Evolución
Le gustaría contar lo sucedido, pero aún no domina esa técnica. Si fuera capaz, describiría cómo fue engullido por aquella enorme ave. Sabe que todo ha cambiado desde que estuvo en su vientre y unos extraños animales le manipularon. Hoy se ha levantado con una intuición: debe frotar dos palos.
Menos mal que la evolución ha llegado a regalarnos a un contador de historias tan grandes como tú para que cada mes sigamos deleitándonos con la lectura de tus escritos, here, there and everywhere.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.
La evolución debe ir por buen camino si de ella ha surgido alguien capaz de escribir como tú lo haces, que atesora un grado de humanidad poco corriente. Agradezco mucho tus palabras, siempre edificantes en cualquier idioma, que hayas buscado un hueco en esta semana que estás viviendo intensamente para comentar estos cincuenta vocablos con las que cumplo veinticinco relatos en este blog tan especial que es un poco la casa de todos.
EliminarUn abrazo grande, Pablo
Mi querido Ángel. Lo de Here, there and everywhere era un guiño hacia nuestros gustos.
EliminarAhí te dejo un video. Para mí ha sido un placer comentarte, amigo.
https://www.youtube.com/watch?v=HMAf4Uq9mrs
Fantástico el vídeo, Pablo. Tú sí que sabes. Gracias, amigo.
EliminarAh, que bonito micro, Ángel, el inicio de la humanidad, el principio del todo. Quién nos iba a decir que fuimos hijos de los seres alados. Un abrazo.
ResponderEliminarHay quien asegura que estamos aquí por un conjunto de casualidades físicas y químicas, una explicación que, sin dejar de ser cierta, no quita que haya algo más que nos ha distinguido entre el resto de entes y criaturas, para bien y para mal. En algún momento y de alguna forma tuvo que saltar esa chispa.
EliminarGracias y un abrazo, Carmen
Muy bueno, Ángel, buena muestra de la evolución de una especie que, en algunas ocasiones, puede demostrar que involuciona en lugar de que evoluciona.
ResponderEliminarTe felicito. FJavier.
La continua asignatura pendiente del ser humano es la de evolucionar de forma integral, no sólo tecnológicamente. Conceptos como igualdad, respeto, o no dejar a nadie atrás, deberían de estar mucho más implantados en nuestros genes.
EliminarMuchas gracias, F. Javier. Un saludo
Precioso, Ángel. Una odisea en el espacio en cincuenta palabras, nuestros orígenes. Una intervención extraterrestre o sobrenatural, en tiempos primigenios, dota de inteligencia a este homínido.
ResponderEliminarMi más sincero reconocimiento y un abrazo enorme.
Unos seres más evolucionados abdujeron a un primate, a partir de ahí comenzó una gran aventura que no sabemos a dónde nos llevará. Puede que no fuera así, que todo se haya debido a la mediación de un ser superior que creó todo. Algo debió de ser. No lo sabemos porque no estuvimos allí, pero al igual que este protagonista, lo podemos intuir.
EliminarMil gracias y otro abrazo enorme para ti, Carmen
Y tras esa intuición vendrán otras y otras, hasta que una mañana comprenda que debe contarlo todo en relatos de 50 palabras para que sus congéneres más torpecicos sean capaces de asimilar ese nuevo sistema de comunicarse que ha llamado escritura.
ResponderEliminar¡Bravo, Ángel!
El lenguaje y, más aún el escrito, es una muestra de hasta dónde puede llegar el ingenio de unos animales que un día comenzaron a avanzar de forma vertiginosa, comparada con el resto de seres del planeta. Si el lenguaje es una muestra de ese ingenio, yo sé de alguien que de eso sabe un rato, para más señas, le gusta darse a conocer con las siglas "P.R.".
EliminarUn abrazote
Lo primero Angel felicidades por estos 25 relatos, en cada uno de ellos nos has transmitido sensaciones e historias encantadoras.
ResponderEliminarEn el de hoy nos hablas de la evolución, en este caso yo la interpretó como si fuese una involución,alguien que por alguna causa, puede ser extraterrestre a vuelto al inicio de los tiempos.
Buen relato Angel, me ha gustado.
Un abrazo.
Curiosa y, por qué no, posible tu interpretación. Una vez visto que la evolución ha conducido a un camino lleno de errores y cuando menos incierto, quizá no sea mala idea reiniciarlo todo, borrón y cuenta nueva y volver a empezar, a ver si la segunda vez el resultado es menos imperfecto.
