De vuelta
Se fueron la estrella de Oriente, las noches de verano en el pueblo, las paellas en la universidad, las miradas a tu pareja, las caricias a tus hijos y la complicidad con tus nietos...
Tranquilo, observo un barco perderse en la línea del ocaso buscando nuevas tierras, como mi vida.
Tranquilo, observo un barco perderse en la línea del ocaso buscando nuevas tierras, como mi vida.
Dicen que cuando te estás muriendo recuerdas aquello que fue realmente importante en tu vida. Tu personaje ha elegido lo más bonito de su vida para recordar. Aquellos momentos en que fue feliz.
ResponderEliminarMe gusta como ese barco se pierde, tranquilamente, en la linea del horizonte. Un beso.
Lo primero, y esto va para todos, perdonar por la tardanza en la respuesta a vuestros comentarios, y ahora a la faena, jejeje
EliminarPues si Olga, yo creo que al final hay que quedarse con todos esos buenos recuerdos de tu paso por este planeta, y si hay o no algo después esperemos tardar en averiguarlo.
Un saludo y gracias.
La muerte es uno de los temas más difíciles de tratar. Sin embargo, el ritmo poético de esta historia nos contagia la calma del protagonista en este viaje inevitable. Brillan en él, la satisfacción de una buena vida y el encuentro de una paz tan bien ganada. Conmovedor.
ResponderEliminarSaludos, José Antonio.
Vicente
Gracias por tus palabras Vicente, en nuestra cultura la verdad es que la muerte mucho buen cartel no tiene, creo recordar que en otras no es tan dramática la perdida de un ser querido, esperemos ir acortando distancias respecto a éstas.
EliminarUn saludo.
Si algo me ha impresionado en tu relato ha sido el recuerdo de la universidad. ¿De verdad comió paellas allí? Qué buena vida y qué bien aprovechada, pardiez...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha sacado una gran sonrisa tu comentario, que bueno, que hay mas importante en la carrera de informática que las paellas de Santa Tecla, jajaja... bueno ahora en serio creo que más agradable que recordar las horas estudiando álgebra si que eran jejeje
EliminarMuchas gracias Patricia y un saludo.
Igual que esas frases cadenciosas van trepando la vida entre comas, parecen oírse las olas rompiéndose suavemente contra la proa de ese barco que se dirige hacia donde no existen las respuestas.
ResponderEliminarUn estupendo relato lleno de sensibilidad, Jose, con el que consigues que narración y contenido sean una sola cosa.
Enhorabuena. Me alegro de volver a leerte por aquí, de que hayas hecho honor al título.
Un abrazo.
Ahora me tengo que poner serio, que me ha escrito el ganador de uno de los meses mas reñidos que llevo viendo en 50 palabras, resumes perfectamente en el primer párrafo el ritmo del relato, que era una de mis ideas primordiales en esta vez, la tranquilidad con la que se mueve ese barco.
EliminarOtro abrazo para ti y gracias por tus palabras, que hasta tus comentarios da gusto leerlos jodío jajaja
Y ahora me voy a trabajar, luego seguiré con el resto.
Jose Antonio, tu protagonista hace un repaso de todo lo bueno que ha tenido en su vida y tranquilo emprende su viaje de no retorno.
ResponderEliminarNos has descrito la imagen a la perfección. He visto ese último viaje.
Muy bello.
Enhorabuena!
Besos
Pilar siento que hayas visto ese último viaje, pero es lo único que seguro nos pasará a todos, mientras tanto disfrutemos lo máximo posible.
EliminarUn saludo y gracias.
Jose Antonio tus palabras dan sensación de tranquilidad al narrar ese momento final de la vida, tu protagonista lo vive de una forma sosegada, recordando todo lo bueno de su vida.
ResponderEliminarBuen relato Jose Antonio.
Un abrazo.
Esa era la idea del relato, gracias por tus palabras.
EliminarUn saludo.
Madre mía, cómo está el mes de abril y solo estamos a día cuatro... No paro de leer grandes y buenas historias.
ResponderEliminarPienso lo mismo que tu protagonista en el relato, que la muerte significa ir de vuelta en un barco buscando nuevas tierras y buenas experiencias como las ya vividas hasta la fecha.
Un beso.
Malu.
Mira quien habló... tu relato era de Marzo, para mi que Alex se equivoco de mes, jajaja
EliminarMuchas gracias por el comentario Malu.
¡Cuánta placidez transmites!
ResponderEliminarUn saludo, Jose Antonio
La verdad es que gente a la que lees grandes relatos comente el tuyo ya es un éxito, me gusto mucho "Voyeur" de Marzo.
