Madre soltera
La abuela dice que morirá en la casa del bosque, donde ha vivido; y ahora, que no puedo pedir ni una tarde en el trabajo, se me pone enferma.
No me gusta, pero tendrá que ir su nieta: meto comida en una cesta y le pongo la capa, la roja.
Luisa nos has dado una versión del cuento de "caperucita roja" adaptada a los tiempos actuales.
ResponderEliminarIngenioso relato Luisa, me ha gustado.
Besos.
Luisa, buena actualización del cuento de Caperucita. En la actualidad, con la vida que llevamos y lo difícil que es conciliar la vida laboral y personal, hay muchos niños que se quedan solos en casa o asumen tareas de adultos.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Besos
Un punto de vista no explorado, el de la mamá de Caperucita! Me encanta la relectura de cuentos infantiles, y esta en particular está muy buena, Luisa. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarFantástica precuela de un cuento tan difundido, Luisa. Las reinterpretaciones exigen una intuición especial para barajar otras posibilidades.
ResponderEliminarSaludos.
¿¡De modo que ese fue el motivo de mandar a tan cándida niña a visitar a su abuela atravesando el frondoso bosque!? Si es que la conciliación entre trabajo y familia es un problemón hasta en el mundo de la fantasía.
ResponderEliminarUn antecedente muy imaginativo del clásico infantil, perfectamente actualizado.
Muy chulo, Luisa.
Un saludo.
Si es que, por mucho que intenten decirnos lo contrario, es imposible vivir del cuento, salvo que los escriba alguien como tú.
ResponderEliminarBien traído, Luisa.
Un beso
Un planteamiento del cuento infantil muy original y muy realista, Luisa. Has rescatado a la madre de su papel secundario y ahora entendemos su proceder.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un abrazo.
Originalísimo planteamiento y vuelta de tuerca al cuento. Madre soltera y sin compromiso y un apuesto cazador al que tiene mucho que agradecer idilio a la vista, jajaja. Un abrazo, Luisa.
ResponderEliminarGracias a todos. Una precuela, es cierto, no me había dado cuenta de que eso es lo que había escrito.
ResponderEliminarLa mala conciliación laboral ha llevado a una madre a dejar a su hija sola en el bosque, indefensa ante las alimañas. Ya era hora de que alguien se ocupase del papel de esta mujer, hasta ahora tan secundario y poco comprendido.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa
Me gusta el cuento, pero, si no es por el título, no acabo de entender que se trate de una madre soltera.
ResponderEliminarSaludos
Conocíamos a la abuela, a la nieta, incluso al cazador y al lobo, pero… ¿quién hasta ahora se había preguntado por la mamá de la niña y por qué no fue ella quien llevó la cesta? Me gusta esa actualización del cuento, Luisa. Un beso.
ResponderEliminar¡Muy bueno! Ingeniosa adaptación a la vida moderna del cuento.
ResponderEliminarEsperemos que el resto del cuento se adapte con un final feliz como en la versión clásica.
Un abrazo.
Diferentes escenarios para una misma realidad. Excelente adaptación. Esperemos que esta nieta sea más espabilada. Saludos.
ResponderEliminarHábil recreación literaria la tuya, Luisa, de un clásico infantil y, tal y como ya han dicho en comentarios anteriores, desde una óptica bien diferente: la madre de la criatura de capa roja y cestita. Además sitúas la acción en el marco de un problema muy de actualidad: la conciliación laboral y familiar.
ResponderEliminarVa mi me gusta y con mi clic también va mi enhorabuena por tu historia muy bien adaptada.
Un saludo muy cordial.
Si es que los cuentos merecen ser siempre contados con nuevas miradas. Por fín aparece esa madre que nadie sabe de ella.
ResponderEliminarUn 50 en el que no sé yo si terminarán comiendo perdices o en estos tiempos modernos un kebab.
Genial Luisa. Un beso guapa.
Pues mira, yo siempre pensé que la madre de Caperucita era una despreocupada señora que no temía por su hija, ni valoraba los peligros que acechaban en el bosque. Pero claro, el cuento ha cambiado y con la situación laboral actual es lógico que enviara a la niña así, sin más. Lo que está claro es que el tema de la conciliación es una quimera.
ResponderEliminarMuy actual Luisa, me ha gustado el cambio del cuento.
Besos.
Malu.
Luisa, me ha encantado tu versión del cuento clásico. Un punto de vista muy acertado. Te felicito.
ResponderEliminarYa puestos, en lugar del lobo, yo introduciría a la ministra de trabajo o al de economía.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Luisa.
¡Pobre cría, Carles! Jajajaj.
EliminarUna precuela, como ya he leído por ahí, muy fresca y puesta al día, y con una sorpresa muy bien guardada hasta el final, por no hablar de lo bien contada que está.
ResponderEliminarMuy bueno, Luisa.
Un abrazo.