Lost in Blue (Cine IV: Road movie)
Estábamos condenados al fracaso. El destino es un buen argumento solo si todo te sonríe.
—¡Esa zorra fisgona! Debió de oler tu descomposición...
Cuando nos detuvo la policía llevabas tantos kilómetros, tan muerta... Ahora, las sirenas inundan la autovía y, con ellas, mi promesa de llevarte al mar se hunde.
—¡Esa zorra fisgona! Debió de oler tu descomposición...
Cuando nos detuvo la policía llevabas tantos kilómetros, tan muerta... Ahora, las sirenas inundan la autovía y, con ellas, mi promesa de llevarte al mar se hunde.
Raquel, otro excelente homenaje al cine. En este caso he visto a un coche perseguido por varios coches de policía con banda sonora de los Flyng burritos por la ruta 66.
ResponderEliminarEl final ya se sabe, la escapatoria está cerrada o, como Thelma y Louise, habrá que abrir una directa al infierno.
Me ha gustado.
Besos.
Pablo.
Me encanta la bso que has puesto made in USA. Gracias por tu comentario Pablo un beso.
EliminarEn realidad sería banda sonora a secas. XD
EliminarRaquel nos cuentas una huida, con cadáver a cuestas, pienso que causada por la vecina de turno que no se puede estar quieta. Y a toda huida de cine le corresponde una persecución de la policía.
ResponderEliminarBuen relato Raquel, bien narrado y casi fotográfico.
Besos.
Sí es una huida hacia el mar, dónde les espera la vida romántica soñada, un clásico de la generación beat, y este tipo de films normalmente de corte independiente o underground. No es la vecina, es una maruja de alguna área de servicio que descubre que la copiloto esta en realidad muerta. Pena que las 50 palabras no me hayan dado para describir esa escena.
EliminarUn abrazo Javier,
Qué bien das forma a cada género que tratas, Raquel. Este road movie tiene todos los ingredientes de los films que mejor lo representan.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta nueva entrega.
Un abrazo.
Gracias Enrique. Nunca me quedo contenta con el resultado, pero se trata sólo de eso de coger la esencia de ese género, sin más pretensiones.
EliminarTú cómo siempre enorme, con tus relatos sencillos y cargados de magia
Un saludo,
El sueño de llegar juntos al mar, aun cuando ella está muerta, se ve frustrado por la persecución policial. Alguien ha dado el chivatazo.
ResponderEliminarMuy bien contado, Raquel. Gracias por esta nueva sesión de cine. Un abrazo.
Gracias Carmen, otro abrazo para ti.
EliminarRaquel, que bien he visto la escena de tu road movad, a ese jombre conduciendo huyendo de la policia con su mujer de copiloto muerta, con su mal olor incluido, intentando llevarla hasta el mar.
ResponderEliminarMuy bueno Raquel. Enhorabuena.
Besos
Gracias Pilar. La caratula de la película hubiera sido ella muerta sentada de copiloto, con unas gafas de sol y un sombrero, tipo este muerto esta muy vivo, pero versión underground hipster moderna molona malota femme fatale. JAJAJA
EliminarUn abrazo wapa,
Muy bueno. La pasión de la mano de la locura redondean un relato en realidad tétrico. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Tati.
EliminarUn beso,
Raquel,
ResponderEliminarAl igual que Pablo, no puedo leer tu relato sin que resuene en mi cabeza una música de huida tipo 'surf rock' (además encaja con el mar). Mientras The Ventures o The Surfaris se lucen con lo suyo, los protagonistas de tu relato viajan en un bólido perseguido por los coches patrulla. Me gustaría pensar que la intención del caballero es llevar a su amada a un último baile junto al mar.
*Tom Petty And The Heartbreakers - «Mary Jane's Last Dance»*
https://youtu.be/aowSGxim_O8
Genial, espero la entrega de «Comedia», je, je.
Un fuerte abrazo.
Vicente
Ayyy Vicente, cómo se nota el alma rockera. ¡Sex & drugs & rock & roll! Tirii tii ti tiriiii... :)
EliminarLa comedia esta pendiente... en 50 palabras lo veo un buen reto. ¿Como haces para que no parezca un chiste corto? Interesante...
