Cría fama
Se sabía insultado, vilipendiado y asimilado a políticos y corruptos. Pero hoy, casi desfallecido, buscaba alimento para no morir de inanición. En su deambular desesperado, encontró los despojos de un cadáver animal que devoró con frenesí.
A pesar de su fama, estaba protegido y orgulloso de ser un buitre leonado.
A pesar de su fama, estaba protegido y orgulloso de ser un buitre leonado.
Isidro ya lo dice el dicho, "cría fama y échate a dormir"
ResponderEliminarTu protagonista puede estar orgulloso de quien es por mucho que le digan o comparen.
Buen relato Isidro.
Un abrazo.
Hay muchos que se crían la fama, aún siendo mala, a pulso. La verdad es que no hay color entre unos buitres y los otros.
EliminarMuchas gracias Javier por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Un abrazo.
Me quedo con tu buitre leonado, Isidro, porque sabemos a qué se dedica y porque tiene un indudable estilo de actuar. Los otros elementos, con quienes lo comparas, espero y deseo que sean, finalmente y más pronto que tarde, animales en total vía de extinción.
ResponderEliminarAgudo y crítico relato el tuyo. Va mi me gusta y con ese clic un abrazo y mi enhorabuena.
El buitre leonado limpia los campos de carroña y no hace mal a nadie.
EliminarEl otro buitre, llena de carroña no sólo los campos, sno lo que pilla y hace mal a muchos.
La diferencia es abismal. Al leonado quizás lo cabreés si le dices ¡humano! o ¡corrupto!
Muchas gracias amigo José Antonio por tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Mi enhorabuena Isidro. Que gran verdad es que los animales pagan con nuestros peores vicios y no se lo merecen. Ellos siguen su instinto natural, el hombre se nutre de miserias Buen micro. Abrazos.
ResponderEliminarMenos mal que los animales no leen los periódicos ni oyen la radio,ni ven la tele porque si así lo hicieran, tendrían una depresión de caballo, de efefante, de ballena... en fin ¡de pena!
EliminarMuchas gracias Carmen. Besos.
Asimilamos conductas y vicios humanos a los animales. Los buitres tienen mala fama por ser depredadores. Pero este buitre leonado nos inspira simpatía, no sus análogos humanos. La crítica social está en el trasfondo del relato y es actual y certera.
ResponderEliminarBuen micro, Isidro. Un abrazo.
Ya quisiéramos los humanos tener la moralidad y la ética que tienen los animales. ¡Sería la leche!
EliminarMuchas gracias Carmen por leerme y comentar.
Un sincero abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡No lo elimines hombre! Si hay confianza!
EliminarUn animal de mal agüero, cuya presencia se asocia con la muerte, siempre al acecho para caer sobre futuras víctimas. Él sólo cumple un cometido beneficioso dentro de la cadena natural, cuando la realidad es que ni siquiera hace daño a sus presas, que murieron antes. Pese a su mala fama creo que todos le preferimos frente a esa fauna de personajes impresentables que tanto prolifera, ellos son los que hacen honor a esa publicidad negativa. A alguno habría que tatuarle tu micro en algún sitio visible, igual así se regeneraban. Un relato ácido y oportuno.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Isidro
Me dejas sin palabras. Si hubiera un concurso de comentaristas, no te dejaríamos participar, por abusón. jejeje!
EliminarMuchas gracias Ángel por tus -siempre- acertados y magníficos comentarios.
Un abrazaco no, dos.
Estoy desolada. Has conseguido que ahora vea a los buitres como los pajarillos entrañables que son... Y, anoche mismo, en Twitter me cargué a uno. En fin, lo que sí que prometo es dejar de usar su nombre para referirme a individuos sin entrañas.
ResponderEliminarGracias, Isidro, por hacerme recapacitar.
Un beso.
Gracias a tí por leerme maña!
EliminarUn beso.
Por cierto, al final no iré a Zaragoza ¡y me duele!
Nos conoceremos -espero- en otra ocasión. Entretanto, te envío un abrazo.
Ninguna culpa tiene el animal de nuestro antropomorfismo. Cada especie es importante dentro del ecosistema al que pertenece. Deberíamos conservarlas a todas, no sólo a las que nos parececen «nobles» y/o «bonitas».
ResponderEliminarConcientizador, Isidro. Enhorabuena.
Saludos.
Vicente
Ésta no solo es noble -pues ni siquiera mata para comer- y lo de bonita... la estética va por modas temporales y gustos personales, es que es necesaria para la limpieza de los restos y carroña que otros dejan.
EliminarMuchas gracias vicente por comentar.
Un abrazo.
Bulos, infamias y leyendas urbanas pueden ennegrecer la más limpia reputación. El buitre leonado ejerce el papel que la naturaleza le ha asignado y no es justo que su nombre vaya asociado a una imagen despectiva. Hay adjetivos más adecuados y explícitos para llamar a los políticos corruptos que se ríen de la democracia, la libertad y de nuestra confianza. Muy original y reflexivo, Isidro. Un abrazo.
ResponderEliminarEfectivamente algunos no merecen ese apelativo o adjetivo de buitre. Es demasiado honroso para ponérselo al lado de su nombre.
EliminarTotalmente de acuerdo.
Muchas gracias por tu comentario.
Un gran abrazo, amigo Salva.
