Narciso
Le secó las lágrimas, la miró y le preguntó si aún lo amaba. Que sí, le dijo, pero dudaba.
Ella sabía que pronto dejaría de amar a alguien que no era capaz de amarla.
Como supuso, cuando Narciso se vio reflejado en el agua, murió ahogado en su amor propio.
Como supuso, cuando Narciso se vio reflejado en el agua, murió ahogado en su amor propio.
Original historia Diani, tu protagonista es la representación del egoísmo llevado al extremo máximo.
ResponderEliminarBuen relato Diani.
Un abrazo.
Gracias Javier, nadie mejor para representar ese egoísmo que Narciso, quien no puede amarse más que a sí mismo.
EliminarUn abrazo también.
Una buena adaptación del mito de Narciso a la luz de las cincuenta palabras, que no es fácil.
ResponderEliminarSaludos, Diani.
Gracias Vicente. No es tan fácil de decirlo en cincuenta palabras, pero hoy en día no es tan raro encontrarse uno de esos Narcisos por ahí.
EliminarLa imposibilidad de ser amado está bien reflejada en esta actualización de Narciso.
ResponderEliminarUn abrazo, Daniel.
Es una imposibilidad y una paradoja. Gracias Carmen
EliminarDiani, la peor forma de amor es la de estar enamorado de uno mismo, sin poder amar y ser amado.
ResponderEliminarBuena actualización de todo un clásico.
Besos
Pilar coincido contigo, supongo que una de las tragedias sobre el amor mejor narradas en la historia, es la de Narciso, que atontado en la observación de su reflejo se dejó morir, y nada mejor que la muerte ante una pasión tan grande e imposible.
EliminarNo podía llamarse de otra forma, egocéntrico hasta morir por eso mismo. Muy bien llevada la historia a cincuenta palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Malu.
Gracias Malu!
EliminarAH, me ha encantado esa frase de "ahogado en su amor propio". Cuántos bellos cadáveres flotan por esas aguas...
ResponderEliminarSaludos, Anaid.