Sobre lobos y traumas
Mientras cubre una baja laboral por quemaduras, el lobo de Caperucita derriba las casas de dos cerditos y, anticipándose a estos, devora a su desprevenido hermano mayor. Luego, sin cazadores molestos, se tumba en la cama y espera al resto del festín, versión que ha causado ya innumerables traumas infantiles.
Es cierto que «El hombre es un lobo para el hombre» pero un lobo feroz siempre será un lobo feroz para los niños.
ResponderEliminarMuy buena esta versión híbrida de dos clásicos infantiles, Cadillac.
Un saludo afectuoso.
Al parecer los lobos nunca podrán huir de su mala fama. Gracias por el comentario, Vicente.
EliminarSaludos.
Lo raro es que la versión antigua no nos haya pasado cuenta también a nosotros. Porque si te pones a desmenuzar a cada cuento infantil... tiene tela.
ResponderEliminarAlguna vez tenía que salirse el lobo con la suya, aunque sea por estar de baja. Muy entretenido. Un beso.
Y eso que las versiones Disney los han dulficado más todavía. Algunos de los verdaderos, los originales en los que se basan son brutales.
EliminarMe alegro de que te haya entretenido. Gracias por tu comentario, Olga.
Saludos.
Bien mirado, quizá sea más traumático ahorrar a los niños las inconveniencias de la vida mediante finales felices en los cuentos, en lugar de ofrecerles la realidad tal como es: a veces, y no son pocas, los villanos se salen con la suya.
ResponderEliminarUn saludo
Ángel, es cierto que los cuentos esconden muchas enseñanzas, esas que en teoría te previenen contra lo que te puedes encontrar en la vida real. Por eso son tan necesarios, o eso se dice.
EliminarGracias por el comentario.
Saludos.
Sombras guardadas en un rincón del cerebro.
ResponderEliminarAsí es como se descubre un gran porcentaje de escritores.
EliminarGracias por el comentario, José Juan.
Das una nueva versión del cuento de los Tres Cerditos con este lobo que pasa de un cuento a otro, es posible que cause traumas infantiles, aunque yo del lobo me andaría con cuidado no sea que de repente las autoridades cambien por decreto el final del cuento y el lobo vuelva a acabar mal.
ResponderEliminarBuen relato Cadillac Solitario.
Un abrazo.
Es lo malo que tienen los perdedores, Javier. Siempre habrá algún decreto instaurado en su contra para arruinarles sus pequeñas victorias. Mientras tanto, espero que el lobo lo pueda disfrutar.
EliminarGracias por el comentario.
Si no fuera por el fondo del micro, me reiría por la forma y el lenguaje empleado.
ResponderEliminarUn saludo.
Ríete con ganas, si quieres, María Jesús, que solo es un cuento.
EliminarGracias por el comentario.
Saludos.
Qué malvado ese lobo zampacerdos, aunque viendo algunos de los dibujos animados y videojuegos actuales, a lo mejor los niños no sólo no se traumatizan, sino que jalean al lobo y todo.
ResponderEliminarSaludos, Cadillac.
No lu dudes, Carles. A lo mejor esta versión sirve más como entrenamiento de los más pequeños para los dibujos que verán más adelante.
EliminarGracias por el comentario.
Saludos.
Cadillac, este lobo pluriempleado ha resultado ser muy feroz. Buena manera de enlazar dos cuentos.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos
Se ve que encontró la mejor manera de salirse con la suya, o que apreciaba más la carne de cerdo, que para eso es un lobo.
EliminarGracias por el comentario, Pilar.
Saludos.
Siempre he pensado que las versiones de cuentos clásicos en las que se cuelan otros personajes son realmente historias de parásitos; Como el lobo de tu versión, Cadillac, que fuera de su entorno, campa a sus anchas haciendo estragos en el entorno ajeno dejando una estela de traumas cuando sus acciones no se edulcoran como en el original.
ResponderEliminarDivertido micro, aunque el personaje del lobo haya vuelto a salir mal parado.
Un saludo.
Gracias por el comentario, Antonio. A veces salir de la rutina te hace sentirte libre, o por lo menos diferente.
EliminarSaludos.
"Los malos me gustan más, siempre son más listos", me lo contestó un niño. Quizás estén cambiando los cuentos.
ResponderEliminarBesos.
¿Que sería de la literatura sin "los malos"? ¿Por qué será que nos resultan más atractivos?
EliminarGracias por el comentario, Maite.
Saludos.
A los lobos hay que atarles en corto, sobre todo a los de los cuentos, que en cuanto te descuidas te montan un desaguisado, te cambian la historia oficial y nos traumatizan a los “inocentes”. Un buen micro, Cadillac. Un saludo.
ResponderEliminarEsta vez me apetecía soltar un poco la cuerda, a ver qué pasaba, y mira la que ha montado el lobo.
EliminarGracias por el comentario, Matrioska.
Saludos.