Un abrazo fuerte,
El amor no conoce fronteras ni dimensiones, lástima que el proceso orgánico, lento pero implacable, de la muerte acabe con el sueño. Muy bueno, Raquel. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Salvador.
EliminarUn abrazo,
Muy cinematográfico y muy estadounidense. Descubrimiento de los hechos, policía y mucha carretera. Aparte de la buena ambientación, En la primera frase se plantean varias posibilidades. Quizá me equivoque, pero hilando el principio con el final, me inclino a pensar que quizá no haya sido un crimen, si no, ¿por qué esas molestias de llevar el cuerpo hasta el mar? ¿por qué esa promesa?
ResponderEliminarUn microrrelato que es una pieza más y no menor en un puzzle que poco a poco vas enriqueciendo, todo un homenaje al séptimo arte en sus más sobresalientes vertientes.
Un abrazo, Raquel
Efectivamente Ángel, no es un crimen dudaba entre un gran robo a lo Bonnie and Clyde, dónde ella sale herida y acaba muriendo por el camino en su fuga a un pueblecito costero, o incluso una enferma terminal que quiere ver el mar antes de morir. En cualquier caso, esta abierto a la libre interpretación.
EliminarUn abrazo
Nuevo regalo cinematográfico y literario el que nos dejas este mes, Raquel.
ResponderEliminarCreo que tu "road movie" (o película de carretera) comienza en el mismo momento en que, en un rutinario control de carretera, una policía ("esa zorra fisgona") se percata de que algo no huele bien. Y ahí comienza el desenfreno y la persecución policial, frustrando, hundiendo, el último deseo "pre mortem" de que ella -la amada muerta- pudiera conocer el mar, con la pretensión de depositarla allí para que descansara en paz.
Dejas abierto el final, aunque me huelo (yo otra cosa, no el cadáver) que la promesa no se va a cumplir. O sí...
Va mi me gusta. Va mi enhorabuena y, como enamorado del séptimo arte, aplaudo tu fantástica serie cincuentista que espero que no tenga solución de continuidad.
Un beso, Raquel. Y nos seguimos leyendo. ;)
Me encanta tu interpretación. Gracias. No, no acabará bien J. Antonio, por eso lo de que el destino no siempre es buena cosa. Pero les he regalado el azul de las sirenas de policía, una sirena y el verbo "hundir", no es el mar, pero algo es algo. ;)
EliminarUn abrazo,
Qué bueno, Raquel. Me has hecho visualizar hasta a la fisgona apoyando la nariz en la ventanilla del coche mosqueada con la rigidez de la copiloto. Me ha gustado mucho. Un beso.
ResponderEliminarOtro beso para ti Matrioska ;)
EliminarMuy bueno Raquel y con un giro inesperado nos llevas al desenlace, como en una película de cine negro. Un beso.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn saludo,
¡Pero qué bueno este Road movie! Has construido este micro con tres párrafos cargados de buenísimas frases. Esos tantos kilómetros tan muerta... Y mi promesa de llevarte al mar se hunde, me parece de lo mejor.
ResponderEliminarEnhorabuena Raquel.
Besos.
Malu.
¡Que bien que te haya gustado Malu!
EliminarMuchas gracias tesoro.
Un beso,
Una road movie con personajes desclasados y un tanto simples, diría yo, que se empaparon de alguno de esos sueños americanos que, finalmente, acaban en fracaso absoluto, o en pesadilla carcelaria o sangrienta.
ResponderEliminarCiertamente, la escena que narras hace que recreemos en nuestra cabeza muchas de esas escenas vistas en películas yanquis, esas carreteras interminables, esos coches de la policía que aparecen en el momento menos oportuno siempre con ganas de fisgar y de inmiscuirse donde no los llaman, esa tragedia que empieza mascarse, por utilizar una expresión tópica...
Como ha escrito Pablo, te viene a la cabeza la película Thelma y Louise, también me vienen algunas de esas películas truculentas de los hermanos Coen.
En fin, muy buena esta nueva entrega de homenaje al cine que te agradezco porque soy bastante cinéfilo, o peliculero, que no sé muy bien cómo definirme con respecto al séptimo arte.
Enhorabuena, Raquel y un abrazo.
Me alegra que te haya gustado Enrique Ángulo. Los hermanos Coen son palabras mayores. Yo también soy muy peliculera ;P
ResponderEliminarUn abrazo,