Juego de tiempos

Una vez más me puse sus vestidos, repitiendo la antigua ceremonia. Cuando los zapatos eran lanchas y la cartera, el futuro entre papeles y perfumes inadecuados e indescifrables, a la edad de no alcanzar la silla.

Esa energía me acercó lo que el recuerdo olvida. La piel de mi madre.
Escrito por Ala Maya

10 comentarios :

  1. Que forma más dulce y romántica de recordar a una madre,como cuando era pequeña y se ponía su ropa y sus zapatos.
    Me ha encantado tu relato Ala.
    un abrazo.

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    Respuestas
    1. Gracias. Hoy justamente sería su cumpleaños. A veces uno juega igual, de grande, cuando ella ya no esta.

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  2. Ala, me encanta como nos cuentas ese juego al que todas hemos jugado cuando éramos pequeñas, emulando a nuestra madre, queriendo ser como ella.
    Ahora recurres a el para recordar a una madre y su piel.
    Precioso. Enhorabuena.
    Besos

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  3. Es un juego de grandes! Donde los tiempos se entrecurzan. No describi aquel juego de la infancia, sino éste, con su ropa guardada desde que partio! Los cuentos como lectores; obviamente nos llevan a lugares no inspirados por el autor.

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  4. Pocas imágenes tan emotivas como la que nos has regalado, Alicia. Una pequeña, hoy mayor, tomando a su madre como modelo. Aunque la relación con los padres evolucione a la par de nuestra edad, para muchos de nosotros siguen siendo los héroes más grandes.
    Saludos.
    Vicente

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  5. Muy acertado ese juego de tiempos del título. El tiempo de la infancia emulando a la madre y el de la edad adulta añorándola, siempre vistiendo sus atuendos.
    Muy hermoso, Alicia. Un beso.

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  6. Que nostálgico y bello, poder recordar el tacto, un olor... La memoria a veces trasciende de estas formas tan extraordinarias. Y lo has relatado muy bien, tan fluido y natural, como si te sobrarán palabras y no te tuvieras que ceñir a 50.

    Un abrazo,

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  7. Unos juegos que, igual que de niños nos confortaban, de mayores deberíamos recurrir más a ellos porque surtirían en nosotros el mismo efecto. Muy bonito contado, Ala. Un saludo.

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  8. Nos has dejado una foto preciosa, mostrándonos a la niña que fue en su día jugando a imitar a su madre y la adulta que es ahora recordando a su madre. Precioso Ala.
    Un beso.
    Malu.

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  9. Buenas noches, Ala. Una evocación de recuerdos llevada de forma apropiada a la narrativa. Sean memorias propias o de un personaje distinto, lo hiciste muy bien. Saludos.

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