EliminarUn saludo y gracias.
Qué modo tan sereno de enfrentarse al último viaje y qué bellos recuerdos acompañan al protagonista.
ResponderEliminarHermoso micro. Un abrazo, José Antonio.
Gracias Carmen, eso si una cosa son las palabras y no se yo como reaccionaríamos ante esa situación nosotros mismos.
EliminarUn saludo.
Un relato profundo y bien estructurado, con un primer párrafo para resumir las etapas principales de una vida a partir de momentos puntuales. Una segunda parte para asumir con valentía, serenidad y esperanza el inevitable paso a otra dimensión. "De vuelta" puede hacer alusión a un viaje de retorno hacia el origen, pero con un camino aprendido.
ResponderEliminarUn saludo
Ángel me has desgranado hasta el título, acertadamente por supuesto.
EliminarUn saludo y gracias.
Todo un ejemplo de como afrontar la muerte. Contagia paz, un gran logro tratándose de un tema del que nos cuesta tanto hablar. Estupendo,José Antonio. Saludos
ResponderEliminarComo he puesto más arriba, una cosa son las palabras y otras los hechos, yo también digo que algún día me va a tocar la primitiva, y el tema es complicado pero es lo más natural del mundo, pero claro eso aquí es fácil decirlo, en un velatorio...
EliminarGracias y un saludo.
Toda una vida y un tránsito al más allá te ha cabido en 50 palabrejas.
ResponderEliminar¡Me quito el sombrero! jejeje
Un saludo,
Jajaja, me ha faltado "fin" para acabar la biografía pero ya eran 51 ;-)
EliminarUn saludo y gracias.
Oh, qué maravilla de relato. Me ha encantado tu microrrelato, José Antonio, me ha gustado sobremanera cómo has cuadrado toda una vida en cincuenta palabras.
ResponderEliminarEmociona cómo la nostalgia vuelve a la mente de tu protagonista por última vez y cómo le hace presente el pasado, y también emociona ese viaje en barco, en el cual tu protagonista es el timonel.
Te felicito, ¡un abrazo!
Bueno pues aquí acabo las respuestas a los comentarios con la moral por la nubes, muchas gracias por tus palabras y encantado de que te haya gustado, esperemos que el timonel vuelva pronto a escribir.
EliminarUn saludo.
Un micro muy bello en el que tu protagonista, recordando con cariño retazos de una vida totalmente plena pero que acaba, aguarda sereno dejándose mecer suavemente por las aguas que le lleven de vuelta al lugar que abandonó para vivir esta vida y desde allí seguir su camino. Precioso, José Antonio. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, quizás solo me gustaría puntualizar que no se si la vida del protagonista sería plena, sino que lo que hace él es quedarse con lo mejor que le ha sucedido, aunque no tiene pinta de haberlo pasado muy mal,jejeje...
EliminarUn saludo.
Una vida compendiada en cincuenta palabras (más las dos del título, que también tienen su peso) de una manera elegante. Dos párrafos estructuran la historia: Por una parte, el bagaje vital; por otra, el momento de partir, ese ir de vuelta hacia el ocaso (metáfora del fin de nuestra existencia).
ResponderEliminarVa mi me gusta, tocayo José Antonio. Con tu microrrelato te sumas a un abanico de espléndidas narraciones en este mes de abril. ¡Y llevamos siete días tan solo!
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
La verdad es que el título lo veo fundamental en el relato, intento mostrar ese imparable transcurrir del tiempo, cuando te descuidas ya estas llegando al final y vas de vuelta, a donde no lo sé, pero también implica que otros vienen, total que esto no para.
EliminarMuchas gracias tocayo por tu comentario.
Un saludo.
Y bien, he aquí que nos muestras una vida entera con todas sus luces y sus sombras,con sus pecados y sus penitencias.
ResponderEliminarBuen relato, José Antonio.
Saludos cordiales.
Gracias por el comentario, eso si muestro más luces que sombras, que son mas agradables de recordar.
ResponderEliminarUn saludo.
Buen relato, Jose Antonio. Una buena descripción sobre una vida satisfactoria, de la que es difícil despegarse, pero es inevitable. Saludos.
ResponderEliminarEs la gracia de este mundo, tu sabes lo aburrido que seria ser inmortal...
EliminarUn saludo y gracias por tus palabras.
Enhorabuena por tan hermos relato, Jose. Se palpa bajo toda esa serena belleza el dolor de saberse muerto. Y esto hace que me pregunte si una continuidad de ese tipo sería deseable.
ResponderEliminarMucha suerte con este gran micro.
Saludos.