Caperucita Duarte
Temprano en la mañana Caperucita Duarte salió de casa con su cesta llena de frutas, y se encontró al Lobo Perón, que le dijo:
—¡Hola, Caperucita!
—¡Dime, Eva! —contestó la chica.
—¿Adónde vas tan deprisa? —preguntó Lobo, y ella contestó:
—A La Plaza de Mayo, a visitar a mi abuelita...
—¡Hola, Caperucita!
—¡Dime, Eva! —contestó la chica.
—¿Adónde vas tan deprisa? —preguntó Lobo, y ella contestó:
—A La Plaza de Mayo, a visitar a mi abuelita...
José Luis has adaptado el cuento de caperucita con dos personajes de la historia de Argentina. Me gusta mucho tu frase final.
ResponderEliminarBuen relato José Luis.
Un abrazo.
Gracias!
EliminarUn bravo enorme por las abuelas de la Plaza de Mayo. Va por ti Ilde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas Gracias!
EliminarJosé Luíé, nos explicas a través del cuento de caperucita un hecho terrible de la historia de Argentina.
ResponderEliminarLas abuelas de la Plaza de Mayo, bien merecen un micro como homenaje.
Enhorabuena!
Besos.
Gracias!!!
EliminarMuy imaginativa esta idea de utilizar el clásico cuento de Caperucita Roja para recordarnos la gran labor de estas valientes mujeres, que con su constante lucha van consiguiendo año tras año poner luz en esa etapa sombria y terrorífica de Argentina. Enhorabuena, José Luis. Saludos.
ResponderEliminarGracias!!!!
EliminarNo suelo pronunciarme, ni siquiera de refilón, sobre asuntos que tengan que ver siquiera vagamente con la política. Sin embargo, las abuelas de la Plaza de Mayo se han ganado a pulso el respeto y la admiración del mundo con su actividad pacífica, justa y constante.
ResponderEliminarUn saludo
coincidimos! gracias!
EliminarMuy acertada la relación del cuento con la realidad de la Plaza de Mayo.
ResponderEliminarEn buena hora!
Un abrazo. Me gusta.
Verdaderamente, son los lobos reales, los verdaderos lobos feroces; los que andan a dentelladas con el mundo y sus libertades. Hermoso micro que nos recuerda, también, el poder reivindicativo de las plazas. Enhorabuena.
ResponderEliminargracias!!!
EliminarUn reconocimiento a esas abuelas, estupendo. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias!
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