Lorca
"Dale café, mucho café", le dijo el general fascista a uno de sus hombres. A empujones, los bajaron de los vehículos; acompañaban al poeta dos banderilleros y un maestro. Antes de los disparos, a Lorca le vino a la cabeza el cuadro Los fusilamientos del tres de mayo de Goya.
Enrique bonito homenaje al poeta granadino, tal vez ese fuese el pensamiento de Lorca, pero la guerra, el odio, la homofobia y tantas injusticias nos quitó un gran poeta y un gran artista que hubiera llenado grandes páginas de literatura y arte.
ResponderEliminarMe ha gustado Enrique.
Un abrazo.
En una guerra se cometen salvajadas por igual sin distinción de uniformes, pero lo de García Lorca... No importa cuánto se haya escrito sobre ello y lo que se quiera politizar, por un lado y por el otro. Una persona que sólo se dedicaba a su arte, que incluso tenía amigos, y muy destacados, en el bando que terminó con él, no merecía ese final prematuro. La guerra y su condenada cosecha de inocentes, todos irreemplazables, algunos insustituibles. No podemos saber qué pasaría por su cabeza antes de los disparos, es fácil aventurar que fue el germen de otra buena creación que no llegó a ver la luz. Quizá coincidió en algo con los fusilados de Goya, que seguro que pensaron en sus familias, tal vez en un afán de libertad.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique
No me atrevo a imaginar qué puede pasar por la cabeza de quien, sabiendo que no ha hecho nada, tiene la certeza de que va a ser asesinado. Hubo muchos como él. No sólo los mataron, también quisieron matar su memoria. Pero eso no lo consiguieron y aún seguimos buscándolos para arroparlos con el último abrazo que quisieron recibir. Federico los simboliza y relatos como el tuyo son el mejor homenaje, el del recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Voces de muerte sonaron..." Menos poética y más prosaica es la voz del militar que ordena la muerte del poeta. Todas las muertes fueron injustas, máxime cuando se trató de ajusticiamientos de personas indefensas, pero la de Lorca es una herida sin cicatrizar en la Historia y en la Literatura. Cuánto perdimos todos con ella, cuánto le quedaba por crear. Su última obra dramática, La casa de Bernarda Alba, la acabó de componer apenas dos meses antes de su muerte y tuvo que estrenarse mucho más tarde en Argentina, que no en España. Muy bien traído el tema y muy doloroso y bello ese recuerdo de los fusilamientos de Goya en la mente de Lorca. Has sabido unir a dos genios universales de la cultura española.
ResponderEliminarEnhorabuena, Enrique. Ha sido un placer leerte una vez más.
Un gran abrazo.
Estoy con los compañeros, Enrique. Has bordado un sentido homenaje a Federico García Lorca, una estampa de su muerte donde además has encontrado lugar para incluir a otro gigante, una coreografía fúnebre entre la pluma y los pinceles. Nos hiciste imaginar al poeta posando para el pintor, jactándose los dos de la injusticia sufrida.
ResponderEliminarMagnífico, gracias por compartirlo.
Un fuerte abrazo.
Eres muy valiente, Enrique. Porque hay que serlo para escribir un 50 sobre Lorca. Y además es un buen micro. Enhorabuena y un beso.
ResponderEliminarEnrique, gracias por traernos con tu micro, además de una homenaje a Lorca, hacernos reflexionar sobre cuales fueron sus pensamientos antes de ser asesinado. Asímismo, es una bonita manera de que viva en el recuerdo. Espero que lo encuentren y pueda descansar en paz, al igual que el resto de inocentes que esperan ser encontrados.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Besos
Querido Enrique, tú eres tan grande que te atreves con Lorca y más aún, con sus pensamientos antes de ser fusilado.
ResponderEliminarBarbarie sin igual la de las guerras que arrasan con gente de bien sin motivo alguno.
Un beso grande Enrique.
Malu.
No tengo nada más que unirme al resto de los compañeros. Un beso.
ResponderEliminarY siguieron vivos sus libros. saludos.
ResponderEliminarComo estos días estoy y voy a estar bastante liadérrimo –que diría Forges-, y como no sé si podré contestaros a todos que es lo que me gusta hacer, hago una contestación general para agradeceros mucho vuestros comentarios: Javier, Ángel, Patricia, Carmen, Vicente, Asun, Pilar, Malu, Maite, José Juan.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos y muchos abrazos para todos.
Un relato que nos trae a la retina la brutal estampa de goya pero pintada esta vez con los trazos de poemas, teatro y tantas otras obras que ya no pudieron ser escritas. Un micro redactado a bocajarro, con las puntiagudas tildes del café clavándose como astillas en la vergüenza eterna de aquel amanecer.
ResponderEliminarMaravilloso, Enrique. Enhorabuena.
Un abrazo.
Al parecer, más que los motivos políticos, fue la necedad, la intransigencia y los prejuicios lo que acabó con la vida de uno de los más grandes artistas de la historia mundial; motivo suficiente para que cada día intentemos apartarnos de poseer estos rasgos. Gracias por refrescarnos la memoria con esta obligadamente corta aunque muy dramática escena. Con este intento de adivinar qué pasó por la mente del poeta nos metes a todos también en su interior en tan duro momento.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo, tocayo.
Duro relato de un infame acontecimiento, como otros muchos cometidos dentro de la cuartada que para algunos es la guerra, en el que los odios, envidias y revanchas, se llevaron por delante a muchas mujeres y hombres buenos, en este caso al sensible y confiado poeta. Muy buen micro, Enrique. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarNos hablas de un café muy amargo en este micro, Enrique. Con Lorca, así como con otros muchos, cometieron la mayor de las barbaries como es privar de la vida a alguien. Una herida que permanecerá siempre abierta. Buen homenaje a un ser irrepetible. Un abrazo.
ResponderEliminarAntonio, Enrique, Matrioska, Juana, muchas gracias por vuestros comentarios. Siento no haber tenido tiempo para contestaros a cada un y con detenimiento, pero la vida, a veces, es como los cables: se enreda ella sola.
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