Cogió su mano y aceleró...", prescindiendo del resto. A mi modo de entender, las últimas cuatro palabras no son necesarias ahí y te habrían venido mejor en otra parte del texto. Pero, insisto, no quisiera pecar de presuntuoso. No me malinterpretes, por favor.
ResponderEliminarCon todo ello, aquí va mi me gusta y con este mi sincera enhorabuena por tu relato.
Un cordialísimo saludo y te pido perdón por mi osadía y sugerencia. Como reza la presentación de tu historia en Facebook, es "un regalo" para el mes de abril.
Para nada te sientas incómodo, al contrario, muchísimas gracias tanto a ti como al resto de "Cincuenta palabreros" que se toman la molestia de leer cada micro y de aportar opiniones y comentarios constructivos y siempre desde el respeto. Un abrazo grande para todos
Eliminar¡Qué bonito y qué triste a la vez!
ResponderEliminarApretar ese pedal, qué decisión tomada por el vacío que le invadía...
Nos transmites muy bien sus sentimientos.
Un abrazo.
Carme.
Supongo (y esa es la gran cualidad del relato, la capacidad de hacer suponer, de sugerir, en definitiva) que si el conductor realiza tan drástica acción es porque la relación en vida ya no da más de sí y sólo queda perpetuarla de este modo.
ResponderEliminarLa otra cualidad del relato que quisiera destacar es esa languidez con la que nos lleva hasta ese final...eterno.
Saludos, STBN.
Extraño e interesante relato que va llevando al lector de la mano a un final impactante. Saludos.
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