Pasos de baile

—Talón, punta. Talón, punta, talón...
—¡No puedo! Mis pies no coordinan.
—Son como pasos de baile, hija. Apóyate en mí y volvemos a intentarlo.

Su angustia, amarga y grande como el tumor extirpado, se diluye con cada paso cual gota de esperanza. "Bailaremos cuando vuelvas a andar, hija", piensa ella.
Escrito por Eva Mª Domínguez

19 comentarios :

  1. Eva enternecedor y precioso relato, nos hablas del cáncer y sus secuelas, y lo haces de una forma hermosa relacionándolo con el ballet.
    Buen relato Eva, me ha gustado.
    Besos.

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    1. La consciencia de la armonía de un cuerpo sano nos llega cuando observamos el movimiento de alguien a quien amamos. La perdida de ese baile y la desesperación por recuperarla es un trabajo intenso y constante que se ejecuta en estrecha unión entre el enfermo y sus familiares. Aprender a andar de nuevo exige mucho esfuerzo y mucho amor. Los progresos al principio pueden ser rápidos y después muy lentos, pero la esperanza es la batuta que va orquestando la melodía que algún día ella bailara.
      Muchas gracias Javier.

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  2. Eva, emotivo relato en el que nos cuentas la lucha de una enferma de cáncer contra sus secuelas. Me ha enternecido esa madre, que es la que guía sus pasos y le da su apoyo, como una pareja de baile.
    Me ha gustado mucho.
    Enhorabuena Eva.
    Besos

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    1. Gracias por tus palabras Pilar. Para mi, la madre es un elástico contenedor de todo lo malo que trajo el tumor: la perdida de salud de su hija, el proceso de la detección, las angustias de las decisiones, las noches sin dormir antes de la operación, las noches sin dormir después de la operación y las dudas. Y ahora, es ella también el contenedor de los logros de su hija; enormes para ella. La fortaleza de su hija, las risas en el hospital, la frustración en las clases de fisioterapia que son avances que le ayudan estar en la primera línea dispuesta a ser la última en rendirse y, aunque ya no pueda más, ser paciente, tierna y cariñosa y amable y bailar y bailar.

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  3. Con qué ternura guía la madre los pasos de la hija enferma, como una leve danza. Cuánto sufrimiento acumulado por la terrible enfermedad del cáncer. Y qué bello el contraste entre la danza y la enfermedad.
    Un beso, Eva.

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    1. Ella lee libros de medicina al lado de la cama de su hija. Se documenta. Ha aprendido de tratamientos, diagnósticos, operaciones, secuelas. Hacia años que no leía un libro, y ahora es una experta en libros relacionados. Nunca tiene mala cara. Siempre esta sonriendo, tararea canciones y va a ir a clases con su hija cuando ella se recupere. Solo llora cuando, después de comer y relevada en el hospital por su marido, va hacia casa. Llora por dentro, a solas. No se lo dice a nadie. Y ahora, con cada paso de su hija, llora menos, más suave y más bajito.
      Un beso, Carmen.

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  4. "La angustia se diluye con cada paso", una frase llena de contenido, una pauta a seguir. El movimiento significa vida, en tanto la muerte es la inmovilidad absoluta. Levantarse siempre, aún de la caída más grande, no dejarse vencer por mucho peso que tenga la losa que nos han impuesto. No sólo andar, bailar también y agradecer el apoyo que nos prestan. Una lectura indicada para los momentos bajos, un complemento para subir el ánimo.
    Un saludo, Eva

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    1. Muchas gracias Ángel. Porque la angustia es una "ocupa" de nuestro alma. Para echarla solo podemos rodearnos de ángeles que nos quieran, nos apoyen y nos animen; ya que ellos son los componentes de esa orquesta que dirige la esperanza.

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  5. Nos has interpretado una dulce melodía, con muchos matices, Eva María. Pero, si te soy sincera, aún me han gustado mas las respuestas que has hecho a los comentarios de los compañeros.
    Un abrazo.

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    1. Hola Margarita.
      Cuando descubrí esta gran familia de Cincuenta Palabras, me pareció apasionante la idea de los micros, pero además, me parece increíble (y un incentivo más) la riqueza en los comentarios, de todos los que, como tú, estáis ahí, aportando valor y engrandeciendo los relatos. Muchas gracias y un fuerte abrazo.

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  6. Tener en la mente un objetivo que parece inalcanzable, pero que no lo es porque no estamos solos en su búsqueda.
    Una hermosa oda a la esperanza y el amor maternal.
    Muy bonito, Eva.
    Saludos.

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    1. Buenas Vicente, muchas gracias.
      Hay grandes personas para los que los charcos de barro del camino les hacen crecer. Ellos son un ejemplo para todos. Por qué, qué fácil es quedarse tumbado en el suelo y fundirse con el barro. Pero, por suerte, siempre hay alguien a nuestro lado (a veces de nuestro entorno, otras alguien desconocido) que nos arrastran hasta el suelo seco y nos ayudan a volver a creer y tener esperanza que es el comienzo de la recuperación.

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  7. Este micro y los comentarios que va generando son todo un ejemplo para personas que estén pasando por situaciones similares. Y también para los demás, que a veces se nos olvida valorar la salud y pensamos que es una fuente inagotable. Precioso, Eva María. Saludos.

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    1. Hola Juana, muchas gracias.
      Tienes razón. La inercia del día a día nos envuelve y perdemos la perspectiva de lo importante. Luego, el día que nos duele el dedo gordo, estamos continuamente pensando en lo bien que estábamos el día anterior.

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  8. ¿Quién mejor para insuflar ánimo y coraje que una madre? Dejas reflejado en tu cincuenta, Eva María, que en los momentos más desgraciados de alguien que lo está o lo ha pasado mal es fundamental el apoyo de la familia y que de entre todos los miembros siempre ha sobresalido y sobresaldrá la madre.
    Emotivo relato el que nos has regalado este mes. Va mi me gusta.
    Saludos muy cordiales y enhorabuena por tu historia.

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  9. Emotivo y bello micro en el que el amor y la esperanza de una madre, paso a paso, conseguirán dejar atrás tanto dolor y sufrimiento. Preciosa coreografía, Eva Mª. Un Beso.

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  10. Genial. Con la ayuda de la madre, que además está convencida, lo conseguirá. Me conmovió tu micro.
    Un beso, Eva.
    Pablo.

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  11. Nadie mejor que una madre para apoyar y motivar a una hija en la situación que sea.
    Muy bien llevados estos pasos, como si fuera un baile para volver a empezar el camino de nuevo.
    Besos Eva.
    Malu.

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  12. ¡Qué bien contada la esperanza!
    Bailar sobre la adversidad es punta de lanza contra su talón de Aquiles: el optimismo.
    Buen relato, Eva. Enhorabuena.
    Un saludo.

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