El buitre solo cumple con el papel que la naturaleza le ha asignado sin salirse de sus leyes.
ResponderEliminarQué cruel es compararlo con políticos corruptos. Creo que es lo que más le duele.
Muy bueno, mi querido Isidro.
Un abrazo.
Pablo.
Efectivamente es su papel y es honrado realizándolo, como el resto de los animales a excepción del único animal racional que pisa este mundo de locos. (¡Que lo paren que yo me bajo!)
EliminarMuchísimas gracias por leerme y comentar amigo Pablo.
un fortísimo abrazo y espero que hayas pasado bien la feria y la resaca sevillana. Por cierto, sabes como se dice en manchego "Resaca"? -- "Dolores de pos-pedal" jejeje!
Abrazaco.
Isidro, totalmente de acuerdo con Pablo. El buitre hace la labor que la naturaleza le asigna en el ciclo de la vida y que es necesaria y útil su labor. Por eso es injusta la mala fama que tienen y el usarlos como calificativo para políticos sin escrúpulos. Habrá que llamar a las cosas por su nombre, sin metáforas.
ResponderEliminarAl menos con tu micro les has devuelto a los buitres el orgullo y la reputación.
Me ha gustado mucho.
Enhorabuena.
Besos
Me alegro que te haya gustado Pilar.
EliminarMuchísimas gracias por leer y comentar.
Un sincero abrazo.
Lo peor de todo esto es que el pobre ánimal haya acabado enterándose de todo. Seguro que nadie le dijo nada cuando utilizaban su nombre para llamar a aquel gran futbolista. Por lo demás, no me extrañaría que en el reino animal se insultaran entre ellos llamándose "persona", así, a la cara.
ResponderEliminarMuy bueno, Isidro. Tan ingenioso y divertido como siempre.
Un abrazo.
"Más persona serás tú" se dirían el uno al otro en plena pelea. Bueno, peor que si le hubiera dicho Hijo P...! ¡Maemiaaa!
EliminarMil gracias por leerme y comentar amigo Quique. A ver si nos volvemos a ver en otra quedada.
Dos abrazos.
Familia "Cincuentista", por diversos motivos personales, desde hace más de un mes, apenas he podido leer y comentar vuestros relatos y, por el FB, sólo a "salto de mata" he podido ver pocas cosas. Os ruego me disculpéis este "desaire" que no lo es en modo alguno, pues os sigo apreciando como verdaderos amigos, pero muchas veces las circunstancias mandan sobre nosotros y no al revés.
ResponderEliminarEspero que en pocas semanas pueda recuperar el ritmo normal de vida y seguir sabiendo de vosotros/as a través de vuestros relatos, comentarios, fotos etc.
Gracias por vuestros comentarios. Os quiero y... ¡lo sabéis!
Cría fama y no la dejes morir de hambre. Y eso haces tú, Isidro, alimentarla con buenas historias, y bellos buitres leonados, para que nosotros, tus lectores, podamos echarnos a dormir contentos.
ResponderEliminarUn abrazo. Me alegra tu vuelta.
Mil gracias Margarita por tu generoso comentario.
EliminarUn abrazo.
Ni buitres, ni cerdos, ni perros... Ninguno, siendo justos, merece ser equiparado con, como dirían Les Luthiers, “individuo” humano alguno. Simpático y mordaz micro, Isidro. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarLlevas razón Matrioska. Por cierto qué buenos Les Luthiers, ¡me encantan!
EliminarGracias y un abrazo.
Por encima de la evidente comparación, me gusta el enfoque de tu historia respecto a la asimilación del yo, de la aceptación de lo que uno es sin atender a juicios gratuitos. Pues sí, señores, soy un buitre carroñero; ¿Y qué?
ResponderEliminarEl principal escollo para ser aceptado es hacerlo con uno mismo.
Me ha gustado tu relato Isidro.
Un abrazo.
El buitre "Soy carroñero... y a mucha honra! limpio, no hago daño a los vivos y tengo honra". Otros ensucian, hacen daño a muchos y lo de la honra... algunos buscan en el diccionario para ver que es eso. Otros ni se molestan en buscarlo. jejeje!
EliminarMuchas gracias Antonio y un abrazaco.
Animal feo donde los haya, este pajarraco no gusta a nadie, pero si algo tiene claro es que sabe lo qué es y lo tiene asumido, lo cual le da puntos a su favor.
ResponderEliminarMuy bien hecha esa comparación con los "susodichos" o "innombrables". Y muy bien elegido también el título, enhorabuena Isidro.
Te mando un beso fuerte y no te agobies por no poder estar tanto como quisieras, la vida nos va dando y quitando tiempo, pero lo importante es estar con el corazón y tú estás siempre por aquí.
Malu.
Pues yo, después de los comentarios leídos y respondidos, ya hasta le estoy tomando cariño al pobre buitre. Ni tan feo ya me parece. Pero ya sabes que la belleza es a veces, muy subjetiva.
EliminarMuchísimas gracias por tu comprensión y por tus ánimos.
Besos.
Pobre buitre, ¡mira que compararlo con los políticos!
ResponderEliminarNos guste, o no, la carroña existe, y alguién tiene que comérsela. Más insano sería vivir rodeados de carne en descomposición.
¡¡Saludos cordiales, Isidro, y arriba!!
Gracias Carles por pasearte por aquí y comentar.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.