Decepción
Dos jarras, un cenicero, tres figuritas de la estantería, los vasos, las copas, los cristales de las ventanas de la casa, de la escalera, del portal, y hasta los del coche. Todos los rompió, tal y como se indicaba en el letrero. Y ni con eso se resolvió su emergencia.
Ay, L, es que no hay que creerse lo que se lee por las paredes. Ni te soluciona la vida ir rompiendo cristales ni es peligroso asomarse al exterior.
ResponderEliminarSigue buscando el remedio, que seguro que lo acabarás encontrando.
Besicos.
Como decía en un comentario más abajo, hay que ver con qué literalidad se toman algunos las cosas. ^_^
EliminarEspero que el/la protagonista del micro encuentre el remedio pronto, y tenga un buen seguro, porque la ha liado parda. xD
Besicos, maña. :)
Pd.: no me quites los asteriscos al nick, porfa, que me dejas ciegaaaaaaa, jajaja...
"Rómpase en caso de incendio", un letrero acompañante de vitrinas colgadas de la pared, en cuyo interior se conserva una manguera o un extintor. A veces los seres humanos tratan de ser previsores y estar preparados para solventar emergencias, el problema es que no todos los inconvenientes sobrevenidos se pueden prever, ni arreglarse con un oportuno chorro de agua, especialmente si el corazón anda por medio, de ahí la decepción del protagonista.
ResponderEliminarUn relato rompedor, que muestra cómo de un simple detalle cotidiano puede crearse una historia.
Como sé que eres más de besos que de abrazos, te mando uno del primer grupo.
A saber cuál sería su emergencia, Ángel... Desde luego, el remedio fue infructuoso, a la par que desastroso.
EliminarOtro beso para ti. Y un abrazo también, cómo no. :)
Un micro irónico que recuerda la frase: "En caso de emergencia, rómpase el cristal."
ResponderEliminarTendrá que buscar otro método de autoayuda menos estruendoso.
Un abrazo, L.
En efecto, el micro va en relación con esa frase, Carmen. :) Al menos eso era lo que pretendía...
EliminarUn abrazo para ti también.
*L*
L me parece que en su desesperación por solucionar su problema ha roto hasta la pantalla de mi ordenador. No siempre hay que seguir los carteles en toda regla.
ResponderEliminarBuen relato L
Un abrazo.
Noooooooo!!! La pantalla de tu ordenador nooooooo!!! ¡Aypordiós!
EliminarAbrazo para ti también, Javier.
Pd.: si para la siguiente vez te acuerdas de colocarme los asteriscos del nick, te mando mil millones de besos. :)))
*L*
Ok, no te preocupes no lo olvidaré *L*, tú no te olvides de los besos. :)
EliminarBesos *L*
:)))
Eliminar¡Gracias!
De momento te mando uno bien grande. Ahí va:
MUACKKKKKKKKKKKKKKKKKKK!!!
*L* me parece que tu personaje se toma la vida al pie de la letra. En este caso tendrá que seguir buscando otra manera de solucionar su emergencia menos peligrosa y más efectiva.
ResponderEliminarBuen relato.
Besos
Es lo que tiene la literalidad... ^_^
EliminarBeso grande y agradecido, Pilar.
Pero lo a gusto que se quedo, ¿qué?
ResponderEliminarOriginal, con mucho sentido y del humor y con sorpresa final. ¿Puede pedirse más?
Seguro que se quedó a gustito, sí. ^_^
EliminarGracias, Juancho.
Un beso.
Pd.: pedir, siempre se puede pedir más (creo...).
Original, irónico y muy ruidoso.
ResponderEliminarConfío en que no se corte.
Un saludo, *L*
GLUPSSSSSSS!!! Espero que no... ^_^
EliminarBesos, Margarita.
Muy bueno L. Yo también he pensado en la sugerente frase "rompas en caso de emergencia ". Pero yo me he imaginado a una mujer arrojando los platos a la cabeza de su marido, en plena reyerta matrimonial, y luego rompiendo los cristales mientras lo echaba de casa hasta el coche. Como una especie se metáfora visual, donde los cristales de la relación saltan por los aires.
ResponderEliminarEn fin ya me sacarás de dudas L, que de L de novato, no tienes nada. Solo el nombre.
Un saludo
Gracias, Raquel. :)
EliminarMe refería a la primera de las opciones, la del letrero de "romper el cristal en caso de emergencia".
En realidad mi nick no es L , sino *L* (así, con asteriscos). Si te fijas bien es un rostro. Lo explico en cualquiera de mis blogs. ;)
Beso grande.
Si es que hay personas que se lo toman todo al pie de la letra y así no se puede ir por la vida.
ResponderEliminarSolo tengo una duda, ¿rompería todos los cristales con el martillito del demonio (por decir algo) que se esconde también detrás de un cristal? Y si es así, ¿con qué rompió ese primer cristal? Ja, ja, ja...
Un besito *L*, encantada de verte de nuevo por aquí.
Malu.
Pues parece que rompió todos menos el que debía. En vez de seguir poniéndolo todo perdido será mejor que se cuele por la primera salida de emergencia que encuentre, lo mismo le va mejor. Buen micro, *L*. Un beso.
ResponderEliminarHabía que intentarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena
Espero que tuviera cerca el contenedor de vidrio y que no sucediese por la noche. Más que todo lo digo por los vecinos. Ya que no consiguíó solucionar su emergencia, al menos que el desastre no tuviera demasiados efectos secundarios. Me da que el corazón también se le hizo añicos. Después de tanto ruido nos dejas con la incógnita *L*. Un abrazo.
ResponderEliminarDecepcionada (o decepcionado) pudo quedar tu protagonista, incluso tras su cristalina escabechina, *L*. No así tus lectores, que hemos podido disfrutar de un nuevo cincuenta tuyo hecho con mucho ingenio y arte.
ResponderEliminarVa mi me gusta.
Enhorabuena y un abrazo.
Espero que no rompiera los cristales a gritos...
ResponderEliminarY que no se preocupe el/la protagonista, *L*, que todo lo que sube, baja y lo que emerge, luego se sumerge.
Saludos.