El cuaderno
Escribo de noche. Me levanto en silencio, abro el cuaderno y descargo en él mi dolor, mi ansiedad..., las alegrías nunca llegan.
Vuelvo a la cama más tranquilo a intentar, entonces sí, recomponerme antes de que amanezca.
Hoy, el cajón estaba vacío. Mi colección de problemas se elevó al infinito.
Hoy, el cajón estaba vacío. Mi colección de problemas se elevó al infinito.
Bienvenido a 50palabras Argonauta, tanto escribir de sus problemas que no sé quien ha acabado con quien, si él con sus problmenas o los problemas con él.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
La escritura es una buena terapia, totalmente inocua. Tu protagonista se refugia en ella para poder conciliar el sueño. Pero parece que los problemas se le multiplican.
ResponderEliminarBienvenido a esta familia de cincuentistas, Argonauta. Un abrazo.
Argonauta, bienvenido a la familia!
ResponderEliminarEscribir ayuda a superar los problemas pero además tendremos que hacer algo por buscar una solución. De no ser así los problemas crecen hasta el infinito.
Buen relato.
Besos
No hay mejor terapia que la escritura, pero es cierto que los problemas no desaparecen solo con dejarlos por escrito, hay que intentar solucionarlos, eso sí.
ResponderEliminarBienvenid@ a cincuenta palabras.
Besos.
Malu.
Poner las palabras por escrito tiene un indudable poder terapéutico, alivian el ánimo y ayudan a estructurar respuestas, pero no son la cura definitiva. Ojalá todo fuera tan sencillo como descargar fardos de pesares en un cuaderno.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido/a
Mi protagonista sólo puede descargar algo su lamentable vida cuando todos duermen, por lo que es evidente que hay en su entorno una gran parte del origen de sus cuitas.
ResponderEliminarPor eso, al verse descubierto, sabe que su situación va a empeorar notablemente.
Aunque es muy interesante conocer a "vuestros protagonistas". Muchas gracias.
Argonauta
Argonauta, después de leer tu comentario he visto tu micro con otros ojos. Desde luego algo terrible ocurre en casa del protagonista. Muy inquietante tu micro.
EliminarEnhorabuena!
Besos
Le han interceptado el cuaderno de su catarsis, así que ahora ni puede desahogarse, y encima aquellos de los que se quejaba saben sus desvelos...
ResponderEliminarBueno quizá tenga que adoptar nuevas formas de encarar sus problemas. De día y de frente. Le deseo suerte, seguro que aprenderá lecciones muy valiosas y saldrá fortalecida.
Un saludo,
Buen estreno, Argonauta.
ResponderEliminarNi que decir tiene que dejas una historia ciertamente inquietante porque tu protagonista escribe en un cuaderno, por la noche, todo aquello que de día le tiene apesadumbrado. Esa catarsis escritora se va a ver rota por completo en el mismo momento en que ese cuaderno, personal, ha sido descubierto. Y aquí entra la inquietud que genera tu relato: ¿Quién ha descubierto el cuaderno? ¿Quién se lo ha llevado? ¿Por qué? ¿Qué nuevos problemas acuciarán al protagonista?
Bienvenido a la familia cincuentista.
Va mi me gusta y, por supuesto, con ese clic un saludo muy afectuoso.