EliminarUn abrazo, Javier. Muchas gracias
Puntual, Ángel. Algunas de las teorías más imaginativas acerca del proceso evolutivo llegan a postular la intervención de inteligencias extraterrestres como el ingrediente principal. Quedará la duda sobre qué o quiénes, a su vez, dotaron a estos seres alienígenas de raciocinio.
ResponderEliminarPara reflexionarlo siempre.
Un fuerte abrazo.
Vicente
Resulta fascinante imaginar cómo fue la génesis de todo, no sólo la de la especie humana, también la de otras que pueda haber por ahí, si es que existen, además de la del propio Universo. Como humanos que somos tenemos esa curiosidad, puede que no la disipemos nunca, mientras tanto, se elaboran teorías, películas o relatos.
EliminarMuchas gracias y otro abrazo fuerte para ti, Vicente
Muy buen relato sobre esa chispa implantada que se propaga al calor del fuego. Enhorabuena y muchas gracias por los veinticinco relatos que nos has regalado. Un abrazo, Ángel.
ResponderEliminarUn roce que cambió el devenir del planeta. Hucho se ha avanzado desde entonces, pero todo comenzó una primera vez, como bien apuntas, con una chispa. Gracias a ti por todas tus letras, Salvador.
EliminarUn abrazo
Angel, nos regalas una preciosa teoría del origen de nuestra especie. Me llevas a reflexionar sobre todo lo que nos queda por evolucionar, si sabemos sobrevivir...
ResponderEliminarEnhorabuena por esos 25 relatos con los que nos has deleitado.
Me ha gustado mucho Angel!
Besos
Si esa evolución es integral, iremos por buen camino, pero me temo que nos queda mucho por aprender, sobre todo en generosidad y respeto al resto de los seres vivos, humanos y no humanos, y al medio ambiente.
EliminarEspero escribir por lo menos 25 relatos más y seguir leyendo los tuyos.
Muchas gracias y un abrazo, Pilar
Imaginación en su estado más puro e instintivo; así no es de extrañar que salten chispas con solo frotar dos palos.
ResponderEliminarVerás cuando este homínido domine la técnica de contar... mi intuición me dice que va a ser el rey, y no de la selva precisamente.
Un abrazo, Ángel. Y felicidades. Por tanto.
A alguno de nuestros antepasados remotos se le ocurriría relatar, primero verbalmente, algo que sólo había ocurrido en su cabeza. Todo tiene un principio, pero hace falta mucha evolución para llegar a escribir como tú lo haces.
EliminarGracias a ti por todas tus palabras, Margarita.
Un abrazo
Da vértigo pensar la cantidad de acontecimientos fortuitos que nos han traído hasta aquí como especie 'elegida'. Uno de ellos es el inmenso meteorito que acabo con los dinosaurios permitiendo el desarrollo de los relegados mamíferos. Y, quien sabe, algunos pudieron no ser tan casuales como el empujón de aquello seres que recondujeron la mente de nuestros lejanísimos antepasados.
ResponderEliminarUna historia muy fértil, querido Ángel, en la que crece por igual ciencia y religión (¿Dios es extraterrestre?) y magníficamente contada, como es habitual en ti, usando las palabras que hubiera elegido aquel primer primate si 'dominara la técnica'
Un placer leerte.
Un fuerte abrazo.
La falta de respuestas claras, basadas en pruebas concretas, a las preguntas que el hombre se hace en su afán por conocer, hace que la imaginación se desarrolle, algo íntimamente ligado a esos primates evolucionados. Elaboradas teorías, creencias y literatura son el resultado de esa inquietud insatisfecha, creatividad para explicar el mundo, algo de lo que tú sabes mucho. Tus relatos y comentarios sí que son un placer.
EliminarGracias y un abrazo fuerte, Antonio
Tu participación se viste de plata con un relato ejemplar en todos los sentidos, pero sobre todo en el de que cumple con muchas de las misiones de la literatura, en cuanto despierta la imaginación y el interés, y te hace disfrutar y reflexionar profundamente. Por no hablar de lo bien escrito que está. Mis teorías al respecto del tema que tratas son tan simples que creo que carecen de interés literario.
ResponderEliminarEnhorabuena, Ángel, y un abrazo. Por cierto que rentabilizas tus relatos como algunos equipos sus goles. Menudo palmarés tienes con 25 propuestas.
