Sensaciones imposibles
Hacía tiempo que no utilizaba prensa escrita. La inmediatez de las noticias fue la excusa perfecta para dejarme arrastrar por los medios online. Pero aquella mañana no podía perderme ese tacto y olor característico del papel impreso, aunque me costó recordar el kiosko al que solía acudir. ¡Publicaban mi esquela!
Rafael el final de tu relato encaja perfectamente con el título del mismo, tu protagonista por desgracia va a ser difícil que sienta ea sensación de tocar el papel del periódico, aunque quien sabe desde el más allá a lo mejor es posible.
ResponderEliminarBuen relato Rafael.
Un abrazo
¡Y tan imposible! De todas formas las esquelas es mejor no leerlas mucho, no sea que nos encontremos con la nuestra.
ResponderEliminarQuizás deberíamos comprar la prensa todos de vez en cuando, para no perder esa sensación. Yo recuerdo que cuando iba a la Universidad, por la mañana temprano, me hacía ilusión comprar el periódico e ir leyendo en el transporte público. Yo no era la única. Ahora tampoco soy la única en estar "ojeando" el móvil. ¡Que pena!
Me ha gustado tu relato. Como dice Javier, encajas perfectamente el título con el final. Un besote
Para el protagonista es imposible recuperar la sensación de tocar y pasar las hojas del periódico. Pero para nosotros se está convirtiendo en un recuerdo. ¿Nos estás invitando a no dejar de acudir al kiosco a por la prensa diaria? Habrá que hacerte caso, Rafa, y no esperar tanto como tu personaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leí en un estudio reciente que el único periódico de papel que tiene ganancias por lo que venden es el Marca. Los demás sobreviven a base de ayudas, financiación y publicidad, lo que los hace no ser demasiado objetivos pues siguen la línea del que pone el dinero.
ResponderEliminarEn el tema digital es otro cantar, ahí existe de todo, pero es más fácil ser objetivo. Para un periodista, en estos tiempos, puede ser un peligro ser riguroso con la información que dan. Tenemos el ejemplo reciente de Ignacio Escolar, despedido de la Ser por este motivo. Dicho todo este rollo, que yo sepa las necrológicas sí suelen ser objetivas. Me ha encantado el título y la originalidad de tu relato. Muy chulo.
Un abrazo, Rafael.
Pablo.
Gracias....Sí, hay algo de nostalgia en el enfoque. Es una pena que la vorágine de las noticias nos hayan quitado esa pausa del ánimo, ese "espera que voy a por la prensa y hablamos"....en fin, las cosas del "progreso"...Muy amables vuestros comentarios..un saludo.
ResponderEliminarLos tiempos cambian y nosotros con ellos, pero es lógico que quienes hemos estado habituados a algunas costumbres sintamos a veces cierta nostalgia. Tampoco resultaría extraño que quien estuvo acostumbrado a estar vivo y ya no lo está quiera rememorar sensaciones que le fueron tan familiares durante muchos años.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Pues yo, aunque se dude, todavía no estoy muerto pero ya extraño el olor de los periódicos (diarios) y de las historietas de mi infancia.
ResponderEliminarBuen relato, Rafael.
Saludos.
Preparándome para un examen de inglés, leí ayer un artículo on line, muy interesante sobre el libro The winter of our disconnect de Susan Maushart. El libro es sobre un estudio que se llevó a cabo con varias familias que tenían hijos adolescentes y que debieron estar seis meses sin teléfonos móviles, tabletas, etc... Y me pareció muy curioso que dividía a las personas según dos criterios y con los siguientes términos:
ResponderEliminar-"Inmigrantes digitales", para los que hemos nacido previo a la era digital.
-"Nativos digitales", para los que han nacido en la era digital.
De repente me di cuenta de que soy una inmigrante digital y ahora, después de leer tu micro, he caído en la cuenta de que no me acuerdo cuándo fue la última vez que compré prensa escrita.
Después de todo este rollo que he soltado, entiendo perfectamente a tu protagonista, inmigrante digital y más todavía cuando el pobre lee su esquela.
Un beso Rafael.
Malu.
La reducción de los diarios en papel es un hecho, que no dudo terminará por la desaparición total de los mismos.
ResponderEliminarVeo un paralelismo entre la muerte del periódico y la de tu "prota", con esa esquela final.
Suerte, Rafael
Para mí lo que va a ser imposible es olvidar este micro genial. ¿Por qué? No sé, pero es de esos relatos que los leo y me entran unas ganas locas de subirme a la mesa a aplaudir.
ResponderEliminarY lo estoy haciendo.
Abracicos, Rafa.
Una esquela que se precie tiene que ser en papel de periódico, con el negro mortuorio que solo sale en ese papel crujiente y con el penetrante olor a tinta de sus páginas. Si hay que morirse, pues... morirse en condiciones.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael
Rafael, mi relación con la prensa española es muy estrecha, puesto que suelo enviar Cartas al Director y compro, siempre que las puedo conseguir, las ediciones en papel, aunque sea posible acceder a la edición digital. Entiendo que quieres trasmitir, a través de este estupendo relato, tu deseo de que no desaparezca el periódico impreso y yo soy una firme defensora del mismo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena! Un fuerte abrazo.
Rafael, cuanta razón tienes! Lo digital está dejando en el recuerdo el papel, ya sean periodicos, libros o cartas. El tacto del papel ese olor a tinta es inolvidable.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Besos
Final que sorprende. Muy bueno. Saludos
ResponderEliminarTiene harto complicado lo de notar las sensaciones, como antes, del papel de la prensa escrita, con ese tacto y olor característicos, ciertamente abandonados por la frialdad y la inodoridad (perdón por el palabro) de los modernos artilugios electrónicos. Es más, creo que tampoco podrá leer ni las noticias ni el resto del obituario, aunque sí parece seguro que por allí andará tu protagonista.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Rafael, por ese toque original y reivindicativo del papel de periódico (como se denomina) y por ese sorpresivo final.
¡Enhorabuena con un fuerte abrazo! ¡Ah! Y nos seguimos leyendo.
Muchos hemos perdido ya esa placentera sensación de tener un periódico de papel en nuestras manos. Tu protagonista, aunque no con las manos, sí lo podrá hacer con el recuerdo. Lo que no sé muy bien es cómo llegará a la sección de esquelas. Buen micro, Rafael, con sorpresa final. Un abrazo.
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