Variaciones idiomáticas
Graciela María cruzó el Atlántico con un bolso tejido de flores rebosante de fotografías. Habló sus palabras dulces confiando en la lengua madre y, antes de la madrugada, descubrió el frágil recorrido hacia el tuteo a uno y otro lado de la barra del bar de carretera aquí, en España.
Muchas gracias por compartirlo, Belén. Muy ingenioso.
ResponderEliminarBelén, muy original tu micro al plantear un problema tan grave como el del engaño con el que traen a mujeres a trabajar y se ven atrapadas en redes de prostitución, y tu lo relacionas con las distintas formas de utilizar nuestra lengua. Pasan de un lenguaje dulce y hablar de usted al tuteo que se usa en un club de alterne.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Enhorabuena!
Besos
¿Cómo se puede contar un terrible drama con bellas palabras, ingenio y que el conjunto quede hermoso?
ResponderEliminarLa solución se llama Belén. Magnífico.
Un beso.
Pablo.
Triste realidad estás reflejando en tu micro, Belén, desde luego. Pero está muy bien que se hable de ello. La inocencia de muchas jóvenes y la falta de respeto hacia su persona se perciben claramente en tus acertadas palabras. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ups! Duro y genial, Belén.
ResponderEliminarEnhorabuena.
La elección de las palabras es importante, pero tanto o más el tono empleado al pronunciarlas. El ser humano es igual en todas partes, pero a veces los detalles culturales, la diferencia entre un "tú" y un "usted", pueden suponer un abismo de diferencia. Imagino ese bolso lleno de imágenes de la familia de tu protagonista, tal vez aparezcan en ellas unos hijos necesitados de un sustento que se ve abocada a encontrar de una forma que no imaginaba.
ResponderEliminarOriginal y con un tono logrado de denuncia
Un abrazo grande, Belén
Belen cuentas en 50 palabras una realidad que por desgracia se vive día a día en nuestro país.
ResponderEliminarCuanta razón tienes con el título que le has puesto, además de muy bueno.
Buen relato Belen.
Besos.
Belén, has elegido un tema muy duro y muy actual. Con qué belleza asistimos al viaje de esta mujer hacia España y con qué desazón descubrimos, al mismo tiempo que ella, cuál es el dramático destino que le aguarda.
ResponderEliminarEl micro denuncia las redes de prostitución que captan fuera de España a mujeres engañadas.
Me ha encantado, tanto el hecho de señalar estas infamias como la delicadeza con la que está contado.
Enhorabuena. Un beso.
Desde el nombre de la muchacha, pasando por el bolso de flores, la lengua madre y la madrugada, hasta el tuteo en una barra de un bar de carretera. Imposible no disfrutar de cada una de tus palabras.
ResponderEliminarEl título es una metáfora que engloba y a la vez resume perfectamente la historia.
Pues eso, que me gusta mucho, Belén.
Un beso
Querida Belén, cuántas variaciones y no solo idiomáticas.
ResponderEliminarGran denuncia nos traes, todos los inmigrantes y especialmente estas mujeres vienen engañadas o semi-engañadas, con grandes ilusiones en sus bolsos bordados de flores repletos de recuerdos...
Contado de forma tan suave y dulce parece menos duro, pero no deja de ser un tema que necesita una solución urgente.
Un beso grande.
Malu.
Muy bien construido tu relato y, de forma impecable, has transmitido el mensaje de un radical cambio que tu protagonista sufre -y digo sufre- desde el primer momento de su nueva vida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, amiga Belén.
Te envío un beso y un me gusta.
Una forma muy original de contarnos este drama humano. Es como el comienzo del relato de las atrocidades que seguidamente nos contará.
ResponderEliminarMe ha gustado. Un beso.
¡Perfectamente construido!
ResponderEliminarUn texto muy sencillo que esconde entre sus cincuenta palabras la cruda realidad de una vida muy dura, aunque se comparta la misma lengua.
Va mi me gusta, Belén. ¡Enhorabuena por este nuevo relato!
Un saludo muy cordial y nos seguimos leyendo.
Todo un mundo de precariedad y esperanzas rotas en cincuenta geniales palabras. Muy, muy bueno, Belén. Un abrazo.
ResponderEliminarCincuenta palabras bastan y sobran para explicar esta lamentable historia de sueños rotos, de engaños y desengaños, de prostitución forzada, de trata de seres humanos, en definitiva.
ResponderEliminarEres una joya, Belén, y todo un lujo poder leerte.
Besos.
Tu micro envuelve en un suave arrullo que encandila hasta que, de golpe, nos dejas caer en un sucio bar de carretera. Fantástico, Belén, felicidades. Muchos besos.
ResponderEliminarGracias a todos, es un placer leer vuestros comentarios y notar vuestra presencia. Un gran beso!
ResponderEliminarUn despertar al otro lado del atlántico. Una lengua que siempre fue madrastra. Un bolso florido como féretro de fotografías. Un tuteo que destierra, que desarraiga, que extirpa.
ResponderEliminarUn fantástico relato, Belén. Enhorabuena.
Un saludo.
Es desgarrador, muy buen cincuenta.
ResponderEliminarBesicos
Desde el título ya se intuye un gran 50. Consigues contar el horror de una realidad con la dulzura de la voz y las palabras, con la sencillez aparente que esconde una gran historia.
ResponderEliminarEres fantástica tocaya.
Mil besos.
Belén qué buena historia en tan pocas palabras. Barras de bar, ilusiones rotas.
ResponderEliminarFelicidades, nos vemos pronto!
Qué gran madurez narrativa muestras en cada nuevo relato, Belén. En este caso me parece fantástico ese enfoque tan bello y humano que has sabido dar a un tema tan difícil y duro; y sobre todo esa habilida para contar sin decir.
ResponderEliminarEstupenda historia, escritora.
Un fuerte abrazo.