Si este medio centenar de palabras consiguen hacer pensar un poco, ya me habré dado por satisfecho. Si dices que tus teorías personales sobre la evolución son simples, me veo obligado a discrepar, porque una imaginación tan fértil como la tuya merece los mejores calificativos, antónimos todos, precisamente, del término "simple". Cincuenta Palabras se incrementa en calidad mes a mes, y subió muchos, pero que muchos enteros cuando tú comenzaste a participar.
EliminarMuchas gracias Enrique y un abrazo
He leído un libro al respecto hace poco. 300 páginas con muchas palabras que me han aburrido un poco.
ResponderEliminarMe quedo con tu micro, que mucho más entretenido, viene a decir lo mismo de una manera bien gráfica. Gracias. (Tenía que haberte leído antes, ahora al menos te leeré más)
Me siento muy halagado por tus amables palabras, Luisa, y más por decir que estás dispuesta a leer más tonterías de mi autoría a partir de ahora. Ya sabes que yo disfruto con tu creatividad. Tengo pendiente participar en ese proyecto de tu blog. A ver si busco tiempo.
EliminarMuy agradecido, Luisa. Un abrazo
Un micro con tu sello personal, aplicado a cualquier tema. Ahora le ha tocado a la Evolución humano/animal, resuelto con acierto.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Angel
Nadie sabe a ciencia cierta cómo fue el paso del mono al hombre, pero para eso está nuestra imaginación, cualquier tema puede ser válido para tratar de darle salida, si se ha hecho con acierto o no lo dirán los lectores.
EliminarMuchas gracias y saludos también para ti, María Jesús.
Los principios no suelen ser fáciles. Que se lo digan a tu protagonista. Saludos!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pocos comienzos resultan sencillos, algunos, además, son misteriosos y se prestan a teorías y fantasías.
EliminarGracias por comentar y un saludo
Felicidades por los relatos de plata en 50.
ResponderEliminarUna vez más nos dejas con una historia para pensar, con un nuevo origen del hombre. Venir de un ser alado, interesante, por ello quizás tengamos esa ansía de libertad.
Tu imaginación si que evoluciona a toda mecha y es una suerte porque así podemos disfrutar de ella.
Un beso grande Ángel.
Las que motivan a volar son tus palabras, siempre con oficio y sensibilidad, no importa el formato ni el género, hasta en un comentario. Un regalo para los que te leemos.
EliminarMuchas gracias y otro beso para ti
Tu homínido personaje, aún pendiente de evolución por lo que nos dices, al menos le dio por intuir que tenía que frotar dos palos. De esta primitiva manera descubriría lo que descubrió...
ResponderEliminarNo es desde luego ese otro homínido que, visto lo visto, tuvo la intuición de coger una quijada y comprobar que con ella podía amedrentar a sus congéneres y dominarlos. Este no ha sabido evolucionar nada de nada y aún, lamentablemente, sigue por aquí con su involución, pensando que el más fuerte es también el más necesario.
¡Gran microrrelato este por ese enorme arte que tienes de condensar espléndidamente una historia mucho más amplia -y tan amplia- en estas escuetas pero bien elegidas cincuenta palabras!
Va mi me gusta y muchísimo. Y no se me puede olvidar, amigo Ángel, felicitarte por esos veinticinco microrrelatos que llevas, a cual mejor, veinticinco joyas con las que has hecho grande en tus puntuales citas esta página de historias cincuentistas que crece y crece.
Un fuerte abrazo. Y, por supuesto, te seguiré leyendo.
El uso de herramientas externas al propio cuerpo puede haber marcado la diferencia entre la meteórica evolución humana y la del resto de seres. Si descubrir el fuego a través del roce de dos maderos resultó un avance indudable, no lo fue tanto la utilización como arma de la quijada para imponerse sobre los semejantes. Ya sabemos que en la naturaleza sobrevive el que mejor se adapta al medio, que coincide también con el más fuerte, pero en eso podríamos haber sido un poco diferentes y, si no ha sido así, quizá haya llegado el momento.
EliminarMuchas gracias, José Antonio. Así da gusto escribir y comentar, cosa que tengo intención de seguir haciendo, al igual que leyéndote.
