Regreso
El viaje cerrado incluía el regreso a la misma estación de partida. Justo después del mensaje de
información que anunciaba la mía como la próxima parada, recibí el whatsapp: me esperaba.
Atónito, tomé mi equipaje y descendí absorto y descreído, pero allí estaba: era yo mismo
quien acudía a recibirme.
Me gusta mucho tu relato, Manuel. Marchar para regresar y reencontrarse con quien más te ha echado de menos: tú mismo.
ResponderEliminar¡Bienvenido!
Hola Patricia, me anima recibir tu bienvenida. Pienso que escribir es siempre una manera de reencuentro con uno mismo, motivo de este breve viaje con que me inicio en 50 palabras. Gracias.
EliminarAunque la situación descrita en este texto parece deliciosamente absurda, ¿cuántos de nosotros no hemos sentido que volvemos a nuestro yo verdadero después de andar fingiendo ser lo que no somos?
ResponderEliminarUn cincuenta muy bueno que nos hace reflexionar sobre nuestra identidad.
Bienvenido, Manuel.
Vicente
Gracias por tu bienvenida, Vicente, y por tu comentario. La identidad es un fondo de armario y, nosotros, comediantes del disfraz frente a su espejo.Saludos.
EliminarPodemos emprender un viaje lejano, cambiar de costumbres, comer otros alimentos y respirar distintos aires, pero alguna vez todo ello termina, la excepcionalidad concluye y lo cotidiano se impone, con ese yo sin maletas ni disfraces, que vuelve a ocupar el lugar que le es propio. Un texto cuyo contenido también podría interpretarse como un retorno al pasado, con la circunstancia de que el protagonista se encuentra consigo mismo, lo que se ha venido en llamar paradoja en el tiempo.
ResponderEliminarInteresante relato, bienvenido
Saludos, Ángel, tu comentario me hace ver que pocas palabras dan para mucho y que un continente cabe en el contenido breve de un microrrelato. Mucha gente interesante creo que voy a ir encontrando en estas páginas. Gracias.
ResponderEliminarDesde luego, este relato da que pensar.
ResponderEliminarBienvenido, Manuel.
Gracias, Carles, los viajes con uno mismo tienen eso, se vuelven reflexivos y un tanto paradójicos.Saludos.
EliminarBienvenido a 50 palabras Manuel.
ResponderEliminarUn relato muy reflexivo, en muchas ocasiones hay que viajar al interior de uno mismo para verse y plantearse como van las cosas.
Buen relato Manuel.
Un abrazo.
Hola Javier, te agradezco tu recibimiento y tu comentario. Tal como dices, reflexionar de vez en cuando sobre el rumbo de las cosas y de uno mismo, ayuda a centrarnos.
EliminarRegresando del presente para encontrarse con el futuro. Buen relato. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Juan, me alienta el estímulo de tu comentario en mi desembarco en 50. Saludos
EliminarMe gustaría encontrarme con mi yo en cualquiera de sus épocas. Sería algo realmente interesante.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte.
Gracias José R, tal vez sea una aspiración de cada uno de nosotros el encontrarse con los otros que hay dentro de uno. Saludos
ResponderEliminarManuel, bienvenido a la familia!
ResponderEliminarNos presentas un relato que invita a reflexionar sobre el más grande viaje que podemos hacer, a nuestro interior.
Buen debút Manuel!
Besos
Gracias por la bienvenida Pilar, me traje de la mano a mi otro yo por si me encontraba solo pero, afortunadamente, estoy encontrando mucha gente con ganas de compartir. Saludos.
EliminarBienvenido, Manuel!! Tu microrrelato lleva a un punto en el que todos deberíamos detenernos más: nuestro yo. Quizás así entenderíamos mejor a los demás. Enhorabuena por brindarme esta reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, es verdad, Mª José en nosotros se hallan muchas de las claves necesarias para caminar por la vida más felices y seguros de nosotros mismos. Tal vez sea, cuestión de tiempo y maneras. Gracias y saludos.
EliminarMe encantaría encontrarme con mi yo y organizarme de una vez. Besos.
ResponderEliminarCreo que hay un billete para tu yo en tu próximo viaje. Comparte y asiento con él y vive el momento. Gracias.
EliminarTras un intenso viaje, el mejor de los recibimientos. Un texto original y muy bien narrado, Manuel. Felicidades y bienvenido. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska, te agradezco bienvenida y comentario. Viniendo de la autora de El columpio, es todo un cumplido que me alegra enormemente.
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