Querido Paul
Salías de la pantalla para invitarme a bailar y mi sombría habitación se transformaba en una sala de fiestas iluminada con destellos azules. Cuando desapareciste para siempre, te escribí cartas, pero no respondiste, y tu mánager me remitió una foto dedicada. Abrazada a ella, me desangro entre estas paredes almohadilladas.
Paul Newman forever.
ResponderEliminarPara mí, el mejor actor del actor's studio.
Un gran homenaje para uno de los más grandes, tanto dentro como fuera de la pantalla.
Soberbio, M. Jesús.
Perdona por el lapsus. M. José, no M. Jesús.
EliminarBuen relato MJosé, nos cuentas la admiración de esta mujer por Paul Newman. Una mujer que con tu frase final esta recluida en un sanatorio mental.
ResponderEliminarHas utilizado un lenguaje muy dulce para contar una triste historia.
Me ha gustado mucho, Enhorabuena
Besos.
Precioso relato de un amor imposible por muchas circunstacias. No sabemos si esa posible locura de tu protagonista fue antes o después de sentir esa pasión desenfrenada por Paul (Newman) que nos cuentas espléndidamente en tu cincuenta.
ResponderEliminarVa mi me gusta, María José. También van mi enhorabuena y mis mejores saludos.
Hermoso relato, María José. Nos relatas una locura de amor cuyo objeto de deseo ha llenado las pantallas y las fantasías de muchos espectadores. También yo podría volverme loca por él.
ResponderEliminarMuy bien contado. Besos.
Un amor auténtico, con entrega total, aunque tristemente platónico, que lleva a la protagonista a perder la razón, a quien nunca podrá llenar una simple imagen. Nada hay más triste que los sentimientos no correspondidos, sea cual sea la circunstancia. De nada sirven esas sentencias resignadas: "el tiempo todo lo cura", o "el campo está lleno de flores", ya que cada persona es única e irreemplazable. La sensibilidad es una virtud que nos hace grandes, pero puede volverse venenosa para su portador cuando el destinatario no responde.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, María José
No me sorprende que una figura del espectáculo tan importante sea capaz de desatar una admiración de estas dimensiones, lo malo es cuando tal admiración se transforma en obsesión y luego en locura.
ResponderEliminarMuy bueno, María José.
María José, nos traes la historia de una mujer loca de amor por Paul Newman, que vive en su realidad ficticia. La pérdida para siempre de su amado la lleva a la locura.
ResponderEliminarMe ha gustado tu forma de contarlo y ese final con un frase genial, clave para saber el desenlace.
Enhorabuena.
Besos
Compartimos pabellón y almohada en la pared, María José. Se me ocurre que podríamos quedar y hacernos una buena terapia juntas. Me han dicho que el nuevo director del psiquiátrico baila muy bien.
ResponderEliminarPerdona el tono jocoso; lo has contado tan bien que necesitaba liberar angustia.
Un saludo
Admiración y locura juntas por igual envueltas en una esquizofrenia platónica. Un micro que detalla muy bien la estancia fuera de los límites de la cordura perfectamente narrado en segunda persona, lo que aporta fuerza y dinamismo a una, ya de por sí, bien estructurada historia.
ResponderEliminarEnhorabuena Mª José.
Un abrazo
Una amor que traspasa pantallas, que nace de la imaginación un tanto turbada de tu protagonista. Ese destello azul por la mirada de su adorada Paul.
ResponderEliminarNos has hecho sentir ese amor de fan y ese abrazo.
Me encanta M José. Un beso.
Por esos atrayentes destellos azules es fácil perder la cordura. Un micro muy triste, pero a la vez, exquisito y bello. Felicidades, María José. Un beso para ti y otro lanzado al aire para Paul.
ResponderEliminarEsto es un amor platónico en toda regla, Mª José. Es que quien no haya estado enamorada de Paul Newman es para hacérselo mirar...
ResponderEliminarMuy bien contado ese amor fanático.
Besos.
Malu.
Y la voz devino eco.
ResponderEliminarSaludos, María José
La sinrazón del amor imposible. Me ha encantado, María José. A saber cuántas jóvenes han llegado al extremo de enloquecer por alguien que jamás conocerán personalmente, sólo de verlo en el cine o la televisión...
ResponderEliminarTe felicito por el tratamiento tan delicado del tema. Un beso.