Un fuerte abrazo
Como cuentas en tu micro pienso que hubo, en al menos un individuo de algún homínido como el chimpancé, una intervención genética externa que precipitó cambios evolutivos hacia lo que somos ahora. Tal vez lo de estar hechos “a imagen y semejanza” no está tan lejos de lo que ocurrió. ¿Y si tenemos hermanos mayores que viajan en grandes aves? ;-) Fuese como fuese, el caso es que aquí estamos. Felicidades, Ángel, me ha gustado mucho. Un beso y a por otros veinticinco.
ResponderEliminarAlgo tuvo que ocurrir para que unos simples monos evolucionasen de esa manera, el problema es que no sabemos cómo ni qué, desconocemos todos los detalles y tal vez nunca lleguemos a desentrañarlos. Como bien dices, aquí estamos y no paramos de preguntarnos esas y otras muchas cosas. Que nunca nos falte esa inquietud ni esta costumbre de tratar de explicar el mundo a través de la escritura.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Matrioska
Como al protagonista de tu microcuento, ¿a quién no le gustaría contarse lo sucedido en su propia vida? Porque ni de eso somos capaces, cuando nos detenemos a examinar nuestro pasado nos invade la perplejidad. Seguro que Proust, a pesar del descomunal esfuerzo que hizo para recuperar el tiempo perdido, se quedó insatisfecho. ¡Qué decir de los demás!
ResponderEliminarAunque hemos evolucionado, parece que las palabras siempre se nos quedan escasas, que nuestro intelecto es pobre para comprender una mínima parte de lo que es el apabullante misterio de la vida y del universo, o de los universos, porque ya los físicos hablan de multiversos –aunque uno, arrimando el ascua a su sardina, imagina una retahíla interminable de poemas-, un día, en un documental que vi, elucubraban sobre siete u ocho posibles clases de diferentes multiversos que podrían existir. ¡Cómo si no fuese ya acongojante la inconmensurable vastedad del que habitamos!
La posibilidad que barajas en el microcuento es muy interesante y hay muchos estudiosos de todo pelaje que la mantienen, es decir, que unas manos exteriores intervinieron para que apareciese la inteligencia entre los grandes simios. Historias y elucubraciones, desde luego, no nos faltan, lo malo es que no nos ponemos de acuerdo, que no contribuimos entre todos para que se haga más luz sobre la condición humana, por el contrario, buscamos continuamente motivos de conflicto.
Cabe pensar también que esos seres que intervinieron para que los homínidos diésemos el salto hacia la inteligencia, nos manipulan cuando quieren con unos mandos a distancia, y esta hipótesis tan fantasiosa, se me hace menos increíble, cuando trato de explicarme la multitud de barbaridades y aberraciones que hemos hecho a lo largo de la Historia.
El personaje de tu microcuento, quizá fuese un homínido poco evolucionado al que unos extraterrestes, dioses o entes de vete a saber tú qué dimensión, le llevaron a su nave y le manipularon el código genético haciéndole más sabio, tanto, que, al poco, va a descubrir cómo hacer fuego frotando dos palos. Pero quizás, como el doctor Frankenstein con su monstruo, no previeron las consecuencias adversas de su intervención.
En fin, Ángel, ya ves cómo se me ha disparado la imaginación con tu microcuento, aún seguiría escribiendo mucho más, pero no quisiera ser uno de esos cansinos –quizá ya lo he sido- sobre los que ironiza José Mota.
Sólo felicitarte por tus 25 microcuentos, por tu activa participación en esta página, por esa sensatez y bonhomía que adivino en todo cuanto escribes, y por tus interesantes historias que siempre van a la médula de algún problema o alguna cuestión profunda.
Un abrazo.
No sabes cuánto me satisface, y hasta me emociona, que medio centenar de palabras motiven tantas y sentidas reflexiones que esbozas y serías capaz de desarrollar de forma magistral, llenando páginas y páginas de lucidez. No sólo tienes una inquietud natural envidiable, también te acompaña un bagaje cultural y una creatividad poco comunes, que compartes generosamente, por suerte para los que te seguimos con interés y cariño.
EliminarQuizá algún día conozcamos la respuesta a la pregunta "¿de dónde venimos?", si antes no se nos ha torcido el camino por esas imperfecciones de fábrica a las que parecemos abocados. Ojalá fuera posible invocar al hacedor, de naturaleza extraterrestre o divina, para que llegase hasta nuestros días y nos hiciera alguna oportuna reparación.
Estoy convencido de que podríamos estar hablando durante horas de este tema y de otros muchos, y yo saldría muy enriquecido, eso seguro.
