Sincronicidades
Sincronicidad: señal que nos da el tiempo para reorganizar la línea vital y no crear un universo paralelo equivocado. Por eso cuando estaba pensando en ti y en ese mismo instante llamaste no descolgué. Así no creamos otro universo paralelo en el que estamos juntos y nos seguimos haciendo daño.
Hola Eva, me alegra volver a leerte por aquí, dirás ¿quién es este? me conoces más por mi cuenta de twitter (@xokotonto)
ResponderEliminarEs ya bastante complicado vivir en el universo en el que estamos, como para tener además universos paralelos, más vale que se cumpla la sincronicidad de tu relato.
Buen relato Eva.
Besos.
Qué bonito relato, cuánta melancolía desprende. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarOjala fuera así de fácil, no coger el teléfono y ya. Ojala.
ResponderEliminarSufrimiento paralelo, no basta un universo, que va más allá de cincuenta palabras.
ResponderEliminarMe gusta en esta dimensión, y en otras que leo este relato.
Me ha encantado
ResponderEliminarParece que vivimos en un sólo mundo, pero en él caben, para bien o para mal, muchas realidades compartidas en universos paralelos.
ResponderEliminarUn saludo
Pienso como Luisa... Si fuera así de fácil... Aunque me da que va a sufrir igual, tanto si coge el teléfono como si no.
ResponderEliminarEn esta vida hay tantas bifurcaciones en el camino, que nos sorprenderíamos con las infinidades de posibilidades que podríamos vivir.
Besos Eva.
Malu.
Eva, me alegra leerte por aquí de nuevo.
ResponderEliminarMe has enseñado algo desconocido para mi. Muchas veces nuestro universo no coincide con el de los demás y así es difícil encontrarse si son paralelos.
Felicidades Eva.
Besos
Sería maravilloso poder manejar esos universos a placer, pero me temo que ellos juegan en una liga que a los mortales no nos permiten jugar. Me ha gustado cómo lo has contado, Eva. Habrá que proponer a la RAE que incluya esa nueva palabreja. :) Un beso.
ResponderEliminarQue sencillo y bonito. Me has convencido Eva con tu relato, has hecho poesía.
ResponderEliminarUn saludo,
Mira qué bien, un dos por uno. Un relato de desamor apenas insinuado y una lección de física avanzada.
ResponderEliminarsaludos cordiales, Eva.