Ignorancia
El niño no entendía por qué su madre le daba últimamente casquería para cenar.
—Lo hago por las malas notas que sacas en la escuela... ¡Siempre he oído que de lo que se come, se cría!
En el barrio cundía la alarma: estaban desapareciendo los más listos de la clase.
—Lo hago por las malas notas que sacas en la escuela... ¡Siempre he oído que de lo que se come, se cría!
En el barrio cundía la alarma: estaban desapareciendo los más listos de la clase.
Una madre que se toma demasiado al pie de la letra eel dicho, y tal vez tuviera que tomar otras medidas para que su hijo saque mejores notas, pero eso de ir asesinando a los listos del barrio es demasiado.
ResponderEliminarM.Carme muy buen relato, me ha gustado, con la frase final das un giro genial al relato.
Besos.
Gracias Javier, me alegro de que te guste.
EliminarCiertamente pocos refranes pueden tomarse al pie de la letra, pero con ese título, quizá no podemos pedir mucho más...
Un beso.
!Sentencias de madre!
ResponderEliminarY desde luego, sin llegar a ser un asesino, el niño "captó" el mensaje. Un beso.
¡Ay, la sabiduría de las madres!
Eliminar(aunque esta no tenga mucha...)
Un beso, Maite. Gracias por tu comentario.
M Carmen, una idea sencilla se vuelve escalofriante en este micro tuyo, donde a la madre le parece de lo mas natural darle a su hijito la mejor receta para absorber el conocimiento que le falta, como al que tiene anemia y le dan hierro. De un fino humor negro, me ha gustado. Besos.
ResponderEliminarCelebro que te parezca escalofriante. ¡Efecto conseguido! ;-)
EliminarUn beso, tocaya.
¡Chapeau! ¿Alguien se va a atrever a llevarle la contraria a una madre?
ResponderEliminarEmotivo y entrañable.
Un beso, M.Carme.
Ni hablar! a una madre no se le puede llevar la contraria!
EliminarAdemás, a ésta, con lo que le ha costado hacerle el plato de la cena al niño... cualquiera le resopla!
Un beso de vuelta Patricia.
¡Ay! Me has recordado un episodio (un especial de Halloween) de Los Simpson. Sólo espero que, si la receta funciona, al niño no quiera comérselo algún otro, más adelante.
ResponderEliminarSaludos, M. Carme.
(ese episodio de Los Simpson no lo he visto)
EliminarSi la receta funciona... pobre género humano!
Un beso Vicente.
Aunque esta forma tan peculiar de aumentar la inteligencia no funcione, al final ese niño terminará por destacar entre los escolares de la clase, debido a la incomparecencia obligada de los más brillantes. Humor negro a partir de un conocido refrán, con un sorprendente giro final.
ResponderEliminarUn abrazo, Carme
Pues aunque vayan desapareciendo los más brillantes, no sé si destacará... creo que es "muy zapato" el pobre, como el título nos indica (para la madre y el hijo).
EliminarGracias Ángel por tu comentario, celebro que te sorprenda el giro final.
Un beso.
Y es que cuando la ignorancia abunda, es dificil por mucha casquería lista que se ingiera, que se despejen sus cerebros. Un 50 con un buen toque de humor negro.
ResponderEliminarGenial M Carme
Un beso bonita.
Celebro que te guste M.Belén.
EliminarOtro beso va de vuelta.
Muchas gracias,Carme. Me ha gustado mucho. Salut.
ResponderEliminarGracias a ti!, por tu comentario :-)
EliminarUn abrazo.
Algunas madres son capaces de todo por sus hijos, aunque sea en contra de los hijos de los demás. Muy logrado ese giro final que nos arranca una sonrisa, a pesar del mensaje cruel que conlleva. Muy bueno, Carme. Saludos
ResponderEliminarEso es, las madres hacen lo que sea por sus niños. Y cuando se les mete una idea entre ceja y ceja...
EliminarMe alegra que te guste el giro final (bueno, un poco negruzco sí que es ;-)
Un abrazo.
Muy divertido e ingenioso, M. Carme. Todos tus relatos están sembrados del ingenio que te acompaña. En cualquier formato. Quiero presidir tu club de fans.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pablo.
Caramba Pablo, qué comentario me dejas... tampoco hay que exagerar, que por aquí (y por otros lares donde nos vamos leyendo) hay muy buenos escritores. De todos se va aprendiendo. Pero creo que todavía me falta hasta llegar al club de fans, jeje.
EliminarUn beso va para Sevilla.
Pues como el barrio esté lleno de madres lumbreras, van a acabar aniquilando a toda una generación. Me ha parecido un micro macabro que no deja de tener su gracia. Felicidades, M. Carme. Un beso.
ResponderEliminarEsperemos que no haya muchas madres como la protagonista del micro...
EliminarGracias Matrioska por tu comentario (a pesar de lo macabro ;-)
Otro beso de vuelta.
Tu relato se centra en lo visceral y la violencia extrema. Podría ser "gore". Aunque considero que contiene un mensaje más profundo, basado en una crítica social.
ResponderEliminarBueno, como no entramos en detalles de la consecución de la materia prima del plato, creo que no llegamos al género gore. Entre macabro y humor negro... quizá vaya ligado a la imaginación que le eche cada uno!
EliminarComo mensajes, podría ser que remedios ideados en la ignorancia pueden no ser buenos para mejorar, o en otro ámbito, que los pobres niños tienen que apechugar con lo que las madres deciden para ellos sin saber ni qué hacen (ni qué comen). Eso sí, las madres siempre con su "buena intención"!
Un saludo, Anónimo.
M. Carmen, muy bien elegido el título. La ingnorancia hace que se hagan muchas barbaridades.
ResponderEliminarParecía un micro con una historia cotidiana hasta que en tu frase final nos sorprendes con una historia negra.
Enhorabuena.
Besos
Perdón, ignorancia!
EliminarBueno, quizá si la materia prima fuera de cerdo o de oveja no sé si mejoraría mucho (al parecer de la madre, claro).
EliminarPero ciertamente la ignorancia es caldo de cultivo de actos desafortunados. Aunque espero que no tanto como los de mi relato.
Gracias Pilar. Un beso.
Ah, que no haría una madre por su hijo. Incluso rebanar sesos, si es necesario.
ResponderEliminarMe gusta mucho, Carme, cuando sacas ese vinagre tuyo tan divertido.
Petons.
Y es que las madres, cuando se ponen, se ponen!
EliminarCelebro que te guste, Carles.
Un petó.
Hay que ver cómo somos las madres... Qué será lo que no hagamos por nuestros retoños, pero esta ya se ha pasado de castaño oscuro, ¡por Dios!
ResponderEliminarMuy bueno M. Carme.
Un beso.
Malu.
Y es que hay madres sin medida! ... Un poco negruzco sí que me ha salido, jeje
EliminarUn beso de vuelta, Malu. Gracias por comentar :-)