Muchas gracias, Enrique. Un abrazo fuerte
Mi querido Ángel, tengo la difícil tarea de comentar tu micro después del señor Angulo... No sé si he evolucionado lo suficiente como para estar a la altura de las circunstancias... Ja, ja, ja...
ResponderEliminarPara empezar, el título ya es llamativo, la palabra Evolución es interesante por sí sola y desde aquellos tiempos que nos relatas, absolutamente todos los seres vivos, e incluso algunos inertes, estamos en continuo cambio, sufrimos una transformación constante, en la mayoría de los casos para bien y en otras desgraciadamente para mal, aunque yo siempre pienso que "evolucionar en sentido negativo" implica un aprendizaje y por lo tanto una transformación positiva, pero bueno, dejando de lado mis interpretaciones filosóficas, te diré que me encanta el tema que has elegido y por supuesto cómo lo has desarrollado.
Vestirse de plata con esta evolución es todo un acierto, así como lo han sido los veinticuatro micros que preceden a este. Te felicito por tus bodas de plata con Cincuenta Palabras y te doy las gracias por compartir tus letras con todos nosotros.
Conocerte y leerte es un placer y una gran ayuda para mi evolución personal y literaria.
Un beso enorme y a por otros veinticinco de cincuenta.
Malu.
Estoy de acuerdo con el concepto sobre la evolución que tan bien has expresado, y me alegro de que sea así, porque eres persona sensata y con las ideas claras, lo que quiere decir que voy por buena dirección. La evolución se basa en prueba y error, de modo que hay individuos que quedan por el camino por no saber adaptarse a tiempo, mientras que otros, y esto es peor, sobreviven sí, pero a costa de los demás, es triste que tenga que ser así. El caso es que, al igual que tú, pienso que hay que estar abiertos a todo aprendizaje y que la transformación es permanente, seamos conscientes de ello o no. Lo que no es de recibo es permanecer inmóviles, el mundo es de los valientes, aunque corran el riesgo de estrellarse.
EliminarAgradezco infinito tus palabras y puedes tener bien claro que somos muchos los que disfrutamos y aprendemos de tus letras y de tu persona.
Espero llegar a cincuenta de cincuenta en 50 Palabras, a que tú también lo hagas y a que no dejemos de leernos.
Un beso muy grande también para ti
Siempre he anhelado creer, pero no he sido bendecido con la fe. A cambio, tengo la inagotable esperanza de que exista algún ser en el Universo que nos reconduzca como especie. Ojalá ese gran pájaro que has imaginado regrese y nos lleve más allá de nuestra mísera humanidad.
ResponderEliminarAbrazo, Ángel.
Hace pocos días escuché a mi admirado Serrat decir que el ser humano ha fracasado como especie. Una vez más ha hecho gala de sabiduría en sus palabras y maestría en la forma de expresarlas. Tal como está el mundo parece que sólo algo ajeno al Hombre podría enderezarnos. Es una visión pesimista, sin duda, pero algo habrá de cambiar para que tengamos otra.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y un abrazo, Carles
Parece que das a entender que el homínido fue abducido por extraterrestres, que le inculcaron la capacidad de descubrir el fuego...
ResponderEliminar¡Bien podría ser! Hay tantas cosas que ignoramos...
También podría ser un nuevo comienzo, repetir todo el ciclo, para así poder salvar la tierra, que tanto trabajo nos está costando estropear.
Me ha gustado mucho. Un beso.
Algo tuvo que ocurrir, y como no sabemos lo que fue, lo fabulamos. No está mal la idea del nuevo comienzo, aunque algo me dice que sería difícil que no cayéramos en los mismos errores. A menudo cuesta hacerse a la idea de que tenemos algún remedio, aunque es mejor que seamos optimistas, por la cuenta que nos trae.
EliminarUn abrazo, Olga. Muy agradecido
¡Ojalá la "evolución" nos llevara a volar y siempre tuviéramos dos palos a los que volver para descansar y disfrutar.
ResponderEliminarMuy bueno,Ángel
Me gusta leerte.
Besicos
Algo tan aparentemente simple como un palo dio origen a una revolución cuando saltaron unas chispas. Aparte, también puede ser objeto de emoción. Ya lo dijo aquel niño de un célebre anuncio que seguro que recuerdas, cuando gritaba contento: "¡Un palo!¡un palo" al regalarle uno, a la vez que despreciaba otros obsequios.
EliminarA mí me gustan dos cosas, leerte y que me leas.
Un abrazo, Carmen