Realidad inversa
Un excavador de tesoros, famoso por nunca encontrar nada, busca alcanzar su sueño de hallar algo tan valioso que lo haga rico y poderoso. Por eso, intensifica sus esfuerzos y se pone a buscar durante tres días sin comer, tomar agua o dormir. Al anochecer grita: "¡Eureka!", para después despertar.
Tu protagonista ha despertado de su sueño, pero no creo que lo haya alcanzado aún, tal como indicas en el título realidad inversa.
ResponderEliminarBuen relato Óliver.
Un abrazo
Los tesoros están en nuestros sueños de niño y transcurridos los años se nos van olvidando. Buen relato. Un saludo.
ResponderEliminarIlusíon, divino tesoro!. Lo has plasmado perfectamente en tu escrito.
ResponderEliminarBuena suerte, Öliver
Muy duro ha sido el despertar después de soñar con la riqueza. Por otra parte, dudo que siendo rico y poderoso terminaran su desazón. Como dijo Gandhi: «Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia».
ResponderEliminarBuen relato, Óliver.
Saludos.
Los sueños, sueños son, y la realidad, siempre más árida, suele estar en una dimensión inversamente proporcional. Lograr que ambos espacios converjan debe ser eso que llaman felicidad. Si alguien ha sido capaz de ello me gustaría conocerle, seguro que a tu protagonista también.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y recuerdos a esa buena persona con quien compartes apellido.
Oliver, los sueños a veces parecen tan reales que cuando despertamos nos damos de bruces con la cruel realidad.
ResponderEliminarLo siento, pero tendrá que seguir buscando, pero será mejor si come, bebe y duerme antes.
Besos
Bueno parece ser que el único tesoro que seguro encontraremos, la mayoría, está precisamente en los sueños. Besos.
ResponderEliminarSiempre soñar nos lleva a cumplir los sueños. Un saludo
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